Una 'pelota de trapo' forjó los inicios de Leicy Santos durante su complicada infancia: “Nos llegó a faltar la comida, todo por mi sueño” | Relevo
QUIERO SER COMO

Una 'pelota de trapo' forjó los inicios de Leicy Santos durante su complicada infancia: "Nos llegó a faltar la comida, todo por mi sueño"

La jugadora del Atlético de Madrid repasa su trayectoria en 'Quiero ser como': "Nos tocó dormir en una casa sin cama, no había nada".

Leicy Santos dedicando un gol. /ATLÉTICO DE MADRID FEMENINO
Leicy Santos dedicando un gol. ATLÉTICO DE MADRID FEMENINO
Nagore Domínguez

Nagore Domínguez

"Era un balón de medias, de trapo que me hacía un tío mío. Me ponía las redes con las que él pescaba, las que ya no utilizaba. Me ponía la pelota de trapo a patear, patear, patear". Hace más de 20 años empezó a forjarse la carrera deportiva de Leicy Santos. En San Sebastián (Colombia), entre las broncas habituales de una madre que solo quería ver a su hija "bonita" y las directrices de un hermano que ejercía de entrenador: "Mi madre -cuidaba de Leicy mientras su padre iba a vender pescado- me decía que no jugara, que siempre llegaba sudada, sucia. Cuando tenía cuatro o cinco años, lo típico de una madre, volvía con el vestido negro. Es un pueblo, no está pavimentado, es tierra", recuerda la jugadora colombiana en el programa de 'Quiero ser como' que se estrena hoy a las 22:00h en YouTube.

Con 13 años, el rumbo de la vida de Leicy Santos cambió por completo. Se marchó a Bogotá para hacer una prueba en un club de fútbol. La cogieron. "Mis padres hicieron un esfuerzo para que me pudiera quedar", recalca. "Volví a pasar la Navidad y les dije que regresaba a Bogotá a seguir el proceso si ellos venían conmigo. Apostaron por mi sueño, por mí y decidieron venirse conmigo dejando todo", cuenta la jugadora.

Dejar todo, literalmente, atrás, no fue nada fácil. "La primera noche nos tocó dormir en una casa que encontró mi papá donde no había nada. Ni cama ni nada. Llevábamos dos maletas y una caja. La señora que nos había alquilado el piso nos dijo que no nos podía alquilar así, que no entendía qué íbamos a hacer si no teníamos nada. En Colombia la situación de seguridad es mucho más complicada".

Leicy Santos hablando sobre su infancia. RELEVO

Los seis primeros meses viviendo en Bogotá fueron muy duros. Atrás dejaron una vida cómoda, sin que nada faltara y con una casa propia: "Mi papá convenció a los señores para que nos dejaran quedarnos ahí. Era una situación que, como familia, nunca habíamos tenido. Vivíamos muy bien por el trabajo de mi padre. En Bogotá nos llegó a faltar la comida porque no llegaba con lo que mi padre ganaba. Todo por mi sueño". 

Pasó el tiempo y Leicy Santos empezó a recoger los frutos tras sacrificarlo todo por el fútbol. Dos años después de llegar a Bogotá, donde estuvo entrenando en un club, recibió la llamada de la Selección de Colombia Sub-17: "Fui a una convocatoria y me cogieron. Nos clasificamos para el Mundial de Azerbaiyán 2012 y ahí recibí mi primer sueldo. Con ese dinero lo primero que hice fue comprarle una nevera a mis padres".

La llamada del Atlético y un año de espera: “Ficharon a Jenni Hermoso”

"Fui al estadio a firmar y les dije 'acaban de hacer que la niña de San Sebastián cumpla su sueño más grande que era ser futbolista en Europa". Leicy Santos siempre tuvo las ideas claras y abandonó su casa para poder cumplir su sueño de jugar al otro lado del charco. "En 2018 vine a España a jugar un torneo amistoso que teníamos entre ambas ligas y fui MVP. Me volví a Colombia para seguir jugando en el Santa Fe. A las tres semanas me llama mi doctora de la Selección para decirme que le habían llamado del Atlético de Madrid para preguntar por mi situación", cuenta Leicy Santos emocionada. Su llegada al conjunto rojiblanco no fue fácil y se hizo esperar.

Habló con María Vargas, la que era directora deportiva del equipo femenino, y le prometió a Leicy que querían ficharla, a pesar de que habían cerrado la llegada de Jenni Hermoso y no querían que Leicy llegara al club para no jugar. "Yo ya seguía al Atlético de Madrid. Vi el fichaje y entendí todo. Ella me dijo 'espérame, por favor, espérame' y yo decidí esperar al Atlético de Madrid", confiesa, a pesar de que también recibió la llamada de otros clubes españoles como el Levante y el Sevilla. Una vez en el avión hacia España, Leicy lo tuvo claro: "Dije, 'ya está, no regreso'. Sin pisar España ya dije 'no voy a volver".

Leicy Santos y el Atlético de Madrid. RELEVO

La centrocampista tuvo 'suerte' en el momento en el que recibió la llamada. Ella estaba compitiendo en Colombia, en una liga que dura cuatro meses. En aquel momento duraba seis: "No la organizan. Tienen que ajustar la Copa Libertadores, las selecciones... Es profesional, pero cuatro meses. La jugadora tiene contrato cuatro meses, los otros ocho, nada. Yo sí tenía contrato todo el año. El resto del año entrenaba por mi cuenta o entrenaba con el resto de divisiones de chicos para mantenerme en forma".

Llegó a Madrid con la pretemporada finalizada, a falta de una semana para que arrancara la liga. "En el primer entrenamiento, si toqué el balón dos veces fue mucho", se ríe: "Aquí juegas a otro ritmo, da igual la jugadora que sea, te da un pase fuerte, te juegan rápido, te controlan muy bien. Tienes que gestionar rápido las decisiones. Allí se juega a otro ritmo".

La despedida y una Copa de la Reina imborrable

"Ha sido una experiencia y un crecimiento que he tenido a nivel deportivo y personal demasiado amplio en mi vida", confiesa Leicy Santos durante el programa con tono de despedida. Llegó en 2019 a modo de cesión, terminó fichando por el club y la temporada que viene volverá a coger un avión para cruzar el charco y formar parte del Washington Spirit de la NWSL, que dirigirá Jonatan Giráldez: "Todos los momentos que he tenido han sido increíbles. Amo Madrid, amo al club".

Tomar la decisión de dejar el Atlético de Madrid Femenino no fue nada fácil: "Fueron meses muy difíciles. Un día me despertaba con una decisión, al día siguiente con otra. Fue un mes muy intenso, con mucho estrés, con mucha carga que sentía que tenía en la espalda por parte de todos los lados. Medité mucho la decisión".

Como ha hecho siempre, recurrió a sus padres buscando "una voz de la razón" y también se apoyó en Isabella Echeverri, su mejor amiga. "Después de investigar, buscar, justo pasa que ya sabía que quien iba a estar ahí era Jonatan. Él es el que me quiere, me busca. No fue una decisión fácil. Siento que, de momento, es la decisión correcta para mí y para mi futuro".

En su recuerdo quedará para siempre la final de la Copa de la Reina en la que el Atlético de Madrid remontó un 2-0 en contra ante el Real Madrid y terminó levantando el título en los penaltis. Leicy Santos se lesionó dos semanas antes del gran partido y tuvo que verlo desde fuera del campo: "Fue difícil de aceptar. Viví ese partido como si estuviese en el campo. Empezó a llover muchísimo y me bajé a donde se ponían las comentaristas. Había como una caseta y me metí ahí, estaba en el campo literal".

"Lo que yo sentí es algo que no puedo describirlo. Como yo me sentí, como grité esos goles, como sentía el equipo. Es una cosa loca que yo sé que uno como deportista y futbolista llega a un sitio y se va. Pero el sentimiento que yo siento por el club, por la afición, por el Atlético de Madrid es una locura", reconoce durante el programa. Además, confiesa que, tras el momento de la Copa de la Reina, un momento con el que se quedaría sería el día que renovó por cuatro años: "Tengo la foto en el estadio. Fue increíble".