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Rafael Caro

Una pistola con diamantes y dos cabellos de ‘Kiki’ Camarena: las evidencias contra Caro Quintero

De procesos judiciales en California, reportes, tuits, testimonios y lo que ha declarado el propio narco es posible elaborar una lista de evidencias, que incluye también una pistola con incrustaciones de diamantes, un video, audios del tortuoso interrogatorio a Camarena y dos cabellos del agente asesinado.
Publicado 1 Ago 2022 – 04:58 PM EDT | Actualizado 3 Ago 2022 – 02:33 PM EDT
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Raúl López Álvarez, un policía estatal de Jalisco, México, relató a detalle que el 7 de febrero de 1985 acompañó a un grupo de agentes que trabajaba para el Cartel de Guadalajara. Fueron al Consulado de Estados Unidos en esa ciudad con un objetivo preciso: secuestrar al agente antinarcóticos Enrique ‘Kiki’ Camarena, cuya investigación había golpeado en tres ocasiones las actividades de la organización.

El rapto de Camarena no fue violento, al menos al principio. López Álvarez contó que le mostraron sus placas policiales y lo convencieron con engaños para que los acompañara a un lugar. Fue la última vez que lo vieron con vida. Lo llevaron a una lujosa residencia ubicada en 881 Lope de Vega, que era de Rafael Caro Quintero, uno de los jefes del cartel, para interrogarlo, torturarlo y asesinarlo.

López Álvarez alardeó en una conversación grabada por un agente de la DEA encubierto que puso en práctica sus mejores técnicas de tortura. “Él le dijo al agente especial (Abel) Reynoso que participó en la golpiza al agente Camarena usando barras de acero incandescentes”, se lee en un memorando de sentencia del Distrito Central de California de la Fiscalía federal que data de 1988.

Luego dejó que otros siguieran golpeando a Camarena, se fue de la residencia y más tarde volvió con el otro jefe del cartel, Ernesto Fonseca, alias ‘Don Neto’. Este capo vio que Camarena agonizaba y le dio una cachetada a Caro Quintero porque sabía que “había llegado muy lejos” y que eso los metería en serios problemas con el gobierno estadounidense, según el memorando. Así fue.

López Álvarez habló con total confianza, sin saber que el agente Reynoso grababa cada una de sus palabras. Unos años más tarde, el policía tapatío observó ese video durante su juicio en 1988 en una corte federal de Los Ángeles, California, donde lo condenaron a cadena perpetua por el secuestro y el asesinato de Camarena y por crimen organizado. Actualmente tiene 63 años y purga su sentencia en la prisión de máxima seguridad USP Allenwood, en Pennsylvania.

Ese video en el que aparece López Álvarez no es la única evidencia que tiene el gobierno de Estados Unidos para enjuiciar a Caro Quintero en tribunal de Los Ángeles. De otros procesos judiciales, reportes, tuits, testimonios y lo que ha declarado el propio narco es posible elaborar una lista de pruebas físicas, que incluye una pistola con incrustaciones de diamantes que se exhibe en el museo de la DEA en Virginia.

“LOS DIAMANTES SON PARA SIEMPRE, pero nunca olvidamos: ‘Kiki’ Camarena + pistola propiedad de Rafael Caro Quintero, quien ordenó su asesinato”, tuiteó la agencia en 2017, con una imagen de la Colt calibre .45 que le confiscaron en Costa Rica, donde lo arrestaron en 1985.


El Departamento de Justicia ya usó la imagen de un arma con diamantes como evidencia en el juicio del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien en aquellos años trabajaba para Caro Quintero. Fue mostrada al jurado para que vieran el tamaño del imperio criminal que había forjado.

Caro Quintero, de 69 años, fue capturado el pasado 15 de julio en la sierra de Sinaloa, México, poniendo fin a una búsqueda de casi una década tras su polémica liberación de una cárcel por una falla procesal. Cayó en un operativo de la Marina mexicana que recibió información de inteligencia colectada por la DEA, según reportes de prensa.

Audios, cabellos y testimonios

La Fiscalía asegura que también tiene copias de los audios grabados durante el tortuoso interrogatorio a Camarena. Parte de su contenido fue revelado en el juicio en 1988 a René Martín Verdugo Urquidez, un lugarteniente de Caro Quintero encargado de mover toneladas de marihuana al estado de Arizona.

Este traficante era uno de los objetivos de la investigación Camarena. De hecho, dos días antes de su secuestro, la DEA lideró un operativo que descubrió un helicóptero de Verdugo Urquidez en el que transportaban más de 4,000 libras de marihuana por viaje a una zona remota en Casa Grande, Arizona.

Antes, Camarena se infiltró en el cartel y logró que militares mexicanos decomisaran 10 toneladas de la hierba y 6,500 libras de semilla de cannabis en un rancho en Zacatecas en mayo de 1984, lo que “causó una perdida de millones de dólares para la organización de Caro Quintero”, citan documentos judiciales.

Después de ese golpe, el cartel descubrió los nombres de Camarena y su informante, el piloto Alberto Zavala Avelar, quien tuvo el mismo final trágico. Ambos participaron en el golpe más fuerte al cartel: la incautación histórica de más de 10,000 toneladas de marihuana en el rancho ‘El Búfalo’ de Chihuahua en noviembre de 1984. Se estima que en esa finca trabajaban hasta 10,000 campesinos.


La DEA obtuvo los registros del hotel en Guadalajara en el que durmió Verdugo Urquidez cuando llegó a supervisar el interrogatorio de Camarena. “En un punto, el agente Camarena con obvio dolor por la golpiza y tortura de la cual era objeto respondió que una persona llamada ‘René Verdugo’ ayudó a Caro Quintero a distribuir marihuana en Mexicali”, describen los fiscales.

En el audio se registró una larga pausa y más tarde alguien más siguió preguntando. El Departamento de Justicia cree que el propio Verdugo Urquidez entró a la habitación para escuchar lo que decía Camarena. “Ese René, ¿cómo es?”, le cuestionaron.

El gobierno aseguró que registros forenses habían encontraron un cabello de Verdugo en el cuarto de la casa de Caro Quintero donde torturaron al agente de la DEA, así como dos cabellos de Camarena y otro de quien fue su principal interrogador, Sergio Espino Verdín, quien era comandante de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS). También había fibra de la alfombra de esa residencia en el cadáver del piloto Zavala.

“La casa de invitados fue el lugar de interrogación y tortura para el agente Camarena. La presencia del cabello de Verdugo en la casa de invitados indica que Verdugo estuvo presente y que él participó en el interrogatorio a Camarena”, afirmaba la Fiscalía federal en 1988.

Pero Verdugo pasó 32 años en una cárcel de EEUU antes de ser liberado a finales de 2017, después de que un juez anulara su condena por fraude de pruebas.

Su proceso judicial se cimentó en pruebas microscópicas de cabello hallados en la escena del crimen que fueron comparadas con algunos de los sospechosos por un experto del FBI, Michael Malone. Solo años después, el Departamento de Justicia reveló que Malone tenía un historial de proporcionar "testimonios falsos, engañosos o inexactos en los juicios penales", describe un reporte de David Adams, periodista de Univision Noticias Digital.

Los fiscales abandonaron los planes de volver a juzgar a Verdugo después de que Lemon descubriera que los análisis fraudulentos de Malone se habían ocultado a los abogados defensores durante años, agrega la nota de Adams.

Sin embargo, habría más evidencias contra Caro Quintero. Un testigo del gobierno, Jorge Gómez España, aseguró haber ido a la casa en Lope de Vega el 8 de febrero de 1985 y que mientras esperaba en la cocina escuchó la voz de Caro Quintero que provenía desde el patio de la residencia, donde estaba una alberca. Él también vio armas automáticas recargadas en la pared en un pasillo de la propiedad, según su relato.

Gómez España y su acompañante se fueron de la casa y le dieron un aventón al lugarteniente de Caro Quintero a su hotel. En el camino este dijo: “hoy nos estamos encargando de un problema, ¿no es así, comandante?”.

En tanto, uno de los supuestos cómplices de Verdugo Urquidez, Eugene Hollestelle, quien se encargaba de recibir la marihuana que llegaba a Arizona en helicóptero, reveló que lo escuchó referirse a la tortura de Camarena: “el narco (así les decían a los policías antinarcóticos) estaba llorando y pedía piedad”.

Un tercer implicado, Jesús Félix Gutiérrez, un narcotraficante de marihuana y cocaína, fue acusado de comprar dos casas en Costa Rica, una de las cuales le sirvió de guarida a Caro Quintero cuando lo buscaban por la muerte de Camarena. También preparó su vuelo de escape en un jet desde el aeropuerto de Guadalajara y contrató al piloto que lo transportó a Centroamérica.

Félix Gutiérrez se escondió en Reno, Nevada, donde trató de borrarse un tatuaje con su apodo ‘Cachas’. Lo arrestaron y enjuiciaron en 1988 por colaborar en la fuga de Caro Quintero. Él fue liberado de una prisión estadounidense en enero de 2002.

Los informantes de la DEA

En una entrevista con la periodista Anabel Hernández en 2016, cuando era un prófugo de la justicia, Caro Quintero afirmó que su único delito fue haber estado en la propiedad donde tenían a Camarena y que ya había purgado una condena por eso. “No lo secuestré, no lo torturé y no lo maté. Sí estuve en ese lugar, pero no. Es mi participación nada más… Estuve en el lugar equivocado”.

“Desde el momento que se me cayó lo de los sembradíos en ‘El Búfalo’ ahí terminé la actividad esa y nunca la he ejercido y no lo voy a hacer”, agregó el traficante. “No tengan la menor duda de que yo ya dejé de ser narcotraficante. Yo no soy un peligro ni para la sociedad de México, ni para el gobierno, ni para la sociedad de Estados Unidos. No quiero saber nada de narcotráfico. Yo quiero vivir en paz”, dijo.


Caro Quintero se encuentra ahora en una prisión de máxima seguridad en México y su defensa legal ha tratado de que suspendan su extradición a California. El llamado ‘Narco de Narcos’ ya había pasado 28 años tras las rejas por una condena a 40 años por el asesinato de Camarena. La DEA afirma que tras su liberación en 2013 este volvió al tráfico de drogas y formó su propio cartel en Sonora.

Fueron algunos familiares del propio Caro Quintero y miembros de su grupo criminal quienes proporcionaron información a un equipo de la DEA que fue formado en 2015 con la única misión de capturar al ‘Narco de Narcos’, de acuerdo con un reporte del diario The Washington Post.

Por esa cooperación sabían qué caminos de la sierra recorría el narcotraficante Rafael Caro Quintero para visitar a sus novias, que se transportaba en motos, que lo cuidaban pistoleros que rotaban cada semana y que su vía favorita de escape era correr a cerros donde no pudieran descender helicópteros militares, según el mismo medio.

En la entrevista con Hernández afirmó que un trabajador de su hermano Miguel Ángel Caro Quintero, quien era líder del extinto Cartel de Sonora, también se había vuelto informante. Era quien le llevaba comida a un penal de Jalisco y sin darse cuenta lo espiaba por un supuesto acuerdo con el gobierno.

“Yo tenía un señor que era gente de mi hermano, que está preso en Estados Unidos (Miguel Caro fue liberado en julio de 2019), que para que no se quedara tirado, yo le seguía pagando y es el que me llevaba comida al penal estatal una vez a la semana. Y ahorita es informante de la DEA. Tenía 28 años con la familia”, dijo en la entrevista.

El caso de su primo Sajid Quintero

Anabel Hernández le preguntó en una segunda entrevista en 2018 si sabía que su primo Sajid Emilio Quintero Navidad lo había delatado. Se refería al narcotraficante apodado ‘Cadete’ y ‘Matamúsicos’, quien era jefe de plaza en Sonora del Cartel de los hermanos Beltrán Leyva y en 2014 fue fichado por la Oficina de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro. Lo identificaban como su intermediario con la facción del Cartel de Sinaloa liderada por Ismael ‘El Mayo’ Zambada.


“Y si no es Sajid o es Sajid, o es otro, quien sea, miente”, aseguró Caro Quintero.
“¿Usted es el nuevo jefe del Cartel del Pacífico?, le preguntó Anabel Hernández.
“N’hombre. Nunca he sido jefe ni en mi casa”, respondió irónico.

Quintero Navidad, de 41 años, se encuentra en el Centro Metropolitano de Detención de San Diego, California. Lo acusan de coordinar el tráfico de cientos de kilos de droga hacia Estados Unidos y de blanquear millones de dólares en ganancias ilícitas.

Es uno de los narcotraficantes de más alto rango que han sido arrestados en este país. Agentes federales lo detuvieron en la garita de San Ysidro en octubre de 2017. Se cree que se entregó a las autoridades.

No está claro si Quintero Navidad testificaría si su primo es extraditado a California. Él se declaró culpable en enero de 2018. En los últimos cuatro años su audiencia condenatoria ha sido pospuesta en varias ocasiones. Se espera que lo sentencien este viernes en una corte federal de San Diego.

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