Sitio siempre a tope por situación, variedad, y precio. Si vas a horas normales, dificil de encontrar mesa Pedimos calamarcitos, croquetas, bravas, provolone, etc....y bastante bien. El precio económico y más para ser en todo el centro de la ciudad

Las alcachofas salteadas completamente quemadas y las gambas a la plancha también!!!! Una vez manifestada la queja, lan raspado la zona quemada y me las han vuelto a servir. Ninguna explicación al respecto. El servicio atento pero impotente ante la situación…

Buena atención desde la entrada hasta la salida, carta variada ,buena calidad y servicio muy bueno.

Por recomendación de los dueños del Bar Alaska de Cerdanyola, después de estar allí en una comida de trabajo con un equipo de TV, esta tarde mi madre y yo nos hemos acercado al Bar Canalla de Sabadell (del mismo grupo) a tomar unas tapas....Al llegar había un camarero en la puerta -un chico de pelo rapado y tatuado- a quién le hemos preguntado si la cocina estaba abierta y nos ha dicho que sí. Nos ha visto sentarnos en la terraza, nos ha dado las cartas y se ha ido. Después de 15-20 min al no venir nadie me he levantado y me he acercado a la barra del interior con la intención de pedir, y ahorrarle el viaje, pero al verme, con un tono autoritario me ha indicado que me sentara que ya venía. Unos 10-15 minutos después ha salido a la terraza y ha atendido una mesa con un grupo de chicas jóvenes, con quiénes se ha hecho un selfie, yo observaba la escena un poco incrédula, vista la situación, muchas mesas llenas y nosotras esperando, y al verse sorprendido me ha mirado y gritado 'no me pongas caras que ya voy!'. Aunque atónita no he contestado, y aún hemos esperado un poco. El chico ha seguido hablando con las chicas y a continuación se ha dirigido a otra mesa dónde había una pareja que había llegado después de nosotras y les ha tomado nota, y ya luego se ha acercado a nuestra mesa y con mala gana nos dice: 'Qué queréis!' (Unos 30 min. después de habernos sentado). Le contesto que un poco de amabilidad, y contesta con tono agresivo y prepotente 'ya estoy aquí, qué más queréis!'. Ante tal respuesta mi madre y yo no sabíamos ni que responder y nos hemos empezado a levantar para irnos, y el chico se ha girado haciéndose el ofendido mientras gritaba 'yo no soy un perro, soy un camarero!'. Lo que ya nos ha parecido el colmo del surrealismo. Antes de irnos mi madre se le ha acercado y le ha dicho 'eres un mal educado', a lo que él le ha gritado 'señora, no me toque!', cosa que obviamente mi madre no estaba haciendo, siendo él mucho más corpulento que ella. Mi madre le ha preguntado por el jefe de sala para quejarse y el chico ha respondido que él era el jefe de sala. Así pues nos hemos ido sin comer y sin ganas de volver. Realmente ha sido una gran decepción y un momento muy muy desagradable, ya que además, después de esto, hemos tenido que atender a mi madre por una subida de tensión y fuertes mareos debido al mal rato. Espero que algún superior de este chico se de cuenta de que esta persona no está capacitada para el trabajo que desarrolla, además de tener muy poca educación.Más

El menú semanal bien de calidad y precio, servicio dentro muy rápido en servirte i trato agradable y con una sonrisa Repetiremos seguro

Mal servicio por parte de una camarera, nos sentamos en una mesa en la terraza nos retira el servicio anterior pero sin limpiar la mesa. Vuelve con lo q le pedimos y se va sin limpiar la mesa....al cabo de un rato le decimos si...puede limpiar la mesa pero nos reprocha q nos hayamos sentado antes de q la limpiara ??? Por segunda vez le pedimos por favor q la limpie...no aparece. Tenemos q ir al interior a pedir una bayeta para limpiarnos nosotros mismos la mesa pero muy amablemente el camarero del interior se ofreció rápidamente a limpiarla....increíble? Al cabo de unos días otra impertinencia por parte de la misma persona.Más

Vivo en Sabadell y siempre vi este restaurante bastante lleno por lo que me decidí a entrar. Al decir que iba solo, la chica que me atendió fue muy poco profesional y con poca vista. Primero, en toda mi cara, se aseguró de que no...hubiera nadie fuera para ocupar al menos las mesas de dos comensales, incluso fue a una pareja en la calle que claramente no iba a entrar para intentar decirme que no porque se gana mas si entran dos que si entra uno. Me senté, tenia hambre, y pedí una tapa de fuet para acompañar con una cerveza mientras esperaba el plato que había pedido. Pues me trajeron la cerveza y con el plato principal, el fuet. La comida bastante bien y abundante. Nada que decir al respecto. Tardaron mucho en cobrarme, sin embargo para entonces ya se había formado mucha cola, no se, poco coherente la gestión. Si vais en pareja o acompañados creo que puede satisfacer a mucha gente, ahora bien SI VAS SOLO, NI TE ACERQUES AL RESTAURANTE.Más