Colin Firth habla sobre la tartamudez y su papel en "El discurso del Rey"

  • Tim Masters
  • BBC
Colin Firth, "El discurso del rey"

En el comienzo de "El discurso del rey" hay una escena en la que un humilde micrófono se transforma en un objeto aterrador.

Estamos en 1925 y el Príncipe Alberto (conocido como Bertie, el futuro rey Jorge VI) tiene que realizar un discurso en el estadio de Wembley que se retransmitirá en directo a todo el imperio británico.

La radio comienza a despegar como un medio de comunicación masivo y éste será el primer discurso del futuro rey que va a ser retransmitido.

Pero, afligido por tartamudez desde su temprana infancia, el rey no consigue vencer el problema y su discurso es un desastre.

Colin Firth, quien encarna al rey Jorge VI, escuchó grabaciones de archivo como parte de su preparación para el papel.

"Nunca antes había leído una biografía de la familia real hasta que hice esta película", admite el actor, sobre el que recaen todas las apuestas como favorito para lograr un Oscar este año.

"No fue un papel fácil de preparar porque la familia real no te permite acercarte mucho, por lo que dependes del material escrito", afirma el actor.

Tartamudez

"Las imágenes de archivo de Jorge VI fueron útiles, no tanto como material para imitar sino porque cuentan algo sobre su calidad humana. Transmiten su humanidad, decencia y humildad en las que traté de centrarme".

Firth también recibió ayuda del guionista David Seidler, que sufrió una profunda tartamudez de pequeño.

"Fue muy elocuente acerca de cómo te sientes. Se refería a una sensación de ahogo cuando te encuentras con ese silencio terrible del que no puedes escapar. Es algo que siempre tuve presente".

"El discurso del rey" está basada en la historia real del padre de la Reina Isabel II y su amistad con un terapeuta de trastornos del habla poco ortodoxo, Lionel Logue, interpretado por Geoffrey Rush.

Como el segundo hijo de Jorge V, Bertie no debía ascender al trono, pero su hermano Eduardo abdicó para poder casarse con la estadounidense Wallis Simpson, y Bertie fue así coronado rey Jorge VI.

Cambios en el guión

Será su mujer, la reina Isabel, -la futura madre de la actual reina de Inglaterra- encarnada por Helena Bonham Carter-, la que contacte a Logue para que éste ayude al rey a encontrar su voz pública cuando la Segunda Guerra Mundial se avecina.

Nueve semanas antes de que comenzase el rodaje de la película, el equipo de producción descubrió que Lionel Logue tenía un nieto viviendo en Londres que todavía poseía papeles de su abuelo, incluido un diario que detallaba su relación laboral con el monarca.

El discurso del Rey
Pie de foto, El rey se ve obligado a utilizar palabrotas para superar su tartamudez.

El guión fue reescrito inmediatamente y el rodaje tuvo lugar en distintos lugares de Inglaterra incluyendo la catedral de la ciudad de Ely y varios sitios de Londres como Regent´s Park, Harley Street y la Estación de Battersea.

En alguna de las escenas el terapeuta incentiva al rey para que diga palabrotas como una forma de superar su tartamudez.

Debido a estas escenas, la película recibió en países como el Reino Unido una clasificación de apta para mayores de 12 años.

"Una mente elegante"

"Las palabrotas no tienen simplemente un efecto cómico, se utilizan para expresar rabia. Estamos ante un hombre muy, muy reprimido que utiliza palabrar prohibidas para tener un momento de libertad".

En las entrevistas Firth parece elocuente y pensativo. ¿Se le traba alguna vez la lengua?

"Totalmente. A veces me atasco. Otras me quedo paralizado, en el escenario, en una rueda de prensa, donde sea".

"Creo que perder la fluidez no tiene que ver con el vocabulario o la capacidad de una persona de enunciar una frase. Muchos de los mejores escritores son terribles oradores públicos".

"Una de las cosas que resultan más dolorosas al observar el caso de Jorge VI es que si lees el discurso que escribió se puede ver que era un hombre con una mente perspicaz y elegante. Tenía ingenio y un fuerte sentido de la ironía, pero fue juzgado como aburrido y nada brillante porque no supo expresar todo eso", afirma Firth.

"Había toda una a parte entera de su personalidad que resultaba invisible a las personas que estaban a su alrededor. He leído más sobre los aspectos relacionados con la tartamudez y esto es algo habitual, estamos hablando de personas que tienen mucho que decir, pero que no pueden. Creo que es la parte que encontré más irresistible de este personaje".

Oscar

Firth fue nominado para el Oscar el año pasado por su papel en la película "Un hombre soltero", A single man, de Tom Ford, pero finalmente el galardón se lo llevó Jeff Bridges por "Crazy Heart". Aunque sí recibió un BAFTA, los premios de la Academia Británica.

¿Cuán importantes son los premios para él?

"Me gusta cuando me los dan", contesta sin dudarlo, "pero preferiría estar sacando brillo a los que tengo en lugar de soñar en aquellos que ni siquiera han sido sugeridos", afirma.

"Hay muchas ventajas para la visibilidad de la película, especialmente cuando es un film muy pequeño, como éste".

"Creo que el film puede ser malinterpretado como una película que tiene algo que ver con el establishment simplemente porque es sobre reyes, reinas y primeros ministros, al igual que sobre la lucha de un terapeuta del lenguaje poco conocido".

"Si uno hace una película con un presupuesto limitado, sin una gran maquinaria de promoción, son los premios y la apreciación de los críticos lo que mantiene la atención en el film. Así que estaremos contentos con cualquier galardón que nos toque".