La historia real de��El Rey del Cachopo�:�el crimen de�un torso en una maleta y un cocinero con identidad falsa
ESPA�A
Tras �El caso Asunta�, Netflix sigue aprovechando el tir�n del �true crime� con el estreno este viernes de�la docuserie sobre C�sar Rom�n, el empresario estafador que asesin� a su exnovia Heidi Paz, la descuartiz� y luego se dio a la fuga
10 may 2024 . Actualizado a las 13:05 h.Hace solo tres semanas que se volv�a a�tener noticias de �l. Condenado en el 2022 a 15 a�os de c�rcel por el asesinato de su exnovia Heidi Paz, C�sar Rom�n admit�a por primera vez el crimen en una carta.�
En la misiva�expresaba la��firme promesa� de someterse �al imperio de la ley�. Lo hac�a solo a un mes del estreno de su documental. El Rey del Cachopo llega a Netflix este viernes 10 de mayo.
El trailer de esta producci�n lleva al espectador a los inicios de C�sar Rom�n como cocinero y a su alegr�a entre fogones. Un avance que busca provocar inquietud en el espectador porque, en medio de la normalidad de la vida del protagonista, surge una frase: �yo no daba mi identidad�. Es la�frase que dice con toda naturalidad el propio Rom�n, al que se ve concediendo una entrevista para este documental desde prisi�n.�
La historia de�este empresario de la hosteler�a�salta as� a la pantalla en estos momentos de enorme tir�n de los documentales y las series de�true crime.�Y lo cierto es que�a esta�crimen�no le falta de�detalle.
�Qui�n es C�sar Rom�n?
C�sar Rom�n naci� en Madrid el 25 de noviembre de 1973 y lleg� a ser un hostelero muy�conocido (y reconocido)�de la capital. Tanto que regent� varios restaurantes. Rom�n hizo incluso sus pinitos en pol�tica y estuvo vinculado a varios partidos de extrema derecha. Antes de su etapa como restaurador fue articulista y tertuliano de medios de corte conservador.�
Su primer negocio de hosteler�a lo mont� en el 2016 en la zona de Embajadores, en Madrid. Su atractivo, comida del norte y, por supuesto, el cachopo.�
En apenas dos a�os abri� hasta cinco restaurantes con esta preparaci�n asturiana como protagonista. Lleg� a embaucar a varios empresarios para convertir su local en una franquicia. Todo marchaba bien, pero el �xito fue ef�mero. A C�sar Rom�n pronto se le ca�a la careta�ya que empez� a descubrirse que�sus premios al mejor cachopo eran falsos (o comprados), que los proveedores de sus locales no cobraban, que�realizado pagos con cheques sin fondos o que sus socios hab�an sido v�ctimas de sus estafas.
El rey del cachopo segu�a trampeando como pod�a en una cada vez m�s complicada vida empresarial, pero si algo ha marcado su historial fue el asesinato de su novia, la hondure�a Heidi Paz, el 5 de agosto del 2018.
La relaci�n
Heidi Paz, de 25 a�os, y C�sar Rom�n, que entonces ten�a 45, comenzaron su relaci�n en abril�de ese�mismo a�o, solo cuatro meses antes del crimen. Todo parec�a ir bien. Ambos compart�an im�genes en las redes sociales e incluso se apresuraron a formar su propio hogar.�
Las cosas no fueron bien y a los dos meses la joven le pidi� al hostelero un tiempo y le dej� una nota anunci�ndole que se iba unos d�as a reflexionar sobre su relaci�n. Esos d�as se convirtieron en meses y�no fue hasta el 5 de agosto cuando�la pareja se volvi� a reunir para hablar en la vivienda que hab�an compartido. Ese fue el �ltimo d�a que se vio a Heidi con vida.�Rom�n�no pudo soportar el distanciamiento y que su novio diese por terminada la relaci�n y la mat� de una forma que la investigaci�n no ha podido determinar.
La desaparici�n
Despu�s de acabar con la vida de Heidi Paz, C�sar Rom�n descuartiz� el cuerpo, separando la cabeza del resto de extremidades, que nunca han sido encontradas.
El empresario meti� el tronco de la joven en una bolsa y lo introdujo en una maleta. Con ese equipaje se traslad� en un taxi a una nave que ten�a alquilada en Usera, Madrid,
All� roci� lo que quedaba de Heidi con sosa ca�stica e incluso le cort� los senos, ya que ten�a implantes de silicona. El hostelero quer�a da�ar especialmente esta zona del cuerpo porque su expareja ten�a la marca de una ces�rea. As� pens� que su identificaci�n ser�a m�s complicada.�
El 13 de agosto le prendi� fuego al torso de Heidi en el montacargas de su nave, pero su soluci�n para hacer desaparecer los restos le sali� mal�porque alguien dio la alerta a los bomberos.
Cuando estos acudieron al edificio, encontraron�los restos humanos en la maleta y comenz� la investigaci�n. �Qu� hizo el hostelero con el resto del cuerpo? Nunca se ha sabido.
Este descubrimiento puso el foco�sobre el empresario porque la nave estaba alquilada a su nombre y dej� sus huellas en un bote que hab�a en las instalaciones. Rom�n dej� adem�s otro rastro, una llamada al servicio de taxis que le�alej� de la zona tras el incendio.�
En ese momento, nadie sab�a a quien pertenec�an los restos y el ADN no arroj� la identidad de Heidi hasta el mes de noviembre. Entonces, el rey del cachopo estaba ya en paradero desconocido.
Su otra vida
Mientras todo esto suced�a en Madrid, C�sar Rom�n comenz� su fuga y su propia familia denunci� su desaparici�n. Hasta SOS Desaparecidos lleg� a distribuir su imagen por las redes sociales.
Lo que pas� en realidad en ese tiempo fue que el rey del cachopo se march� a Zaragoza donde�fue capaz de hacer otra vida. Se rap� el pelo, se dej� barba y adelgaz� 10 kilos. El empresario adopt� otra identidad diciendo que se llamaba Jos� y que era venezolano. Consigui� incluso un trabajo como cocinero en un restaurante y ese fue su error: cuando su cara sali� en televisi�n como persona desaparecida, su jefa le reconoci� y avis� a la Polic�a.�
Al d�a siguiente, Rom�n fue detenido en la capital ma�a como presunto autor del asesinato de su exnovia, pero tambi�n con acusaciones de�lesiones, estafa, falsedad documental y quebrantamiento de una orden de alejamiento respecto de otra mujer.
La condena
El 1 de junio del 2021, un jurado popular declar� a C�sar Rom�n culpable del homicidio. La condena: 15 a�os de c�rcel. Su estrategia de poner en duda que los restos hallados fuesen de Heidi e intentar relacionarla con el narcotr�fico no le sirvieron de nada. Lleg� a decir que la hondure�a hab�a robado 12 kilos de coca�na.�
El �ltimo giro de esta historia llegaba el pasado mes de abril cuando por primera vez admit�a el asesinato de su expareja en una carta que envi� a la Audiencia Provincial de Madrid. Una misiva que su abogada,�Ana Isabel Pe�a, desconoc�a. �Vengo a manifestar mi reconocimiento del delito cometido, queriendo dejar patente mi arrepentimiento del mismo�, dice Rom�n, cumpliendo una condici�n indispensable para acceder a beneficios penitenciarios: reconocer�el delito. En la misiva, su pura esencia: frases rimbombantes propias de un embaucador.�