Las claves del arte drag para disfrutar de 'Drag Race España'

El potencial político del maquillaje y de las pelucas: todo lo que tienes que saber sobre la historia del arte drag

Tras el éxito de programas como Drag Race hay todo un movimiento artístico y político vinculado a los derechos LGTBIQ+

Una de las ilustraciones del libro Arte Drag, de la editorial Astiberri

Las Spice Girls eran en realidad cinco drag queens y cada una expresaba un tipo de feminidad. De hecho, cada una de ellas tenía un sobrenombre —Baby Spice (Emma), Scary Spice (Mel B), Ginger Spice (Geri), Posh Spice (Victoria) y Sporty Spice (Mel C)— como lo tienen también los personajes creados por quienes hacen arte drag. Esta es la teoría de la que parte la investigadora Maayan Padan, de la Universidad Ben-Gurión del Néguev (Israel), en este paper publicado recientemente y en el que desmonta dos ideas: que la feminidad es natural, monolítica; pero también que solo es una imposición patriarcal en la que no opera la autonomía ni la elección personal.

Para Padan, el éxito de esta girl band fue, precisamente, que muchas personas podían identificarse con alguna de las distintas feminidades propuestas. A la pregunta de “¿Qué Spice Girl eres?”, cada cual respondía con un nombre. En realidad, lo que se respondía era con qué propuesta estética femenina se identificaba cada persona dentro del abanico de posibilidades. Porque, al fin y al cabo, “el drag enseña que cualquier persona puede crear una imagen ‘masculina’ o ‘femenina’”, explica a Newtral.es Jake Hall, periodista especializade en género y sexualidad y autore del cómic Arte Drag (Astiberri, 2022). “De alguna manera, el drag se ríe del mundo que nos rodea porque nos muestra que los conceptos sociales de géneros binarios y fijos no son tan incontestables como se suele pensar”, añade.

Ahora que se estrena la tercera temporada de Drag Race España (AtresPlayer Premium), es buen momento para que conozcas la historia del arte drag, vinculada a la lucha por los derechos LGTBIQ+, pero también para entender por qué esta expresión artística es una vía para repensar el género delante de la pantalla. Category is… ¡el drag es político!

Breve historia del arte drag

Arte Drag, de Jake Hall, repasa desde la antigua Grecia las expresiones artísticas y culturales de las que bebe el transformismo y el drag. Como explica Hall: “El travestismo escénico es una práctica centenaria”. Desde el teatro isabelino o el teatro kabuki pasando por el vodevil o la pantomima. “Se piensa que el término ‘drag’ se utilizó por primera vez de manera informal a finales del siglo XIX para describir cómo los actores hombres, que a menudo interpretaban roles femeninos, ‘arrastraban’ (del verbo inglés to drag) el tren de sus faldas y los bordes de sus enaguas por las tablas de los teatros”, añade. 

Hall recuerda que fue en 1870 cuando el diario británico Reynold’s publicó una invitación donde se indicaba que la etiqueta sería el drag, “es decir, que los hombres deberán llevar vestimenta femenina”.

Así, el concepto de lo drag nace vinculado a la feminidad en un mundo en el que esta expresión de género está devaluada y considerada inferior a la masculinidad (femmefobia). Desde ese prisma, lo masculino es neutro y no necesita artificios ni producción, mientras que lo femenino es la alteración (no en exceso, claro) de ese supuesto estado natural: tacones, maquillaje, pelucas, joyas… “Es cierto que el mundo de las drag queens se ha visto como más transgresor precisamente por ese odio a lo femenino, pero la escena de drag global está cambiando. En el drag hay queens, kings, criaturas, monstruos…”, defiende Hall sobre su diversidad. 

En Arte Drag, Hall habla del “arte de la guerra” para referirse a los levantamientos de drag queens y mujeres trans contra el pisoteo incesante de sus derechos. Eran principios de los 70 en Estados Unidos y poco antes, en 1969, Sylvia Rivera, Marsha P. Johnson y Stormé DeLarverie se encararon, con sus bolsos y tacones, a la Policía, que había iniciado una redada en Stonewall. “El enfrentamiento dio lugar a seis noches de manifestaciones que pusieron en marcha el activismo LGTB a nivel mundial”, apunta Hall.

Ahora, medio siglo después, en EEUU ya hay estados sacando adelante leyes antidrag. Como explica la revista Time en este reportaje, Tennessee ha sido el primero en prohibir espectáculos de arte drag en espacios públicos. Pero hay, al menos, otros 14 estados que están tramitando propuestas legislativas similares. 

Respecto a la historia del drag, la artista Rubén Antón ha dedicado parte de su carrera a rescatar la memoria cultural en España, donde considera que “se ha importado el término drag porque es anglosajón, pero cuyas raíces son diferentes al movimiento que tuvimos aquí, el transformismo”. 

“El arte drag en Estados Unidos está muy vinculado a identidades afro, como puede ser el caso de William Dorsey Swann, que, como forma de denuncia, se vestía como las señoronas victorianas que compraban esclavos”, explica Antón. Defiende que en España el travestismo escénico siempre se ha llamado transformismo y recuerda que “se hacía para acercar a la gente pobre aquellos artistas o espectáculos que no podían ver en un liceo o en un teatro porque no podían pagar la entrada”. 

“Las palabras tienen valor histórico, no deberíamos borrarlas porque eliminamos parte de la memoria. Por ejemplo, hay que defender el uso de ‘vedette’, que es la hiperfeminización encima de un escenario, como hicieron Bibiana Fernández o Carmen de Mairena”, añade. 

La drag queen Divine

El arte drag y la hipérbole del género

No hay nada más travesti que mi madre vestida para una boda, exagerando su feminidad, en una versión mejorada de sí misma”, cuenta Rubén Antón para ejemplificar que la transformación es una herramienta que todo el mundo usa aunque no sea con un objetivo escénico ni profesional.

Así lo defiende también Tom Fitzgerald, coautor junto a Lorenzo Márquez del ensayo Desfile de leyendas. Un siglo de historia queer a través de RuPaul’s Drag Race (Plankton, 2022): “Si hay algún mensaje detrás de la idea popular de transformación, ya sea arte drag, procedimientos cosméticos, modificación corporal, trucos de maquillaje o incluso simples cambios de imagen, es que cualquiera puede ser lo que quiera”, señala a Newtral.es.

A Jake Hall estas transformaciones diarias le resultan menos interesantes porque, en el fondo, siguen unas determinadas reglas sociales. Sin embargo, apunta, “el drag nos desafía a imaginar un mundo sin normas” y a proyectarnos a nosotros mismos en él, por lo que “nos da la libertad de convertirnos en lo que queramos”. Como dijo la drag queen RuPaul, creadora del programa original Drag Race: “Naciste desnudo, el resto es drag”.

Para Angelo Néstore, poeta, artista e investigadora en la Universidad de Málaga, “el arte drag coge elementos que usamos a diario, como la vestimenta y el maquillaje, y los hiperboliza para hacer un sarcasmo con el género, para poner en entredicho la supuesta verdad tangible o pseudonatural del mismo”.

Néstore forma parte del equipo de Pink Chadora, una de las drag queens que participan en la tercera temporada de Drag Race España. En conversación con Newtral.es explica la propuesta política de esta drag que reivindica lo ‘bimbo’ —la asunción patriarcal de que las personas hiperfemeninas son tontas, y a mayor producción estética, menor capacidad intelectual—: “Es una barbie total, como una muñeca viviente: rubia, de rosa, con ojos claros… Es muy llamativo cuando muchos tíos la ven de espaldas y asumen que es una mujer cis, y de repente se quedan a cuadros cuando se da la vuelta. Pink Chadora tiene la capacidad de generar un deseo o fantasía en alguien que luego se puede a sentir incómodo por haber sentido ese deseo o por romper con las expectativas que tenía”. 

Pink Chadora concursa en Drag Race España
La drag queen Pink Chadora, participante de Drag Race España 3

Es por esto que Néstore considera que el arte drag “tiene la capacidad de coger elementos cotidianos y colocarlos en otro lugar para asombrarnos”. Una virtud, la del asombro, que perderíamos según crecemos: “El drag es algo muy parecido a lo que hacemos en la infancia, que es experimentar y cambiar, jugar a ser otras personas. Es un deseo muy elástico porque queremos ser todo, muchas cosas a la vez, la fantasía es infinita”.

¿Sirve el drag para explorar nuestra identidad? Tom Fitzgerald considera que sí: “Te obliga a cuestionarte por qué eres como eres y si tienes otras opciones. Eso hace que la gente se sienta bastante incómoda a veces”. 

En sus talleres, Gad Yola, artista y drag queen peruana, siempre repite a quienes asisten: “Confiad en el proceso”. “El drag muchas veces es una hipérbole de tu expresión de género. Puede servir para encontrar la dimensión más exagerada de ti misma”, explica a Newtral.es, poniendo de manifiesto que menos no es siempre más. “También puede servir para saber con qué no te sientes cómoda. A mí personalmente me gusta llamar la atención y cuando la tengo, hablar de cosas que molestan”, añade. 

Algunas de esas “cosas que molestan” son mensajes antirracistas. Esta drag queen no desaprovecha oportunidad para arremeter contra el colonialismo, contra la ley de extranjería en España o contra los ataques a los derechos humanos en el Perú.

La drag queen Gad Yola
En el centro, la drag queen Gad Yola durante el rodaje de su videoclip ‘No exotice’ | Cedida por ella

Para Mel, cuyo nombre como drag king es Marcus Massalami, el arte drag “pone mucho el foco en la construcción de la expresión de género para que sea muy visible precisamente que es una construcción y que cualquier persona puede ser cualquier cosa”. “Es como si le enseñases a la gente cómo funciona un truco de magia. Eso hace que se desmonte, en parte, la performance diaria de mucha gente, que se vea que no hay ninguna esencia de la masculinidad ni de la feminidad”, añade en conversación con Newtral.es. 

Arte drag con drag queens y drag kings como Marcus Massalami
El drag king Marcus Massalami | Cedida por él

El éxito de Drag Race España

Dice la drag queen Gad Yola que el éxito de Drag Race España puede compartir raíz con el éxito de programas como Lluvia de estrellas o Tu cara me suena. “Casi todo el mundo quiere poder cambiar de envoltorio”, señala. De hecho, la transformación como elemento dramático y sorpresivo es un recurso habitual en las divas del pop. Lady Gaga o Doja Cat son ejemplos de ello, como apunta Tom Fitzgerald: “No es de extrañar que muchas estrellas usen pelucas y maquillajes extremos para refrescar su imagen. Al principio, el drag era una respuesta queer a las imágenes glamorosas de las mujeres famosas, pero hoy vemos que ocurre lo contrario: son las estrellas las que se inspiran en el drag”. O como canta Rosalía en el tema Saoko de su último álbum: “Yo soy muy mía, yo me transformo / Makeup de drag queen, yo me transformo / Lluvia de estrellas, yo me transformo”.

Drag Race España
Drag Race España 3 se estrena este domingo 16 de abril | Atresplayer

El éxito de Drag Race España, que estrena ahora su tercera temporada, se debe inicialmente al talent show de RuPaul, “quien hizo de esta forma de arte su misión”, apunta Fitzgerald. “Pero su éxito mundial puede atribuirse a la época en que vivimos. Estamos en un momento en el que el concepto de género se debate más abierta y ampliamente que nunca. También vemos que la generación actual llega a la edad adulta con una perspectiva de aceptación mucho más amplia de las identidades queer”, añade el coautor de Desfile de leyendas.

Fuentes

“Strength and courage in a wonderbra”: Femininity, drag, and the spice girls (Sexualities, SAGE Journals, 2023)

Arte Drag, de Jake Hall (Astiberri, 2022)

Desfile de leyendas, de Tom Fitzgerald y Lorenzo Márquez (Plankton, 2022)

Jake Hall, periodista especializade en género y sexualidad

Revista Time

Gad Yola, artista y drag queen

Mel Meleguer, creadora del drag king Marcus Massalami

Tom Fitzgerald, divulgador LGTBIQ+ y coautor de Desfile de leyendas

Rubén Antón, artista y creadora del proyecto Drag Is Burning

Angelo Néstore, poeta, artista e investigadora en la Universidad de Málaga

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