Trastorno de identidad disociativo y sus claves para identificarlo
 

¿Cómo saber si tengo trastorno de identidad disociativo (TID)?

TikTok ha popularizado el trastorno de identidad disociativo y, ahora, son cada vez más los adolescentes que se identifican con esta condición mental. ¿Cómo distinguir los auténticos síntomas clínicos de los simples mitos?
¿Cómo saber si tengo trastorno de identidad disociativo (TID)?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 16 abril, 2024

Sentir que de pronto una persona ajena a nosotros toma el control de nuestra realidad; llevar a cabo acciones e incluso desplazamientos que más tarde no recordamos; percibir que nos desconectamos del propio cuerpo y de nuestras emociones. Por llamativas que parezcan estas situaciones, cada vez son más los pacientes que dicen sufrirlas y es lo que se conoce como trastorno de identidad disociativo (TID).

El TID es una condición mental compleja en la cual la personalidad se disocia y surgen varias entidades en la propia mente. Es un cuadro clínico en el que cursan fallos en la integridad de la memoria, de la conciencia y la identidad. Hasta 1994 lo conocíamos como «personalidad múltiple» y ha inspirado, cómo no, más de un libro y película.

Cabe señalar que, desde hace un par de años, muchos jóvenes acuden a la consulta de psicólogos y psiquiatras con este autodiagnóstico. Se debe a que influencers de TikTok con este trastorno describen su día a día; el hecho provoca que miles de usuarios de esta red social se sientan identificados. ¿Está justificada su preocupación? ¿Cómo saber si de verdad evidencian la condición? Profundicemos en sus claves.

Detrás del trastorno de identidad disociativo suele existir un trauma severo que se ha originado al estar expuestos a situaciones adversas durante mucho tiempo.

Chica adolescente sufriendo preguntándose cómo saber si tengo trastorno de identidad disociativo
El trastorno disociativo de identidad puede manifestarse a cualquier edad, tanto en la adolescencia como en la adultez.

Claves para saber si tengo trastorno de identidad disociativo

Solemos considerar el TID como una condición mental grave que altera todas las áreas del funcionamiento psicológico. Hasta el momento, se consideraba que era poco frecuente. Tanto es así que trabajos como los realizados en la Universidad de Nueva York señalan que la incidencia reconocida ronda el 1,5 % de la población mundial. Sin embargo, hay un matiz decisivo.

Estamos ante un trastorno de la personalidad que no es fácil de diagnosticar y que, a menudo, se confunde con otras condiciones de la mente. Cabe señalar que, debido al estigma, los pacientes no acostumbraban ser del todo sinceros con sus síntomas. No obstante, en los últimos años esta tendencia cambió y se sospecha que la prevalencia llegaría al 5 %.

La afluencia de jóvenes —sobre todo adolescentes— que dicen padecer TID aumenta de manera significativa. El origen está en diversas figuras públicas que describen con detalles en la red social TikTok, cómo es vivir con este trastorno. Los profesionales son sensibles a esta realidad y prefieren ser prudentes. La clave está siempre en llevar a cabo una adecuada evaluación psicológica.

Veamos a continuación, qué mitos y verdades rodean al cuadro clínico que suscita tanto interés en la actualidad.



1. Los traumas de infancia: son significativos, pero no suficientes para el diagnóstico

Parece que las vivencias de la infancia están muy asociadas con el trastorno disociativo; hablamos de relatos con los que la mayoría de los jóvenes suelen identificarse. Haber sufrido abusos, maltratos, abandono parental o convivir con una familia disfuncional asientan, como bien sabemos, las bases de un trauma psicológico.

Si bien esta característica es decisiva en la detección, no es suficiente. Investigaciones como la publicada por Psychological Bulletin, referente a las verdades y ficciones sobre el trastorno de disociación, sitúan, efectivamente, la atención en la importancia del trauma temprano para la génesis del TID.

Es cierto que vivir hechos severos y continuados es crucial para sufrir un trastorno disociativo, pero deben darse más características psicológicas. No debemos guiarnos en exclusiva por este factor.

Las redes sociales popularizaron en los últimos años el trastorno disociativo de la personalidad. Se trata de una condición compleja que podría tener una prevalencia entre la población más elevada de lo que pensamos. Sin embargo, es necesaria siempre una apropiada evaluación psicológica.

2. Cuando surge otro «yo» en mi mente: ¿cómo se manifiesta?

«De pronto tengo la sensación de que salgo de mi cuerpo y dejo de reconocerme. Es como si otra voz hablara por mí». Una de las experiencias que suelen describir muchos jóvenes es la despersonalización. Consiste en esos momentos en que uno se ve como observador externo de su propio cuerpo, de sus pensamientos y emociones.

Ahora, ¿es esto suficiente para saber si tengo un trastorno de identidad disociativo? La respuesta es no. Alrededor de esta entidad clínica orbitan múltiples procesos, más características y experiencias, como las siguientes:

  • Hay pérdidas de memoria que la persona no puede explicar.
  • Percepción repentina de que aquello que nos rodea no es real.
  • Sensación de que, de pronto, una o más personas hablan, piensan y actúan por nosotros.
  • Asimismo, estas personalidades tienen un carácter propio y distinto del nuestro. Evidencian sus propias necesidades y manías.
  • Un gran malestar clínico de manera continuada. Se experimenta ansiedad, tristeza, abatimiento, dificultades para centrar la atención.
  • Son comunes las fugas disociativas. Es decir, acciones que llevamos a cabo y que no recordamos, como, por ejemplo, desplazarnos a ciertos lugares sin darnos cuenta.
  • La persona con un trastorno de identidad disociativo sufre un gran deterioro social. Apenas puede rendir en el trabajo o sus estudios. Sus relaciones se ven deterioradas.

3. No es una condición mental con tendencia a la violencia, pero sí hacia la autodestrucción

Películas como Split de M. Night Shyamalan trazan una imagen del todo distorsionada sobre esta condición mental. El TID no es una condición violenta o peligrosa. Estamos ante una realidad clínica compleja y grave, porque se asocia a conductas autolesivas y suicidas. El sufrimiento psicológico de estos pacientes es inmenso.

Ellos experimentan vacíos de memoria que no pueden llenar y que les generan gran angustia. Se sienten invadidos —poseídos por otras personalidades—. Aparecen convulsiones no epilépticas y son frecuentes los ingresos en los departamentos de salud mental.



4. Más allá de lo que dicen las redes sociales: síntomas que cuesta explicar

A la hora de saber si tengo un trastorno de identidad disociativo (TID) debo atender también otras particularidades, porque hay síntomas asociados muy complejos que, a veces, cuesta detallar, pero que alteran por completo nuestra calidad de vida.

  • Hay cansancio, falta de energía, niebla mental.
  • Surgen trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
  • Pueden manifestarse convulsiones y sensaciones físicas extrañas.
  • Tener la sensación constante de que no formamos parte de la realidad que nos rodea.
  • Alteraciones del sueño. Puede aparecer insomnio o hipersomnia (sueño excesivo). También pesadillas.
  • Son frecuentes los flashbacks disociativos. De pronto revivimos de manera muy real hechos traumáticos del pasado.

Aunque un joven no presente un trastorno disociativo de la personalidad, está claro que evidencia un sufrimiento mental. Más allá de la categoría diagnóstica hay unas necesidades que deben atenderse.

Mujer en terapia psicológica pensando saber si tengo trastorno de identidad disociativo
El trastorno disociativo de la identidad requiere de una terapia conversacional a largo plazo.

¿Cuáles son los tratamientos?

Los especialistas del ámbito clínico son conocedores del fenómeno. Son muchos los jóvenes que solicitan ayuda, porque creen tener esta condición clínica. En todos los casos, lo más pertinente es el diagnóstico acertado. Algo que sabemos es que el TID tiene una prevalencia más elevada de lo que pensamos y quizás esta «moda» pueda facilitar su identificación.

Hay que aclarar que no todos los que asumen evidenciar esta condición la presentarán. Ello no quiere decir que sí padezcan otras necesidades psicológicas que deban tratarse. Por tanto, es positivo y recomendable solicitar ayuda experta cuando lo consideremos. Respecto al abordaje terapéutico de este trastorno cabe señalar que se usan las terapias conversacionales y la terapia cognitiva.

El objetivo no es otro que deconstruir las diferentes personalidades del paciente e integrarlas en una sola poco a poco. El proceso es largo. Asimismo, también se utiliza el enfoque farmacológico, como son los antidepresivos y los ansiolíticos.

Reflexión final

Hace poco vimos otro fenómeno similar asociado a TikTok. Los videos sobre el síndrome de Tourette se volvieron virales y miles de niños mostraron síntomas asociados a la condición. Debemos ser muy cuidadosos con aquello que se publica en estos medios y, a su vez, a lo que se exponen nuestros adolescentes.

Es correcto y recomendable promover temas asociados a la salud mental, pero hagámoslo desde la responsabilidad y a través de la autoridad médica. En ocasiones, lo único que logramos es malinterpretar ciertas realidades e incluso añadir un mayor malestar emocional a quienes ya padecen ciertas condiciones psicológicas. Reflexionemos en ello.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Brand, B. L., Sar, V., Stavropoulos, P., Krüger, C., Korzekwa, M., Martínez-Taboas, A., & Middleton, W. (2016). Separating Fact from Fiction: An Empirical Examination of Six Myths About Dissociative Identity Disorder. Harvard review of psychiatry24(4), 257–270. https://doi.org/10.1097/HRP.0000000000000100
  • Frankel F. H. (1993). Adult reconstruction of childhood events in the multiple personality literature. The American journal of psychiatry150(6), 954–958. Consultado el 31 de marzo de 2023). https://doi.org/10.1176/ajp.150.6.954
  • Lynn, S. J., Lilienfeld, S. O., Merckelbach, H., Giesbrecht, T., McNally, R. J., Loftus, E. F., Bruck, M., Garry, M., & Malaktaris, A. (2014). The trauma model of dissociation: inconvenient truths and stubborn fictions. Comment on Dalenberg et al. (2012). Psychological bulletin140(3), 896–910. https://doi.org/10.1037/a0035570
  • Mitra P, Jain A. Dissociative Identity Disorder. [Actualizado 2022 May 17]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2023 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK568768/
  • Rabasco, A., & Andover, M. S. (2020). The interaction of dissociation, pain tolerance, and suicidal ideation in predicting suicide attempts. Psychiatry research284, 112661. https://doi.org/10.1016/j.psychres.2019.112661
  • Ross, C. A., Anderson, G., Fleisher, W. P., & Norton, G. R. (1991). The frequency of multiple personality disorder among psychiatric inpatients. The American journal of psychiatry148(12), 1717–1720. https://doi.org/10.1176/ajp.148.12.1717

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.

La Mente es Maravillosa

MContigo

La Mente es Maravillosa Revista sobre psicología, filosofía y reflexiones sobre la vida.
© 2012 – 2024 . Todos los derechos reservados.

Esta publicación es solo con fines informativos y educativos. No sustituye en ningún momento la opinión de un experto. Ante cualquier duda, acude con tu profesional de confianza. Más información.

This website is certified by AACI. Click to verify.