Beatriz Séiquer del Riego: sólo somos lo que nadie ve - La Opinión de Murcia

Opinión | Retratos de Juan Ballester

Juan Ballester

Beatriz Séiquer del Riego: sólo somos lo que nadie ve

Desde dónde, desde cuándo los seres humanos relacionamos nuestro aspecto con nuestra identidad? Estoy imaginando ahora a un hombre Neanderthal: seguramente se taparía del frío con pieles de animales, como hacían todos los demás, pero a él, por su actividad constante y apasionada ante la caza, le resultaría más útil llevar las rodillas y los codos liberados de todo tipo de impedimento físico para poder ejercer su misión con mayor acierto. Evidentemente, se trataría de un hombre admirado por todos, por lo que, poco a poco, el resto de cazadores, tanto de su grupo como de los grupos cercanos, irían copiando su ‘estilo’ hasta convertirlo en una rutina. Muchos miles de años después, los neandertales que les sucedieron seguirían poniéndose las pieles de esta forma para ir a cazar, solo que ya no sabrían por qué lo hacían así. Son las tradiciones.

Un millón de años después de aquel Neanderthal (concretamente un 5 de abril del año 2024 del calendario gregoriano), una chica de Murcia conocida en las redes sociales como Zoe Lilith, se levanta temprano y comienza a prepararse, ya que pocas horas después debe salir de viaje hacia Valencia donde a las siete de la tarde tiene que realizar una sesión de fotos en el concierto de Void’s Legion, un conocido grupo madrileño de música Death Metal. La verdad es que no sabe muy bien qué ropa ponerse, pero como su estética personal desde hace años es la subcultura gótica, aparte del inevitable marcaje de sus ojos y labios, decide individualizarse un poco más introduciendo algo de color en su pelo y poniéndose algún abalorio medieval. Al pasar a la vestimenta, como ya hace tiempo que todos la han ‘democratizado’ un poco, conservando la esencia punk de los setenta de tonos fúnebres, pero evolucionando a través de bandas de música como Joy Division y actualizándose a las comodidades del arrasador estilo casual, finalmente se decide por una camiseta negra sin mangas, chaqueta estrafalaria oscura, pantalón vaquero de color negro con rotos por doquier y botas militares.

Aquel hombre cazador era admirado y creaba su propio estilo, mientras que esta chica fotógrafa busca un estilo afín a sus gustos para definirse. Sin embargo, más allá de nuestra apariencia personal a través del estilo, ¿qué es lo que ha permanecido inmutable a lo largo del tiempo entre todos los humanos? Seguramente la necesidad de salir de ese gran vacío existencial que nos define: unos pocos mediante la acción, la originalidad y el ejemplo, pero, la gran mayoría, mediante la cómoda adaptación a unos patrones que nos cobijan y sitúan. En el fondo, unos y otros queriendo darle sentido a la propia identidad, pero, sólo somos lo que nadie ve.

Suscríbete para seguir leyendo