Murió Juan Carlos Lorenzo, el entrenador del Atlético en la final de la Copa de Europa de 1974
Juan Carlos "Toto" Lorenzo, uno de los más exitosos entrenadores del fútbol argentino y ex técnico de la selección nacional y de equipos de Colombia, España, Italia y México, murió a los 79 años en Buenos Aires. "Murió en casa, con toda su familia a su lado y en gracia de Dios", dijo a los periodistas Carlos Lorenzo, hijo del ex entrenador argentino, quien padecía una infección pulmonar y diabetes.
Nacido en Buenos Aires el 27 de octubre de 1922, el "Toto" Lorenzo inició su carrera profesional como jugador, pero su exitosa labor como técnico, especialmente en la década de 1970, y su personalidad extrovertida lo marcaron para la historia del fútbol internacional.
Lorenzo tuvo una carrera plagada de anécdotas por las curiosas tácticas que aplicaba, algunas de ellas calificadas de "tramposas", como la de ordenar a los jugadores que simulasen lesiones para "enfriar" el juego o hacer que la cancha fuese regada en exceso en determinados sectores "estratégicos" para la defensa de sus equipos.
"Toto" debutó en 1940 como centrocampista del Chacarita Juniors, de cuyas filas pasó cinco años después al Boca Juniors, uno de los más populares equipos argentinos, hasta que en 1947 emigró al fútboleuropeo.
Entre 1947 y 1958, Lorenzo jugó en el Sampdoria italiano, en el Nantes francés y en el Atlético de Madrid, al que dirigió en 1974, cuando el equipo español fue subcampeón europeo. Un año después el Atlético conquistó la Copa Intercontinental, pero ya con Luis Aragonés como técnico.
El 15 de mayo de 1974, el Atlético disputó en Bruselas la final de la Copa de Europa ante el Bayern de Munich bajo la dirección de Juan Carlos Lorenzo, que alineó a Reina; Melo, Heredia, Capón, Adelardo, Eusebio, Ufarte, Luis, Gárate, Irureta y Salcedo.
En el minuto 113, con la prórroga en juego, Luis batió a Maier de falta directa al borde del área, pero cinco minutos después Swarzenbeck empató con un tiro lejano y ahogó la alegría de los aficionados rojiblancos, que ya festejaban el título. Dos días después, se disputó el partido de desempate que ganó el Bayern por 4-0.
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