9. Excursión al Parque Nacional de Sesimbra y Arrábida con Cata de Vinos
Desde Lisboa, cruzaremos el río Tajo y pasaremos por el puente portugués Golden Gate, llamado formalmente puente Salazar durante la dictadura fascista. Al final del puente, tendremos la oportunidad de ver lo grande que es la estatua de Cristo Rey (se erigió en 1959 para dar gracias a Dios por haber librado a Portugal de los horrores de la II Guerra Mundial). Conduciremos a lo largo de la Laguna de Albufeira, una zona protegida donde se combinan pinos, alcornoques, hermosas playas, pequeñas lagunas (las más profundas de Portugal) y observación de aves. Después, llegaremos al impresionante Cabo Espichel (Cabo Espichel). Es el punto más occidental de la Sierra de Arrábida, donde podemos encontrar acantilados espantosamente altos. Aquí hay unas cuantas construcciones, edificadas principalmente en el siglo XVIII y relacionadas con una antigua historia que se remonta al siglo XII: una iglesia flanqueada por dos brazos de albergues de peregrinos, un faro, una capilla y un acueducto. A continuación, es hora de explorar la ciudad pesquera de Sesimbra. Originaria del siglo XII, ahora es famosa por su pescado fresco y sus maravillosas playas. Aquí visitaremos un castillo árabe medieval y bien protegido que se alza en una posición dominante sobre un acantilado, y ofrece la mejor vista del pueblo y del océano Atlántico. Es la hora de comer, y te recomendamos que disfrutes del mejor marisco fresco que Sesimbra puede ofrecer. Después de comer, cruzaremos la asombrosa Sierra de Arrabida, conocida como la costa azul. Se trata de una zona protegida (Parque Natural de Arrabida) con muchas plantas mediterráneas, desde olivos, pistachos y fresas, hasta lavanda, tomillo y manzanilla. Siempre cerca del mar, pasaremos por algunas playas increíbles de aguas azules y vistas extraordinarias. Al final del día, visitaremos una pequeña bodega local de propiedad familiar en medio de la apacible Montaña Arrábida, y aprenderemos más sobre este precioso néctar y esta impresionante zona. Disfruta de los viñedos y de los bellos paisajes, relájate y, por supuesto, prueba un poco de vino local. Por último, es hora de volver a Lisboa.