'Hogar, dulce hogar': el golpe de tragedia que cambió el inolvidable sitcom mexicano

Captura de video de la presentación del programa 'Hogar dulce hogar', tomado de YouTube.
Captura de video de la presentación del programa 'Hogar dulce hogar', tomado de YouTube.

El prolífico y célebre Humberto Navarro produjo memorables programas para Televisa entre 1972 y 1986, lo que se considera hoy en día como la época dorada de la llamada 'barra cómica' de la televisión mexicana. Fue así que surgieron shows como 'Mi secretaria', 'La carabina de Ambrosio', 'Ensalada de locos', y un largo etcétera, aunque quizá el más entrañable —aparte de 'Mi secretaria'— y longevo, fue 'Hogar, dulce hogar', que duró 10 años al aire y convirtió a Sergio Corona y Luz María Aguilar en verdaderas celebridades a nivel internacional.

La premisa del programa, que se estrenó el 5 de septiembre de 1974, era engañosamente sencilla: dos matrimonios vecinos se conocían y hacían amistad, porque los maridos trabajaban juntos en una dependencia oficial. Por un lado, el afable y moderado Sergio (Corona, un comediante de gran sutileza) y su adorado tormento, Lucha (Aguilar, espléndida), una mujer de armas tomar, aguerrida y enérgica, que zangoloteaba a su marido (¡esos gritos!) para obligarlo a hacer exactamente como ella quería.

El polo opuesto vivía enfrente: Pepe (el gran actor colombiano José Gálvez, una figura imprescindible de la escena en México entre mediados de los 60 y finales de la década siguiente), el colega y amigo de Sergio, era un hombre arrogante, carismático y muy severo; en suma, la caricatura de un macho mexicano con educación, o bien "un hombre muy hombre", como se describía a sí mismo el personaje, aunque en el fondo era blando también, donde su esposa Juanita (la actriz y bailarina Begoña Palacios, a su vez en ese entonces esposa del famoso director Sam Peckinpah) era una mujer dulce y sensible, de apariencia bastante ingenua, pero que en realidad sabía que esa era la manera adecuada de tratar a su explosivo consorte.

Basándose en la estructura de los sitcoms tradicionales estadounidenses, 'Hogar, dulce hogar' se distinguía por ser el primer programa de comedia de situación hecho en México que realmente abordaba, aunque fuera de un modo cómico, las realidades del país en ese momento, haciendo un mordaz comentario social, sin criticar directamente a la esfera política (eso en la época de mayor auge de la hegemonía priísta estaba prohibido) pero manteniendo el humor sarcástico.

Un ejemplo de esto es una escena (que yo recuerdo vivamente de mi niñez) en la que Juanita y Lucha están sentadas junto a una ventana, Juanita se asoma y exclama, maravillada; "¡Platillos voladores!", a lo que Lucha responde, sin verla y con la ironía que la caracteriza: "¡Pues que bajen, aunque sea de frijoles, caray!", en alusión a la carestía en ese momento.

Era precisamente ese punto de conexión el que hizo que el programa —que era más astuto que los creados por 'Chespirito', aunque estos también pretendían hacer comentario social a su manera— fuese un éxito, haciendo que Corona (que ya era famoso en la ciudad de México como parte de la dupla cómica Corona y Arau, que formó por algunos años con Alfonso Arau, hasta que se separaron al estilo Dean Martin y Jerry Lewis) y Aguilar se volvieran reconocibles en todo el país.

Por su parte Pepe Gálvez, que llevaba más de 10 años siendo pareja sentimental de la formidable Ofelia Guilmáin, había tenido más participación en cine y en teatro, por lo que la popularidad que le trajo la TV fue un bono inesperado en ese punto de su carrera.

La serie resistió todo; desde las críticas que lo acusaban de ser poco original (en un principio), hasta la desconfianza misma de los ejecutivos de la televisora, a los que el productor mantenía a raya apoyándose en los números de rating que alcanzaban (claro, tampoco existía la competencia que hay hoy día) e incluso un golpe de tragedia terrible.

El 8 de agosto de 1978, a los 47 años de edad, y estando de vacaciones en Cancún, durante un receso de las grabaciones del programa, Gálvez sufrió un ataque al corazón, y aunque se le trasladó a la Ciudad de México, murió al día siguiente, causando gran consternación en el medio, donde era muy querido, y también en sus compañeros de trabajo, especialmente en Corona, que había llegado a formar una sólida amistad con él.

Ante lo repentino de la muerte de Gálvez, se vieron en la necesidad de hacer cambios drásticos al programa, pero no llegaban a ninguna conclusión satisfactoria: no podían hacer que el personaje estuviera de viaje indefinidamente, no podría ser que Pepe abandonara a Juanita (menos aún cuando apenas, en la ficción, se habían convertido en padres y la idea de sustituirlo con otro actor fue vetada por el elenco al completo —según testigos, cuando el productor reunió a sus actores para plantear la posibilidad, Luz María Aguilar no lo dejó terminar y apuntó de manera tajante: "Si tú buscas otro Pepe, de paso buscas otra Lucha, porque yo no lo voy a aceptar".

Toda vez que se calmaron los ánimos, decidieron que la solución sería mandar al personaje de Gálvez a otro lugar a trabajar y que Juanita y su bebé (una niña) lo alcanzaran, mientras que Sergio y Lucha (que también habían tenido un bebé, en este caso, un niño), se mudaban a otro departamento, esta vez, en propiedad.

Los números del rating no bajaron pese a lo abrupto de la salida de Gálvez y por consecuencia, Palacios, que había sido muy aclamada por su interpretación de una mujer que se fingía de pocas luces para poder mantener feliz a su marido, al que tenía comiendo de su mano.

Por 18 meses buscaron actores que tuvieran la química suficiente para poder repetir el éxito, mientras que los argumentos de los capítulos giraban en torno exclusivamente a la vida conyugal de Sergio y Lucha. Hubo muchas estrellas invitadas en ese periodo: Héctor Bonilla, 'Chachita', María Victoria (en su personaje de 'Inocencia', de 'La criada bien criada' y 'Mis huéspedes'), María Rubio, 'Zamorita', Jorge Ortiz de Pinedo, Olga Breeskin y un auténtico desfile del elenco que tenía entonces Televisa. Finalmente, en 1980 Manuel 'Flaco' Ibáñez y la comentarista de radio Jeannette Arceo fueron contratados para interpretar a Manolo y Janet, los nuevos vecinos, pero la química no fue igual y pese a que hacían un buen trabajo, no duraron ni un año de programas.

Para 1982, Corona y Aguilar le comunicaron a Navarro que no querían seguir porque estaban exhaustos y querían hacer algo diferente— además de grabar semanalmente, y no por temporadas, sino de corrido, habían hecho teatro y giras de presentaciones por todo el país y Latinoamérica.

El productor los liberó de sus contratos con el programa y les escribieron un episodio especial en el que la pareja vendía su departamento para mudarse a otro punto de la República (una solución similar a la de la muerte de Gálvez) y lo dejaban en manos de un matrimonio más joven, César (César Bono, que ya había cosechado gran éxito como hermano de Lupita Lara en 'Mi secretaria') y Xóchitl (la cantante profesional Xóchitl Vigil, que entonces era la esposa de Bono, y madre de sus dos hijas, María Rosa y María Sol), con la intención de atraer a un público más joven que había empezado a sintonizar programas como 'XE-TU' y 'Cachún, Cachún Ra-Rá'.

El experimento duró un par de años y en 1984, antes de que se cumplieran los 10 años de su salida al aire, se decidió cancelarlo y sustituirlo con un nuevo programa de Manuel 'Loco' Valdés, aunque recicló la idea de las dos parejas casadas —solo que ahora una era experimentada y la otra novata— en 'Cosas de casados', que tuvo como elenco principal a Leticia Perdigón y el recientemente fallecido Miguel Palmer, pero ya no tuvo el éxito anterior.

'Hogar, dulce hogar' sigue transmitiéndose aún en canales de TV por pago y estará en la plataforma Vix, que promete reunir algunos de los clásicos programas de esa era que generan tanta nostalgia. Lo cierto es que fue un acierto cuando apareció en las ondas y todavía hoy sus guiones, pese al paso del tiempo, mantienen la misma vena sarcástica que supo distinguir este programa de todos sus contemporáneos.

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