Tipos de conversación

La conversación es un diálogo escrito u oral entre dos o más sujetos que intervienen expresando sus ideas alternativamente.

Pueden ser de cualquier tema, pero dependiendo de quiénes intervengan en el diálogo y el nivel de confianza entre ellos, puesto que no es lo mismo comunicarse con un amigo que con un jefe, por esto mismo también cambia el lenguaje empleado en la conversación.

Por otro lado, la conversación -partiendo de lo previamente dicho- tiene dos tipos.

Lo más relax: la improvisada

En este tipo de conversación se busca divertir, distraer y relajar. Es para entablar un ligero diálogo sin predisposiciones temáticas, tiene como foco compartir y sentirse emocionalmente bien. Se pueden seguir las indicaciones siguientes en pro de tener una conversación amena.

Expresarse y permitir al otro hacerlo libremente. Otro punto importante es escuchar de manera relajada. Evitar competir y discutir, ya que con esto pierde la fluidez de pasar un buen momento. Tratar de no tocar temas complejos de los cuales no se posea mucha información.

No todos tienen la razón; escuchar es lo mejor

Ser conciliador y evitar tratar de tener razón siempre, recuérdese que la conversación busca el intercambio de ideas y, con esto, aprender más sobre un determinado tema.

Relajarse, reír y disfrutar es la idea, pero sin querer interponer por sobre todas las cosas un punto de vista. Aprovechar para conocer mejor al interlocutor, es vital para futuras ocasiones y así saber de qué temas se pueden discutir con más ánimo.

La dirigida es más estructurada

En este tipo de conversación se busca obtener un resultado previsto, distinto a solo una distracción. Se quiere llevar al interlocutor a sentir, pensar o hacer algo. Por esto, se debe atender todo detalle que pueda afectar el resultado deseado.

Reconocer el valor de los roles. Ser cuidadoso al elegir el lugar y momento. Valorar el tiempo dedicado a la conversación. Elegir adecuadamente el lenguaje. Escuchar más y hablar menos; con feed back oportuno y adecuado. Ser moderado y dominar las emociones.

Asimismo, es importante estar atento a las necesidades comunicacionales del otro y ser racional.

Concentrarse en el tema sin dispersarse. Ser cortés y respetuoso haciendo las preguntas oportunas. Respetar las opiniones distintas a las propias. Tener sutileza al expresar las opiniones.