La cosa empieza regular. Hago a Miguel �ngel Silvestre (Castell�n, 1982) la t�pica primera pregunta de carril para romper el hielo... y patino. Protagoniza de nuevo, en su segunda temporada, 30 monedas, la demencial (en el mejor sentido) serie de �lex de la Iglesia para HBO Max, y le planteo si agradece un personaje as�, apocado y discreto, tan alejado del estereotipo que le acompa�a.
Pillo. Con exquisita educaci�n, pero pillo: "Es que ese estereotipo no existe, est� en tu cabeza porque comparas con un personaje concreto, El Duque de Sin tetas no hay para�so, que hice hace mucho y no he repetido. Creo que t� no has visto m�s trabajos m�os".
Y me sonr�e porque, por encima de todo y hasta sacudi�ndote, Miguel �ngel Silvestre es un tipo encantador.
- S� he visto m�s, pero el perfil de tipo duro y guapo no me lo puedes negar.
- Honestamente, yo nunca dir�a que ese es mi registro. Todos los personajes los trabajo en base al gui�n y, por lo menos bajo mi prisma, no tienen tantas cosas en com�n. �Sabes qu� pasa? Honestamente, creo que a veces las personas que hacen las entrevistas no han hecho bien su trabajo y se van a la pregunta m�s f�cil. Ya llevo muchos a�os trabajando, pero si no me has visto como Pablo Ibar, si no has visto 'Sense8', si no has visto 'Alacr�n enamorado' o si no has visto 'Velvet', sigues pensando en El Duque. Entonces creo que quiz� el trabajo no lo has hecho t� y te lo tengo que decir con transparencia para que podamos hablar sin tapujos.
- Seguramente tengas raz�n, pero cuando uno se hace tan famoso por un personaje concreto es dif�cil sacarlo del imaginario colectivo.
- Tienes raz�n. Se queda en el recuerdo colectivo y en el m�o. Es un personaje que me muero de ganas de volver a hacer y si me dicen ma�ana que regresa El Duque, firmo corriendo. No le guardo ning�n rencor, al contrario, lo quiero mucho. El tema del encasillamiento nunca me lo he tomado en serio porque yo estudiaba en la escuela de Juan Carlos Corazza y siempre nos ce�imos a que un actor tiene que trabajar con tes�n en base al guion, que eres un instrumento dentro de una orquesta y es muy importante que hagas el personaje como est� escrito porque, si no, la orquesta no suena bien. Entonces, intentar variar el comportamiento de un personaje porque no te quieres encasillar es de un egocentrismo que no va conmigo. Yo trabajo para un se�or que ha escrito un color y t� tienes que representar ese color. Punto.
- �Logras aparcar tanto el ego?
- He tenido la suerte de conocer a grandes directores como Almod�var y, cuando t� ves a esos maestros crear un todo, te das cuenta de la escasa importancia que tiene tu ego. Ser�a muy osado por mi parte querer manipular el color de un personaje. La parte m�s importante de ser actor es entender para qu� est� escrita esta escena, para qu� est� escrito tu personaje, qu� plato sirve tu personaje en esta pel�cula y de qu� habla la pel�cula. Y a veces eso exige que t� te coloques en la sombra para que otro luzca m�s y otras, que hagas el pino-puente y resultes cre�ble. Que salga bien una pel�cula es muy dif�cil, casi un acto m�gico, y no puedes ser el pist�n del engranaje que lo estropee. No eres tan importante. En alguna ocasi�n me han dicho: "�Qu� bien est�s en esta escena!". Y yo he respondido que el m�rito es del director, que ha tenido muy buen gusto para escoger justo el momento donde yo no estaba mintiendo.
M�s entrevistas chimp�n
- �Eres de los que sufre vi�ndose actuar?
- No me veo, pero no por sufrimiento sino por pereza. Ya me lo s�, ya lo he visto y me gusta dormir.. Si me tengo que ver, que sea por la ma�ana y si no prefiero no verme. As� duermo mejor. Me pongo l�mite horario a m� mismo. Adem�s, hay excepciones donde el director, junto con un equipo brutal, la m�sica y el montaje, hacen algo especial, pero la gran mayor�a de las veces ver tus trabajos provoca una gran frustraci�n porque es muy diferente lo que imaginaste de lo que ves.
- Me han comentado que de la primera temporada a esta hay un subid�n de peticiones de entrevistas contigo. �Lo notas?
- Me halaga, pero yo no sab�a esto. A m� no me lo han contado.
- Ser� para que no te vengas arriba.
- Claro, pensar�n que, como me entere, la pr�xima vez que me lleven a un hotel voy a exigir que la habitaci�n est� entera pintada de rosa [risas]. Mira, yo creo que la fama hay que mirarla por el espejo retrovisor porque no es del todo cierta. Yo vivo en la naturaleza y la naturaleza tiene una fuerza y una verdad mucho mayor que las luces del sistema. Ni siquiera hablo s�lo de la fama, sino de las luces tentadoras que te ofrece la ciudad, del d�a a d�a y de las personalidades polite [educadas], de lo que se supone que se ha de decir para no molestar. La naturaleza es mucho m�s brusca, un jabal� es mucho m�s brusco que todo eso.
- �Qu� quiere decir exactamente que vives en la naturaleza?
- Vivo en un bosque. En mitad del bosque.
- �Con unos servicios m�nimos?
- S�, pero muy m�nimos. Hago autoabastecimiento de muchas cosas y me encuentro muchos animalitos, m�s o menos grandes, pero convivimos en armon�a.
- �Qu� te aporta?
- Nada m�stico, simplemente es quien soy. Yo soy un hortelano valenciano, siempre lo he sido y siempre lo ser�, as� que ese es mi mejor h�bitat, donde mejor me desenvuelvo, mucho mejor que en la ciudad y la sociedad de las luces.
- �Sigues siendo el chaval que fuiste?
- He cambiado mucho desde mi adolescencia, y menos mal. No mido el cambio como la p�rdida de la esencia sino como que he logrado mayor paz y mayor alegr�a de vivir. Tiene que ver con la confianza en m� mismo y la aceptaci�n de alguien que ten�a miedo hacia la vida. Es maravilloso, es lo bonito de crecer y de superar una adolescencia jodida, el querer pertenecer y perderte. Perder tu autenticidad por querer pertenecer al sistema y por tenerle miedo a la soledad. Cada uno vive su viaje. Hay gente con much�sima autenticidad desde muy peque�a, pero a m� me cost�. Pas� mucho miedo.
- �A qu�?
- A todo. De peque�o ten�a miedo siempre. No s� si ser� mi configuraci�n, mi astrolog�a, mi I Ching, que es el or�culo chino... No s�, hay personalidades diferentes, est� Messi y est� Cristiano Ronaldo, los dos tienen un don, pero cada uno lo explota desde un lugar diferente, ni mejor ni peor. Cada uno tiene su viaje.
- La serie trata de la religi�n y lo paranormal. �Qu� relaci�n tienes t� con ambas cosas?
- Soy muy espiritual. Me gusta mucho el m�s all� y miro siempre al cielo por si acaso veo un ovni. Me encanta eso. Es lo que m�s busco en Google: documentales del m�s all�, ovnis, agujeros negros, astrolog�a... Es la parte que m�s me fascina y que m�s me inquieta. El m�s all�.
- Volviendo un poco al principio y a tu imagen, �te has sentido cosificado?
- No. Es que, �me puedes definir qu� es cosificaci�n? �Sabes lo que pasa? Son t�rminos tan globales que muere la espontaneidad con ellos. El matiz de un piropo va mucho m�s all� que un concepto tan global de bien o mal. T� tienes el pelo muy bonito, por ejemplo.
- Estoy clareando por arriba.
- Lo que te veo yo, con este contraluz, es un pelo precioso. Y te lo digo. T�o, �eso es cosificar a alguien? Yo realzo algo de ti porque me parece realmente bonito, como me lo parece cuando amanece en la monta�a y ves el cielo despejado, el sol salir, las nubes abajo. Hay belleza en la naturaleza y en tu pelo. Tienes un mont�n y esa barba... Hay algo viril y rotundo en ti que es admirable. �Te estoy cosificando porque lo verbalice con respeto? No s�, es que es inevitable: tienes el pelo bonito y a m� me gusta verlo. Yo no s� de lo que me hablan cuando me hablan de cosificaci�n.
- Por ejemplo, de que la valoraci�n de tu trabajo dependa de tu f�sico. Es una denuncia constante de las actrices de tu edad que, cruzados los 40, todo se complica para ellas.
- �No crees que forma parte del pasado eso? No lo s�, si ellas lo dicen es verdad seguro, pero es que a m� la sabidur�a de M�nica Bellucci o Pen�lope Cruz, el saber estar de una mujer m�s mayor, esa serenidad, esa capacidad que tienen para ser m�s sensibles y m�s emp�ticas y, a la vez, tener fuerza como para poder movilizar el mundo, es algo que me seduce mucho y necesito verlo en pantalla.
- Le� que has ido a seminarios contra el machismo.
- He tenido la posibilidad de ir a charlas donde se hablaba de la decodificaci�n del g�nero y de d�nde venimos: de un periodo, de un lugar, de unos chistes, de unas historias en la tele... Un mont�n de cosas que, sin t� querer ofender a nadie, todos tenemos dentro y est�n mal. Viajamos con el peso de todos esos conocimientos y es muy importante decodificar de d�nde venimos para poder evolucionar y viajar con las nuevas generaciones a un momento donde ha cambiado el l�xico y ha cambiado la energ�a. No hay por qu� definir en una palabra qui�nes somos, podemos ser mucho m�s que masculino, femenino, heterosexual u homosexual. Me parece un proceso interesante comprender que no est�s hablando t�, est� hablando el sistema del que vienes y tener la responsabilidad con el l�xico, con el gesto y con nuestra energ�a de ser mucho m�s inclusivos.
- �Has logrado completar ese proceso?
- En ello estoy. Muchas veces veo ejemplos de gente que, sin ser ellos machistas, se les ha podido tachar de machistas por un comentario y pienso: "Qu� interesante". Lo observo sin juzgar y veo que no habla �l, habla el sistema, hablan los platos de los que se aliment� y el sistema en el que cabalg�. Ese error es su oportunidad de hacer una reflexi�n y asumir que estamos en el 2023 y han cambiado muchas cosas para bien. Son peque�os detallitos que habl�bamos en estos seminarios: mi alma es inclusiva, est� totalmente conectada al amor y a la empat�a, pero la codificaci�n, el disco duro que tengo en la cabeza, es otro.