Muere a la avanzada edad de 98 años el rey del terror de la serie B Roger Corman - decine21.com
Decine21

In memoriam

Apadrinó a cineastas como Francis Ford Coppola, Jack Nicholson y Jonathan Demme

Muere a la avanzada edad de 98 años el rey del terror de la serie B Roger Corman

Conocido como el rey de la serie B, Roger Corman tenía fama de roñoso a ultranza. Pero fue el responsable de la memorable saga de adaptaciones de Edgar Allan Poe que protagonizó Vincent Price. Además, le dio su primera oportunidad a numerosos jóvenes con talento que renovaron por completo el cine. El veterano y prolífico cineasta ha muerto a la avanzada edad de 98 años en su domicilio de Santa Mónica el pasado 9 de mayo.

Muere a la avanzada edad de 98 años el rey del terror de la serie B Roger Corman

Natural de Detroit, la ciudad donde se asienta la industria del automóvil estadounidense, Roger William Corman –que vino al mundo el 5 de abril de 1926– estuvo a punto de seguir los pasos de su padre, ingeniero al servicio del sector. Tras terminar a su vez los estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad de Stanford, y después del paréntesis que supuso su reclutamiento durante la II Guerra Mundial, el chico se puso a trabajar para U.S. Electrical Motors.

Pero la carrera en este área de Roger Corman duró exactamente cuatro días. Empezó a trabajar el lunes, y el jueves le dijo a su jefe que se había equivocado de profesión. Había llegado a la conclusión de que lo suyo eran las películas.

Decidido a establecerse en el mundillo del Séptimo Arte, aunque fuera desde abajo, consiguió un trabajo como repartidor de la correspondencia en 20th Century Fox. En el área de las majors aguantó un poco más que en la ingeniería, e incluso ascendió a lector de guiones. Sólo le gustó uno de los que le asignaron, el de El pistolero, que rodaría Henry King con Gregory Peck en 1950. El joven e ilusionado Roger Corman escribió un informe con ideas para la filmación del proyecto. Pero se desencantó por completo cuando terminado el film, descubrió que no se habían molestado en mencionarle en los títulos de crédito. Decidió que desde ese momento sólo se dedicaría a sus propias películas.

Aprovechando una ley gubernamental conocida popularmente como la G.I. Bill, que preveía financiación para los estudios de ex combatientes, Roger Corman estudió Literatura Inglesa en Oxford, la prestigiosa universidad británica. De regreso a Estados Unidos se estableció en Los Ángeles, y consiguió vender un guión propio para el film Highway Dragnet, que dirigió Nathan Juran, en 1954.

Poco después se une a James H. Nicholson y Samuel Z. Arkoff en la productora independiente American International Pictures. En el seno de esta empresa, en la que permanecería durante mucho tiempo, debuta como realizador con Cinco pistolas, un western de presupuesto ínfimo, con John Lund y Dorothy Malone.

Desde ese momento, Roger Corman inicia una carrera frenética. Dirige numerosos títulos al año (hasta 9 en 1957). Son películas ligeras, pero con argumentos amenos y frescos, atractivos sobre todo para el público joven, que acudía a verlos en las salas de sesión doble y autocines de la época. No se sale del cine de género, pues repite varias veces en el western (The Oklahoma Woman, El sheriff de Oracle) y abunda en el cine fantástico y de terror (Attack of the Crab Monsters, Teenage Cave Man, La mujer avispa, Las mujeres vikingo y la serpiente de mar). El astuto cineasta siempre conseguía que parecieran mucho más caras de lo que realmente eran. Para ello utilizaba tácticas sencillas (rodar en lugares sin permiso, utilizar metraje desechado de otras películas y celuloide caducado, aprovechar decorados ya hechos, o actores contratados para otros filmes, etc.) pero eficaces al fin y al cabo.

Dick Miller, actor habitual de sus películas, recordaba muy bien el proceder de Roger Corman, con el que debutó al día siguiente de conocerle, como indio en Mujer apache. "Ni siquiera usé los tacos nasales que ensanchaban las fosas de la nariz, habituales en la época para darle similitud a los indios. Sólo me untaron maquillaje oscuro", explica. Una semana después, Corman le volvió a llamar para pedirle que hiciera de vaquero. "Le pregunté si iba a hacer otro film y me dijo que no, que era el mismo. Fue así como interpreté a un cowboy y a un apache en una sola cinta, y al final estuve a punto de matarme a mí mismo, ya que formaba parte de la cuadrilla que enviaron a liquidar a mi indio. En las producciones de Roger todo el mundo se desdoblaba".

El ciclo de adaptaciones de Edgar Allan Poe

1960 fue clave en la carrera de Roger Corman. Ese mismo año, según la leyenda que circula al respecto, se apostó con alguien que sería capaz de hacer un film en menos de tres días. En sólo dos y una noche, el realizador acabó las secuencias principales (durante las dos semanas siguientes rodó material adicional) de La pequeña tienda de los horrores, en torno al dependiente de una floristería, que cuida de una misteriosa planta carnívora que come humanos. En uno de sus primeros papeles, Jack Nicholson interpreta a un masoquista, paciente de un brutal odontólogo. Convertida en una cinta de culto por los apasionados de la serie B, dio lugar en 1982 a un musical, que a su vez se llevó al cine (La tienda de los horrores, de Frank Oz). Posteriormente, se hizo una serie animada titulada Little Shop.

Ese mismo año, Roger Corman rueda La caída de la casa Usher, protagonizada por Vincent Price, que se convertiría en habitual de su cine, y que inicia la serie de adaptaciones de obras de Edgar Allan Poe, que cuenta con otros 7 títulos: El péndulo de la muerte, La obsesión, Historias de terror, El palacio de los espíritus, La máscara de la muerte roja, La tumba de Ligeia y El cuervo (1963). Puesto que para esta última había fichado a uno de los iconos del cine de terror, el gran Boris Karloff, aprovechó al reparto para rodar en un fin de semana en los mismos decorados El terror, ajena al universo de Poe, aunque muy en la línea de sus escritos.

La mayoría de estos títulos cuenta con guiones del prestigioso novelista Richard Matheson (Soy leyenda) –Robert Towne, gran amigo suyo y Charles Beaumont también colaboran con él en alguno–. Lo cierto es que a Corman le gusta rodearse de gente de confianza en su equipo, por lo que también solía trabajar con el diseñador de decorados Daniel Haller, el director de fotografía Floyd Crosby y actores como los citados Nicholson y Price, además de Ray Milland, Basil Rathbone, Barbara Steele, Peter Lorre y otros.

Tras estas cintas, el realizador obtuvo cierto prestigio. Incluso inauguró el festival de Venecia en 1966 con Los ángeles del infierno, auténtica precursora del cine de moteros, que protagonizaron Peter Fonda (tres años antes de la mítica Easy Rider), Nancy Sinatra y Bruce Dern. Entre sus películas destaca El hombre con rayos X en los ojos, el escalofriante periplo de un científico (Ray Milland) que decide inyectarse a sí mismo a fines de prueba un suero que proporciona la capacidad de ver a través de las paredes.

El cineasta se casó con Julie Halloran –posteriormente conocida como Julie Corman–, que se convirtió también en productora. El matrimonio ha tenido cuatro hijos. A principios de los 60, Corman había querido independizarse de American International Pictures, fundando su propia compañía, Filmgroup, con su hermano Gene. Pero el intento no funcionó. Por fin, en 1970, ambos crean New World Pictures, que estuvo operativa hasta 1997, y llegó a ser un grupo mediático importante.

Con esta firma, Corman produce a destajo, dándole una oportunidad a cualquier joven con talento dispuesto a trabajar sin demasiada remuneración. Entre sus alumnos destacan diversos jóvenes del Nuevo Hollywood, que cambiarían el cine para siempre, como Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Joe Dante, James Cameron, Peter Bogdanovich, Ron Howard y Jonathan Demme, que suele sacar a Corman haciendo un cameo en sus películas, como en El silencio de los corderos. Cuando le pedían que se estirara un poco más con el sueldo, la respuesta siempre era la misma: "Con lo que estáis aprendiendo, tendríais que pagarme vosotros a mí". Scorsese recuerda con cierto cariño los curiosos consejos de Corman: "Marty, cuando hagas una película necesitarás un primer rollo apabullante, porque la gente quiere enterarse de qué está pasando, y una última escena de aúpa, para que salgan contentos. Lo de en medio no importa demasiado", le comentó durante el rodaje de El tren de Bertha. "Es probablemente el razonamiento más sabio que he escuchado", recuerda Scorsese.

Roger Corman escribió (asistido por Jim Jerome) un interesante libro sobre su forma de hacer cine, "Cómo hice cien films en Hollywood y nunca perdí un céntimo", rico en anécdotas. Ha seguido en activo hasta una edad muy avanzada, produciendo sobre todo telefilmes de temática fantástica, o subproductos pensados para el mercado del DVD. Incluso ha anunciado que produciría los remakes de sus versiones de Poe, aunque es consciente de que le costará reemplazar al irrepetible Price. Su último trabajo como realizador fue la poco inspirada La resurrección de Frankenstein, de 1990, donde un científico del siglo XXI se traslada en el tiempo a la época de Mary Shelley.

Roger Corman recibió un Oscar honorífico a toda su carrera en 2009, junto a veteranos como Gordon Willis y Lauren Bacall.

Lo último del mundo del cine