El Celaya llegó a primera División en la Temporada 1995-1996, y ese mismo torneo pasó a la historia al disputar la Final del futbol mexicano y aunque no consiguió el título, se le consideró un campeón sin corona.
Fue el 4 mayo de 1996 cuando un espectacular Celaya logró llegar a la gran final del último torneo largo disputado en nuestro país.
Celaya había tenido un año redondo y rápidamente se olvidó del problema del descenso y se enfocó a buscar el título.
El histórico equipo del Celaya de ese año era comandado por Emilio “El Buitre” Butragueño, leyenda española que causó sensación de inmediato a la afición e imprimió una dosis de confianza a sus compañeros.
Esa temporada histórica para el conjunto del Celaya terminaría el 4 de mayo en la final del Torneo 1995 – 1996, cuando enfrentaría al Necaxa, que estaba dispuesto a refrendar su titulo conseguido la temporada pasada. Un equipo rojiblanco que también tenía varios jugadores que marcaron época en el futbol mexicano.
El conjunto de los Toros del Celaya llegaban a la gran final después de haber quedado en cuarto lugar de la tabla general, en la liguilla había empatado con Monterrey a 2 tantos en el global, pero gracias a los goles de visitante pasó la siguiente ronda y posteriormente en semifinales, aplastó por 6 a 2 al Veracruz.
Por su parte los Rayos habían llegado en segundo lugar de la tabla general y había vencido a Tigres con el global de 2-1 en la primera romda y en la semifinal echaron al América por 3 a 1, con el objetivo de conseguir el Bicampeonato.
El primer partido se desarrolló en el estadio Miguel Alemán Valdés donde toda la ciudad se volcó al estadio con el objetivo de apoyar a su equipo, en ese partido el equipo necaxista comenzó con la ventaja con gol de Ricardo Peláez al minuto 25 en la segunda parte el equipo del Celaya empató el encuentro al 57 con gol de Carlos Hernandez, ese encuentro terminó 1-1, lo cual fue ventaja para el Necaxa por el gol anotado como visitante.
En la vuelta el Estadio Azteca registró un lleno total, con el Coloso de Santa Ursula, el cual se dividió a la mitad. Emotivamente la ciudad de Celaya se vació parcialmente para asistir al Azteca y ser participes de la historia que su equipo estaba escribiendo. Bastaba que el equipo ganara por un gol para conseguir el campeonato.
Por su parte el Necaxa solo necesitaba empate a cero tantos para consagrarse como Bicampeón.
El encuentro comenzó parejo, la lucha en la cancha por la posesión del balón y asegurar el campeonato por parte de ambos conjuntos, así se demostró cuando Richard Zambrano soltó un fuerte disparo apenas al minuto 2 a la portería de Nicolas Navarro el cual en una gran atajada el portero necaxista evitó el gol.
Inmediatamente la respuesta de los Rayos no se dejó esperar cuando el alemán Uwe Wolf remató un centro a la portería de Hugo Pineda el cual apenas se fue desviado de la portería. Posteriormente el Necaxa regresó a la estrategia que le caracterizaba y que le había dado tantos triunfos, aguantar en la defensa y esperar un contragolpe.
El Celaya tomó la posesión del balón pero cuando este perdía el balón el equipo rojiblanco atacaba causando grave peligro con Luís Hernández, quien dio un pase extraordinario a García Aspe al minuto 22 disparó estrellando el balón en el travesaño de la portería de los Toros. Desde entonces el equipo rayo volvió a esperar atrás teniendo buenos resultados aguantando los embates de los cajeteros.
En la segunda mitad la defensa necaxista se vio en serios apuros, Butragueño, Zambrano y Carlos Hernández llegaban con todo pero gente como el “Cuchillo” Herrera, Octavio Becerril y Wolf, evitaban las llegadas del Celaya y aún más rescatable la gran actuación de Nicolas Navarro quien detuvo varios de los disparos celayences.
Cerca del final Peláez recibió un buen centro que remató de chilena pero el tiro salió desviado, ya sobre el tiempo Emilio Butragueño estuvo cerca de culminar una gran idolatría en el Celaya cuando Armando Cabrera dio un centro que el Buitre remató bastante mal y así se perdió la oportunidad del gol del título.
El Necaxa se coronó por segunda ocasión recalcando lo que era el mejor equipo de la década, pero el equipo del Celaya era el equipo sensación de ser el novato y el primer candidato para descender se convirtió en un más que digno Subcampeón, el gol de visitante que le había dado el pase a las semifinales ahora les había quitado el campeonato, siendo los menos culpables los necaxistas ya que ellos habían hecho lo suyo y eran con justicia los campeones.
Algunas personas catalogaron al Celaya como el Campeón sin corona, o recalcaban que debería haber dos campeones, pero las reglas eran claras y pese al extraordinario torneo el Celaya era el Subcampeón.
Ese día el equipo Bicampeón salió con una alineación para el recuerdo: Nicolás Navarro, Uwe Wolf, Eduardo Vilches, Octavio “Picas” Becerril, José María Higareda (Efraín “Cuchillo” Herrera), Gerardo Esquivel, Alberto García Aspe, Alex Aguinaga, Luis Hernández, Ricardo Peláez, Sergio Zárate (Edson Alvarado), dirigidos por Manuel Lapuente.
Por parte del equipo sensación pero Subcampeón el Director Técnico Juan Manuel Alvarez sacó a la cancha a: Hugo Pineda, Armando Cabrera, Iván Hurtado, Joel Cruz, Juvenal Patiño, Salvador Mercado (Carlos Hernández), Javier “Abuelo” Cruz (Alfonso Malibrán), José Damascado “Tiba”, Emilio “Buitre” Butragueño, Richard Núñez.
El Necaxa quedó Campeón pero el Celaya fue un equipo sin igual que logró una hazaña histórica y demostró que no hay rival pequeño.
