Biografia de Juan Carlos Onetti

Juan Carlos Onetti

(Montevideo, 1908 - Madrid, 1994) Escritor uruguayo, destacada figura del «Boom» de la literatura hispanoamericana de los años 60. Elogiado como uno de los máximos creadores de la narrativa en lengua castellana del siglo XX, es sin duda el más importante novelista que ha dado la literatura de su país, protagonismo que sólo puede disputarle Mario Benedetti, la otra gran figura de las letras uruguayas.


Juan Carlos Onetti

Hijo segundo de un funcionario de aduanas descendiente de emigrados irlandeses (ONetty parece haber sido el apellido original) y de una brasile�a que pertenec�a a una familia de hacendados gauchos, desert� de los estudios de derecho a mitad de la carrera, y desde la temprana adolescencia frecuent� las redacciones de peri�dicos y revistas de ambos m�rgenes del R�o de la Plata, viviendo alternativamente en Montevideo y Buenos Aires, ciudad esta �ltima en la que se instal� por primera vez, y ya independiente de los suyos, cuando s�lo contaba veinte a�os.

Secretario de redacci�n del m�tico semanario Marcha (donde firmaba sus cr�ticas y colaboraciones con el popular seud�nimo de Periquito el Aguador), asiduo del diario La Prensa y de la revista Vea y Lea, y encargado posteriormente de la sucursal rioplatense de la agencia Reuter, vivi� un cuarto de siglo entre ambas capitales, de cuya s�ntesis surgir�a la fantasmal Santa Mar�a donde transcurren sus principales ficciones (y algo m�s tarde Lavanda, resumen o boceto de la Banda Oriental).

Afincado en Montevideo, entre 1955 y 1975 fue director de bibliotecas municipales del distrito montevideano y luego integrante de la junta directiva de la Comedia Nacional, hasta que en el �ltimo de los citados a�os fue acusado de actividades subversivas por la dictadura que gobernaba el pa�s, y eligi� el exilio madrile�o que ya no abandonar�a hasta su muerte. En Uruguay hab�a obtenido el Premio Nacional de Literatura, en 1962, y en Espa�a se le concedi� el Cervantes, en 1980, y un a�o antes el Premio de la Cr�tica por Dejemos hablar al viento, votado por los especialistas en forma un�nime como el mejor libro de habla espa�ola publicado durante 1979.


Juan Carlos Onetti (Montevideo, 1961)

Despu�s de sus primeros relatos (gan� en 1934 un concurso del g�nero, convocado por el diario La Prensa, de Buenos Aires) se inici� en la novela con El pozo (1939), que los cr�ticos han considerado el m�s claro antecedente hisp�nico de la llamada literatura existencialista, difundida por Sartre y Camus, que dominar�a como tendencia, durante el decenio siguiente, la narrativa occidental. Tras ella escribi� Tiempo de abrazar (1940), Tierra de nadie (1941), Para esta noche (1943), Los adioses (1954) y Para una tumba sin nombre (1959), adem�s de las sucesivas colecciones de cuentos Un sue�o realizado (1951), La cara de la desgracia (1960), El infierno tan temido (1962) y Tan triste como ella (1963).

Pero el pasaje a la madurez y la absoluta autonom�a de una obra que aportaba no s�lo un lenguaje in�dito en la narrativa hisp�nica, sino un universo conjetural por el que los personajes y las secuencias transitaban de un libro a otro, enriqueciendo en forma creciente el conjunto, se produjo con la escritura de La vida breve (1950), su primera obra maestra, que tendr�a posterior continuidad en otros dos t�tulos igualmente magistrales: El astillero (1961) y Juntacad�veres (1967). Estas novelas constituyen la llamada "trilog�a de Santa Mar�a", por transcurrir las tres en la misma ciudad imaginaria y por ser habitadas por los mismos personajes, que se van cediendo el protagonismo de las p�ginas de una a las de las otras, sin dejar por ello de ser cada una de las novelas obras cerradas y autosuficientes en s� mismas.

Los temas y la atm�sfera que van configurando la producci�n de Onetti son comunes y s�rdidos: la soledad, la prostituci�n, la rutina, el dinero. La vida breve (entre las mencionadas) es por su exasperado realismo una aut�ntica obra maestra: relata el desdoblamiento de un ser t�mido y sin aliento, Jos� Mar�a Braussen, que se inventa otro yo, Jos� Mar�a Arce, personaje violento que planea un crimen. En ella se da la fundaci�n de Santa Mar�a, una ciudad m�tica y ficticia (como Macondo en Cien años de soledad, de García Márquez, y Comala en Pedro Páramo, de Juan Rulfo), de indeterminado emplazamiento rioplatense, escenario de todo el ciclo narrativo.

El astillero y Juntacad�veres se centran en la historia del personaje Junta Larsen. La �ltima, aunque escrita posteriormente, se refiere a hechos anteriores de Larsen, cuando �ste proyecta organizar cient�ficamente un burdel en la hip�crita sociedad de Santa Mar�a. En El astillero (su t�tulo m�s celebrado) relata el delirio y la derrota del personaje, enredado en la reorganizaci�n del astillero de un tal Petrus y en la seducci�n de la hija de �ste. La publicación de El astillero situó a Juan Carlos Onetti en la primera línea del llamado «Boom» de la literatura hispanoamericana de los años 60, que proyectó al plano internacional a numerosos narradores del continente apenas conocidos fuera de sus países: los citados Rulfo y García Márquez, los argentinos Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Ernesto Sábato, el mexicano Carlos Fuentes, el peruano Mario Vargas Llosa, los cubanos José Lezama Lima y Guillermo Cabrera Infante, el chileno José Donoso y su compatriota Mario Benedetti, entre otros.

Ya en el exilio espa�ol, Juan Carlos Onetti agreg� todav�a un estremecedor ep�logo a la serie con las densas p�ginas de Dejemos hablar al viento (1979), una suerte de Apocalipsis de la ciudad imaginada y de sus reiterados habitantes; trata tambi�n sobre un personaje de imprecisa identidad, Medina, que ejercita sucesivamente la medicina y la pintura (bajo la protecci�n de una prostituta) y, de regreso a Santa Mar�a, act�a como comisario, sumido en una total degradaci�n f�sica y moral.

El ciclo se complet� con dos t�tulos que recuperan historias ocurridas en la vecina Lavanda o en el deteriorado y postrero refugio de Monte (los dos igualmente imaginarios), y cierran con espl�ndida contundencia la propuesta narrativa del autor uruguayo: Cuando entonces (1987) y ese testamento de la ficci�n onettiana que public� un a�o antes de morir y titul� Cuando ya no importe (1993).

Convencido desde sus inicios del radical epigonismo de la literatura hispanoamericana, y contrario a la tendencia grandilocuente y ret�rica en los autores del continente desde los a�os de las guerras independentistas, que se hab�a visto favorecida por las sucesivas influencias de rom�nticos y modernistas, Onetti se plante� para s� mismo una escritura lac�nica, que unida a su temperamento esc�ptico y desencantado produjo un estilo que no tiene antecedentes y que abri� una v�a tan fruct�fera como in�dita antes de �l en la narrativa en lengua espa�ola.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].