Lavender le apuesta a Fitzpatrick que no podrá vender más ventanas al mismo cliente. Sam se enoja con Vincent porque siempre pone el trabajo antes que la familia.
Vincent revalúa su futuro profesional luego de encontrarse con unos editores que la pasan mejor que él. Fitzpatrick intenta modernizar Cachet.
Vincent pasa el día fuera con su familia con tal de eludir una inspección fiscal. Fitzpatrick ayuda a la hija de Brendan con un plan turbio para hacer plata.
Fitzpatrick es blanco de bromas cuando sus compañeros descubren que es un radioaficionado. Vincent queda entre los finalistas de un prestigioso premio de negocios.
Justo cuando enfrenta serios problemas familiares y económicos, Vincent pierde su don para las ventas. Sam busca trabajo. Fitzpatrick lanza un nuevo emprendimiento.
Vincent está decidido a volver al camino del éxito y se une a un gánster local para apoderarse de Cachet. Carol comete un error que le puede costar caro.
Las cosas van de mal en peor en Cachet ahora que Ronnie está a cargo. Las turbias estrategias de venta de Vincent le causan problemas con sus nuevos vecinos.
Ronnie obliga a Vincent a contratar a su hijo, un incompetente que solo sabe complicar las cosas. Vincent intenta tenderle una trampa a la nueva rival de Cachet.
Los chicos de Cachet se unen a los masones para pescar nuevos clientes. Vincent y Sam terminan en una cita doble con Martin y Jo.
Una venta desastrosa provoca un cambio en la plantilla de Cachet. Sam intenta surfear la ola de sexismo en una feria comercial. Jo le demuestra a Vincent quién manda.
Vincent, que hace de mensajero de Ronnie, viaja a Malta con su familia bajo la apariencia de que son sus vacaciones de verano. Lavender tiene una actitud muy noble.
Ronnie está desaparecido, Vincent debe decidir si mudarse a España, y Sam vive un momento decisivo. Mientras tanto, Walsh hace una jugada inesperada.