La ciudad portuaria de Halifax, capital de Nueva Escocia, está situada en el extremo sureste de Canadá, frente a la amplia extensión del océano Atlántico norte. Con su fresca brisa marina, su vibrante escena gastronómica, sus acogedores bares y restaurantes y sus bonitos parques escondidos entre los edificios históricos, Halifax tiene algo que ofrecer a visitantes de todas las edades e intereses. La costa de Halifax desempeñó un papel clave en el pasado colonial de Canadá, algo que deja patente su rico patrimonio marítimo. Dentro de la ciudad, los viajes en autobús llevan a los viajeros a las principales atracciones, como el Sitio Histórico Nacional de la Ciudadela de Halifax, la Casa de la Provincia y la Iglesia de San Pablo, mientras que las excursiones en Harbour Hopper se lanzan a las olas para disfrutar de vistas panorámicas del paseo marítimo. Con Halifax como base, los históricos pueblos pesqueros como Peggy's Cove y Lunenburg, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, están a poca distancia, al igual que las ondulantes colinas del valle de Annapolis donde prosperan fértiles huertos y exuberantes viñedos. Si el tiempo apremia, las excursiones de varios días a destinos lejanos como la isla de Cabo Bretón, en Nueva Escocia, Terranova, Nuevo Brunswick y la pintoresca isla del Príncipe Eduardo (famosa por "Ana de las Tejas Verdes") ofrecen la oportunidad de disfrutar de la belleza agreste de las Provincias Marítimas de Canadá, hogar de diversas especies de fauna, como ballenas jorobadas y frailecillos.