Jerry Weintraub, productor y promotor musical | Cultura | EL PAÍS
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OBITUARIO

Jerry Weintraub, productor y promotor musical

Su agenda incluía los números de teléfonos de todo aquel que era alguien en Hollywood

Jerry Weintraub, productor y promotor musical
Jerry Weintraub, productor y promotor musicalMIKE BLAKE (REUTERS )

El productor y promotor musical Jerry Weintraub tituló su biografía “When I Stop Talking, You'll Know I'm Dead” (Cuando deje de hablar sabréis que he muerto). Weintraub, 77 años, dejó de hablar el lunes víctima de un paro cardiaco mientras se encontraba en Santa Bárbara (EEUU), confirmaron sus representantes. La muerte enmudeció a este productor orondo que conocía a todo el mundo, pero difícilmente ha silenciado a aquellos que le conocían. Como declaró su amigo George Clooney, su amor y el de su esposa Amal va para la familia del productor de la saga de Ocean’s Eleven en la que trabajaron juntos. Pero su pésame va para aquellos que no conocieron a Weintraub. “Le hubierais amado”, indicó en su nota de condolencia.

Nativo de Brooklyn (Estados Unidos), el productor nunca perdió su acento ni la peculiar forma de ser, abierta y franca, de ese barrio. Hollywood nunca le cambió. Sin embargo, como solía presumir en cuanto se le daba oportunidad, su agenda incluía los números de teléfonos de todo aquel que era alguien en la industria. Aún así los primeros triunfos de este hombre que se forjó su propia carrera vinieron del mundo de la música. Con solo 28 años y escasa experiencia convenció a Elvis Presley para ser su promotor musical por todo Estados Unidos. También fue el hombre que descubrió al entonces desconocido John Denver. Led Zeppelin, Frank Sinatra y los Beach Boys fueron otras de sus conquistas.

En Hollywood su huella fue igual de importante. Produjo su primer filme, Nashville, en 1975 poniendo su propio dinero. Lo hizo llevado por su fe en su realizador, Robert Altman, y no porque entendiera su guión. Una corazonada que le consiguió al filme cinco candidaturas al Oscar incluida la estatuilla a la mejor canción. Después alternó entre pequeños proyectos como Dinner, filme que descubrió futuras estrellas como Mickey Rourke y Kevin Bacon, y grandes triunfos como Karate Kid. También tuvo grandes fracasos que casi le llevaron a la ruina además de cuatro candidaturas a los premios Razzies a la peor película y ninguna nominación al Oscar.

Pero siempre salió adelante, como dejó claro con su otra gran franquicia, Ocean’s Eleven, saga sobre la que departió con EL PAÍS fumando un puro y rodeado de sus amigos Clooney, Brad Pitt, Don Cheadle y Andy García. “Yo produzco películas que creo tienen buenas historias con actores que la gente quiere ver. Eso es todo. Quiero entretener”, reconoció entonces.

“Fue uno de los pocos”, subrayó Pitt en su mensaje de condolencia. Incluso el presidente George W. Bush, tuvo palabras de recordatorio hacia uno de sus principales apoyos en Hollywood que también se codeaba con los demócratas. “Jerry fue un verdadero americano que alcanzó con la fuerza de su instinto, su pasión y esa personalidad más grande que la vida misma”.

Separado de su esposa Jane Morgan y acompañado durante años por su pareja sentimental Susan Ekins, Weintraub deja cuatro hijos así como cinco nietos. También deja un filme por estrenar, productor de la nueva versión de Tarzán, así como una serie en antena con la sátira política The Brink.

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