“Qué hago yo con mi vida”

Estamos comenzando agosto, el mes de vacaciones por excelencia en España, y aunque todos tratamos de disfrutarlas, en el caso los estudiantes, siempre tienen un pequeño desazón pensando que va a pasar cuando llegue el fatídico septiembre y comiencen el nuevo curso. Los pequeños, que nuevos compañeros encontrarán. Los menos pequeños, como será el nuevo instituto al que han de incorporarse o esa ansiada universidad que los está esperando, y los que ya han concluido sus estudios universitarios, diciendo esa atronadora frase: “que hago yo con mi vida”.

    06 ago 2014 / 22:00 H.


    Pues como dijo el decano de la facultad de Económicas de Granada, no os preocupéis, si tenemos que morirnos todos los que hemos creado este sin sentido, que hace que no podamos ofreceros, ejercer lo estudiado en las facultades. Y no se entienda la frase como un mal deseo, sino como algo que es ley de vida.
    Conseguimos crear un sistema, en el que teníamos derecho a todo. Ejemplo: España necesita para cubrir sus necesidades, sacar al año 500 telecos. Pues no, sacamos 5.000 de 40 facultades, porque si esa provincia tenía una facultad, la mía también, costándole al estado entre 120.000 y 150.000 euros la formación de cada técnico, por lo que con una pequeña multiplicación, podemos ver la cantidad de dinero, amén de esfuerzo, que hemos regalado a otros países.
    Visto la eficiencia de nuestros políticos, mi buen amigo Salva me ha dicho que vamos a crear un nuevo partido que se llamará “Queremos”. Su ideología será totalmente neutra, y se basará en una serie de pilares básicos como: Queremos que las bodas civiles las celebre un juez y un jurado: si queremos. Queremos que en las actuales bodas, con la edad a las que se están casando, se tire viagra en vez de arroz: si queremos. Queremos dos meses de vacaciones trimestrales; si, si, si queremos. La única pega es que dice que el presidente del partido tiene que ser él, pero bien pagado, porque eso requiere dedicación exclusiva, y no puede cobrar menos de 20.000 euros mes. Salva, cálmate, que no llevas ni diez minutos en política y ya te estás corrompiendo.