Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco
Castillo de los Este de Ferrara (Castello Estense)

Castillo de los Este de Ferrara (Castello Estense) (Foto: Raquel)

La ciudad de Ferrara ocupó un papel fundamental en el Renacimiento italiano.

La situación estratégica del pequeño Ducado de Ferrara, al norte de la península Itálica y a orillas del caudaloso río Po le hizo protagonista de aquel periodo trascendental.

Via della Vittoria, en el antiguo gueto judío

Via della Vittoria, en el antiguo gueto judío

Ferrara estuvo mezclada en guerras y enredos políticos, pero también dejó en la ciudad magnas obras de arte en forma de pinturas, palacios, iglesias y castillos.

Quizá Ferrara no tenga la fama ni la espectacularidad de otras fastuosas urbes de la Italia renacentista como Venecia o Florencia.

Sin embargo, al contrario de aquellas, inundadas de turistas todo el año, los palacios y callejas de Ferrara poseen una gran autenticidad y trasladan al visitante al siglo XV.

Una buena manera de comenzar es a través de una visita guiada a Ferrara con Civitatis

Un destino a descubrir

Hoy Ferrara es una agradable ciudad de provincias, con una vibrante agenda cultural y de espectáculos, de las más interesantes del norte de Italia. La capital del antiguo ducado está situada en la región de Emilia-Romaña, a tan sólo media hora de tren de Bolonia y algo más de una hora de Venecia.

La bonita Piazza del Municipio de Ferrara

La bonita Piazza del Municipio de Ferrara

Ferrara conserva todavía varios kilómetros de las antiguas murallas y éstas a su vez han sido envueltas por un alargado parque que rodea el casco antiguo y que es aprovechado por los ferrarenses para practicar sus deportes favoritos.

Intramuros, el tráfico rodado está muy limitado y la mayoría de sus calles están empedradas, toda una invitación para pasear o ir en bicicleta por su encantador centro histórico Patrimonio de la Humanidad.

Y es que Ferrara cuenta con tres de las joyas del Renacimiento italiano: El castillo de los Este, el Palacio Schifanoia y la catedral o Duomo. Aunque esta última construida a lo largo de varios siglos posea una mezcla de estilos.

Escena de la corte de Borso de Este (Salone dei Mesi, Palazzo Schifanoia)

Escena de la corte de Borso de Este (Salone dei Mesi, Palazzo Schifanoia)

Ferrara es, de hecho, considerada la primera ciudad moderna de Europa gracias a los proyectos urbanísticos llevados a cabo por Biagio Rossetti a finales del s.XV, que construyó no sólo palacios e iglesias, sino barrios enteros.

Breve historia de la ciudad

El primer documento conservado en el que se cita a Ferrara data del 754, formando parte de los territorios de Ravena, la antigua capital imperial.

La Casa de Este

Más tarde Ferrara se convirtió en feudo del Papa, que entregó su administración a la Casa de los Este en 1240 y que después se amplió con la anexión de Módena y Reggio Emilia.

Jardín de la Palazzina Marfisa d’Este

Jardín de la Palazzina Marfisa d’Este

Durante más de 350 años la familia Este gobernó Ferrara y su feudo, llevando a la ciudad a su momento de mayor esplendor.
En 1391 se fundó la Universidad de Ferrara, que tuvo a alumnos tan distinguidos como el astrónomo Nicolás Copérnico o el humanista Giovanni Pico della Mirandola.

En 1471 Se estableció el Ducado de Ferrara, que guerreó en diversas ocasiones con la República de Venecia y los Estados Pontificios, dos de las grandes potencias de la época.

Alfonso I de Este, duque de Ferrara (1476-1534) fue quizá el gobernante más notable de todos. Se casó con Lucrecia Borgia, hija del papa valenciano Alejandro VI y años más tarde fue excomulgado por otro papa, Julio II, enemigo declarado de la familia Borgia.

Sinagoga de Ferrara en la Via Manzini

Sinagoga de Ferrara en la Via Manzini

Alfonso I forjó alianzas con Francia y España en contra del papado. De hecho, el Ducado de Ferrara fue aliado indispensable de las tropas germano-españolas de Carlos V que finalmente saquearon Roma en 1527.

Al igual que los Medici de Florencia o los Sforza de Milán, Alfonso I y la Casa de Este fueron unos prolíficos mecenas que favorecieron las artes financiando obras de Tiziano o Bellini entre otros.

Su nieto Alfonso II murió sin descendencia en 1597, hecho que aprovechó el papa para anexionarse el Ducado de Ferrara, que pasaría a formar parte de los Estados Pontificios. La Casa de Este, sin embargo, siguió gobernando el ducado de Módena y Reggio durante dos siglos más.

La Ferrara judía

A finales del siglo XV se estableció en Ferrara una importante comunidad judía, en parte formada por emigrantes expulsados de la Península Ibérica. Pero tras la integración de la ciudad en los Estados Pontificios, en 1627 los judíos fueron segregados en un gueto en torno a la Via Manzini, donde todavía hoy se encuentra la Sinagoga.

Las callejuelas del antiguo gueto flanqueadas de casas de ladrillos rojos conservan aún hoy un encanto humilde y tosco.

En 1938 el gobierno de Benito Mussolini promulgó las conocidas como Leyes raciales fascistas, una serie de decretos discriminatorios que afectaron fundamentalmente a los judíos.

Vistas desde la Torre de los Leones (Torre dei Leoni) del castillo

Vistas desde la Torre de los Leones (Torre dei Leoni) del castillo

A estos se les expropió numerosos inmuebles y posesiones y se les prohibió trabajar en la Administración, como abogado o periodista. Unas leyes muy influenciadas por las decretadas por el partido nazi en Alemania y que perjudicaron profundamente a la comunidad hebrea de Ferrara.

Parte de la historia de la comunidad judía ferraresa se cuenta en el Museo Nazionale dell’Ebraismo, uno de los más importantes en su género de Italia.

El terremoto de 2012

Los catastróficos terremotos de mayo de 2012 afectaron a la región de Emilia-Romaña y alcanzaron una magnitud de 6.1. La provincia de Ferrara se vio especialmente afectada, y en ella murieron seis personas.

Numerosos edificios se derrumbaron y el patrimonio histórico de la ciudad de Ferrara quedó muy afectado, incluyendo la Catedral, que se encuentra a día de hoy cerrada por las obras de restauración.

Mazmorras del Castillo de los Este

Mazmorras del Castillo de los Este

Qué ver en Ferrara

Castillo de los Este

El Castello Estense, también llamado de San Michele, es una fortaleza imponente situada en el mismo corazón de Ferrara y uno de los castillos más bellos de Italia. Lo mandó construir Niccolò II en 1385, tras un levantamiento popular que le hizo temer por su familia.

A falta de una elevación que lo mantuviera más resguardado, en torno al castillo se dispuso un profundo foso con agua que todavía se conserva.
Al castillo se accede por uno de los cuatro puentes levadizos, firmemente custodiados por otras tantas robustas torres.

El castillo de los Este es uno de los símbolos de la ciudad y una de las visitas imprescindibles en Ferrara. Por ello merece la pena hacerse con la tarjeta turística MyFerCard que da acceso al castillo y muchos otros monumentos a un precio muy razonable.

Las distintas estancias muestran un recorrido por la historia del castillo y sus sucesivas ampliaciones. Éstas son evidentes en algunos puntos, donde puede verse un largo cordón de piedra, que originalmente era un elemento decorativo del exterior.

En los sótanos se pueden entrar en las lúgubres y estrechas celdas donde se mantenían retenidos a los presos. Mientras que en el piso noble puede visitarse una amplia terraza conocida como el jardín de los naranjos. Los lujosos aposentos de ese mismo piso estos decorados con bellos frescos de los Filippi.

Aunque quizá lo más destacable del Castillo de los Este sea la subida a la Torre de los Leones (Torre dei Leoni), que permite unas preciosas vistas de 360 º del centro histórico.

Catedral de San Giorgio y San Maurelio y Piazza Trento-Trieste

Catedral de San Giorgio y San Maurelio y Piazza Trento-Trieste (Foto: Raquel)

La catedral y su entorno

Junto al castillo se encuentran también dos de las construcciones más importantes de la antigua capital ducal: la catedral de San Giorgio y San Maurelio (patrones de la ciudad) y el Palacio Municipal. Y en torno a todos estos edificios, hasta siete plazuelas, a menudo muy concurridas. En especial la alargada Piazza Trento-Trieste donde se despliegan mercados, conciertos y demás eventos populares.

La bellísima catedral de Ferrara muestra su fachada a la plaza homónima, aunque actualmente en parte cubierta por los andamios que requieren su costosa restauración. (La catedral permanece cerrada y en obras desde marzo de 2019).

En todo caso se pueden visitar muchas piezas originales de la catedral en el cercano Museo Catedralicio.
La catedral se comenzó en 1135 en estilo románico y se dilató durante cinco siglos, por lo que también cuenta con elementos góticos, renacentistas y barrocos.

Palazzo Municipale y estatuas de Nicolo III y Borso de Este

Palazzo Municipale y estatuas de Nicolo III y Borso de Este

Además de la hermosa portada, destaca su inacabado campanario y la galería porticada de su lateral, conocida como Loggia dei Merci (Logia de los mercaderes), que sigue hoy albergando, como en su día, varias tiendas.

Frente a la puerta de la catedral se sitúa el Palazzo Municipale, la que fue en tiempos la suntuosa residencia de los duques. Este elegante edificio gótico de finales del siglo XV posee un gran arco flanqueado por las estatuas de Niccolò III a caballo y del Duque Borso de Este en el trono.

Al otro lado del arco se accede a la coqueta Piazza del Municipio, en la que destaca una bonita escalinata: el Scalone D’Onore.

El barrio Medieval

Al sur del Castello Estense se extiende el barrio medieval y el antiguo gueto judío de Ferrara. Esta zona no posee grandes monumentos que visitar, pero si el encanto innato y modesto de sus calles empedradas y umbrías.

Casi todas las casas están construidas con ladrillo rojo, un material muy económico y común en la región, incluso para edificios nobles como el Castello Estense.

Via Cammello en el barrio medieval de Ferrara

Via Cammello en el barrio medieval de Ferrara

Hay calles como la Via Vignatagliata y la Via della Vittoria que mantienen su esencia medieval y son tan angostas que los vehículos raramente se aventuran por ellas. Entre ambas se encuentra la Piazzetta Isacco Lampronti, dedicada a un insigne médico y rabino ferrarense.

Sin duda la calle más pintoresca es la Via delle Volte, un eje comercial de época medieval que conserva una decena de pequeños pasajes con bóvedas. Los arcos sobre la calle se cree que unían las casas de los mercaderes con sus almacenes.

Sobre esta calle se conserva la Torre Dei Leuti, la única superviviente de las 32 torres nobles que poblaron la ciudad de Ferrara.
En la cercana Bolonia sí que se han conservado más de una veintena de estas altas torres, entre la que destaca la Torre Asinelli con más de 97 metros.

Arcos de la Via delle Volte la calle más pintoresca del barrio medieval

Arcos de la Via delle Volte la calle más pintoresca del barrio medieval

Palazzo Schifanoia

Buena prueba del esplendor que vivió Ferrara en el periodo gobernado por los Este son los numerosos edificios renacentistas que salpican su centro histórico.

Sobre todos ellos destaca el Palazzo Schifanoia, que esconde tras una austera fachada de ladrillo una de las joyas del Renacimiento italiano.
Se comenzó a construir en 1385, pero se amplió y transformó a lo largo del siglo XV, sobre todo en tiempos de Borso de Este.

Más tarde, cuando Ferrara pasó a manos del Papa se destruyó la suntuosa escalinata del jardín, la fachada colorida y se cubrieron los bellos frescos que decoraban muchas de sus estancias.

No en vano el nombre del palacio (che schiva la noia) significa ‘que evita el aburrimiento’, algo que parece, no se ajustaba a los preceptos de la Iglesia.

El palacio albergó luego una fábrica de tabaco y también se usó como granero, antes de que los frescos fueran redescubiertos a finales del siglo XIX.

Salón de los Meses (Salone dei Mesi) en el Palazzo Schifanoia

Salón de los Meses (Salone dei Mesi) en el Palazzo Schifanoia

La visita al Palazzo Schifanoia se inicia por las salas más antiguas donde se muestran algunas pinturas, esculturas y cerámicas.

Posteriormente se sube a una plataforma elevada que permite acercarse a los restos de los frescos de la primera mitad del XV en los que pueden verse arquitecturas y decoraciones vegetales. En un lateral, una pequeña águila blanca simboliza el antiguo escudo de armas de la Casa de Este.

Pero es el Salón de los Meses (Salone dei Mesi) el que representa una de las grandes obras del Quattrocento italiano, no en vano, en su realización participaron los mejores pintores de la Escuela de Ferrara.

Los frescos que decoran las cuatro paredes del salón se dividen en tres niveles bien diferenciados, arriba escenas mitológicas, en la parte central referencia a los signos zodiacales y los meses. Mientras que en la parte inferior pueden verse escenas de la vida de la corte de Borso de Este, el mismo que podemos ver sentado en su trono frente a la Catedral.

Lamentablemente se han conservado apenas la mitad de las pinturas, pero es suficiente para que el Salone dei Mesi deslumbre a cualquier visitante. Merece la pena acercarse y contemplar los lujosos ropajes, los juegos de miradas y como el Duque de Ferrara está siempre en el centro de las escenas.


Patio de columnas de la Casa Romei

Patio de columnas de la Casa Romei

Qué más ver en Ferrara

Probablemente ni las propias autoridades conocen el número exacto de antiguos palacios que hay en Ferrara, sin duda docenas. Afortunadamente varios de ellos se han restaurado y abierto para su visita.

Casa Romei
La espléndida Casa Romei está considerada como el prototipo de casa señorial del siglo XV, edificada fundamentalmente en estilo gótico tardío. La casa perteneció al rico comerciante Giovanni Romei, que además fue hombre de confianza de Nicolas III de Este.

Sobresale su agradable patio porticado en el que todavía se conserva parte de los frescos del piso superior y también la envolvente Sala delle Sibille, donde doce figuras de sibilas sostienen pergaminos ondulantes.

Palazzina Marfisa d’Este

La Palazzina Marfisa d’Este, es un palacete de pequeñas dimensiones en el que vivió Marfisa, nieta del Duque Alfonso I. De hecho, fue uno de los pocos integrantes de la Casa de Este que permaneció en Ferrara después de 1597 cuando el ducado pasó a manos de los Estados Pontificios.

Frescos del salón de la Palazzina Marfisa d’Este

Frescos del salón de la Palazzina Marfisa d’Este

La mansión posee unos hermosos frescos en las techumbres de influencia mitológica, con seres fantásticos y grotescos que merece la pena observar con detenimiento. Aunque quizá lo que le distingue de otros palacios es su coqueto jardín que ocupa más de la mitad del terreno.

Corso Ercole I d’Este

El Corso Ercole I d’Este es la calle más noble de Ferrara, flanqueada de docenas de mansiones y palacios. Esta vía de casi 1,5 kilómetros conecta directamente el castillo con la Puerta del Ángel (Porta degli Angeli) en el extremo norte de las murallas.

El entorno de Corso Ercole I d’Este es buen ejemplo de lo que se conoció como Addizione Erculea, una nueva concepción de urbanismo que puso en práctica el arquitecto de la corte Biagio Rossetti en tiempos del Duque Hércules I.

Palacio de los diamantes

En esta misma calle encontramos probablemente el palacio renacentista más bello de Ferrara, el Palazzo dei Diamanti, con su característica fachada de mármol y su almohadillado con puntas de diamante.

El elegante Palazzo Diamanti en Corso Ercole I d'Este

El elegante Palazzo Diamanti en Corso Ercole I d’Este

Este palacio alberga, así mismo, la Pinacoteca Nacional con una extensa colección de pintura italiana especialmente de los siglos XV al XVIII.

Murallas y San Cristoforo

Siguiendo el Corso Ercole I d’Este en dirección norte van desapareciendo las mansiones y aparecen casas más humildes casi de aspecto rural.
Por momentos parece que nos encontremos en mitad de la campiña a pesar de encontrarnos en el centro de una ciudad de casi 135.000 habitantes.

Muy cerca, encontramos monasterio de San Cristoforo alla Certosa construido en el siglo XV y hoy rodeado por un enorme cementerio. Y un poco más allá la Puerta de Ángel, una de las antiguas puertas medievales de la ciudad de Ferrara, flanqueada por uno de los tramos de murallas mejor conservados.

Monasterio de San Cristoforo alla Certosa

Monasterio de San Cristoforo alla Certosa (Foto: Raquel)

Dónde dormir

Después de alojarse varias noches en el Hotel de Prati, es simplemente imposible no recomendarlo.

Su situación es inmejorable, ya que se encuentra a dos pasos del castillo (literalmente) y muy bien comunicado con la estación de trenes.
El edificio tiene mucho encanto y el interior está decorado con gusto. La habitación, con un tamaño medio, resulta muy acogedora.

Los dueños ofrecen un servicio amable e impecable y el desayuno es espléndido: tostadas, bollería casera, fruta recién cortada, embutidos locales y café riquísimo. Un escándalo.

Dónde Comer

Las calles principales del casco histórico están repletas de restaurantes, trattorias y pizzerías, por lo que no será muy complicado encontrar un buen lugar donde saciar el hambre.

Cappellacci di Zucca, una especialidad local de pasta rellena de calabaza

Cappellacci di Zucca, una especialidad local de pasta rellena de calabaza

Pero si se desea probar alguna de las especialidades de la región, una muy buena opción es Il Mandolino, un bonito local tradicional situado en la pintoresca Via delle Volte. Aquí se pueden degustar por ejemplo los Cappellacci di Zucca ferraresi, una especie de tortellinis grandes rellenos de calabaza.

La Via Saraceno es una de las calles comerciales más concurridas y en ella encontramos Il Ciclone, un restaurante con una amplísima carta. Ésta incluye joyas para los más carnívoros como la braciola gigante, una chuleta de buey de un tamaño realmente indecente.

También se encuentra en Ferrara la Osteria Enoteca Al Brindisi un local muy pintoresco considerado la taberna más antigua del mundo, datada en 1435.

Patio de los naranjos del Castillo de los Este

Patio de los naranjos del Castillo de los Este (Foto: Raquel)

Enlaces de interés:
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