Parece inevitable, una cuestión interiorizada y, probablemente, mal entendida, de justicia poética. Cuando Hollywood nos rebota un remake de un éxito patrio que ha gozado de las mieles del reconocimiento internacional, la posición generalizada del público (y, casi en mayor grado, de los altivos connoiseurs de la crítica de élite) suele ser de descreimiento, incluso de repulsa. Es como si pensáramos que para una película que nos sale bien y de la que estamos completamente orgullosos, para un gol que le marcamos al mainstream usamericano, solo faltaba que vinieran los yanquis a decirnos cómo se hacen de verdad las cosas. Pues no, no vamos a comulgar con esa rueda de molino embadurnada en mantequilla de cacahuete. Solo este sentimiento de nacionalismo visceral en pequeñas proporciones y quizá automático e instintivo, poco meditado, es capaz de explicar los fríos, condescendientes recibimientos de relecturas tan interesantes, y complementarias, como ´El juramento´ (Sean Penn, 2001), ´Vanilla sky´ (Cameron Crowe, 2001) o ´Cuarentena´ (John Erick Dowle, 2008).

Complica aún más las cosas que este remake de la ya clásica ´Campeones´ (Javier Fesser, 2018) signifique el regreso por la puerta pequeña (y el debut en solitario) de Bobby Farrelly, el mismo que facturara junto a su hermano Peter algunos los títulos más icónicos de la otrora llamada nueva comedia americana, en su modalidad más políticamente incorrecta, como las extraordinarias ´Dos tontos muy tontos´ (1994), ´Algo pasa con Mary´ (1998), ´Yo, yo mismo e Irene´ (2000) o ´Matrimonio compulsivo´ (2007). No ayuda tampoco que la carrera del tándem se apagara con dos obras tan anticlimáticas como la raruna pero estimable ´Los tres chiflados´ (2012) y la decididamente grisácea secuela ´Dos tontos todavía más tontos´ (2014), ni que Peter, por separado, alcanzara el aplauso masivo, Oscar incluido, con una película, ´Green Book´ (2018), que venía a bosquejar un temprano paradigma del cambio del signo de los tiempos y del regreso de la corrección política con un disfraz diferente: un cine, sí, todo lo necesario y comprometido que queramos, pero nada disruptivo o contracultural, en cualquier caso.

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Shauna Townley/Focus Features

Así pues, aquí el bueno de Bobby se ve obligado a traducir en imágenes un guion de Mark Rizzo que es, a su vez, una versión del de Javier Fesser y David Marqués. No es que el director se encuentre incómodo en terreno ajeno, pero es indudable que juega fuera de casa, con cartas marcadas y moviéndose dentro de unos parámetros prestablecidos, cuando su medio natural siempre fue la libertad y la salida de tono. Igualmente, no viene mal recordar la contención con la que los hermanos abordaron en tiempos pretéritos otro remake, el de ´Fuera de juego´ (David Evans, 1997), con ´Amor en juego´ (2005), comedia romántica también de ámbito deportivo, como esta ´Champions´, en la que sus responsables incluso parecían huir del estilo que tantas satisfacciones les había proporcionado.

Centrándonos ya en la película, resulta cuando menos curioso que encuentre su personalidad propia y particular zona de confort en el lugar que a Fesser y a Marqués menos pareció interesarle: en la intimidad de su historia de amor, en el romance como forma de redención. La película se convierte así en una agridulce celebración de tonos y hallazgos pasados, trufados por el prisma de la nostalgia y el desencanto. No es difícil ver en este Woody Harrelson una evolución envejecida y aún más cínica del Roy Munson de ´¡Vaya par de idiotas!´ (1996), quizá la más lograda y perdurable comedia del dúo, o en el personaje de una inspirada Kaitlin Olson una declinación fortalecida y también más agresiva de la Mary Jensen (quien también, mira por dónde, tenía un hermano con discapacidad) del título más celebrado de la dupla. En cuento al grupo de los renovados ´amigos´, con menos peso en esta versión de la historia, le permiten al director salpimentar la peripecia sentimental con guiños que van de ´Los picarones´ (Michael Ritchie, 1976) a ´El castañazo´ (George Roy Hill, 1977).

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Para partidarios del idilio como gesta olímpica.

Lo mejor: la incontestable chispa de Kaitlin Olson.

Lo peor: no devolvérsela a Hollywood protagonizada por Henar Álvarez y Luis Rubiales.

FICHA TÉCNICA

Dirección: Bobby Farrelly Reparto: Woody Harrelson, Kaitlin Olson, Ernie Hudson, Matt Cook, Madison Tevlin, Joshua Felder, Kaevin Iannucci País: Estados Unidos Año: 2023 Fecha de estreno: 15–12-2023 Género: Comedia Guion: Mark Rizzo. Guion original: Javier Fesser, David Marqués Duración: 123 min.

Sinopsis: La divertida y conmovedora historia de un antiguo entrenador de baloncesto de ligas menores que, tras una serie de malas decisiones, recibe la orden judicial de dirigir a un equipo de jugadores con discapacidad intelectual. Pese a sus dudas pronto se dará cuenta de que, unido, este equipo podrá llegar más lejos de lo que nunca imaginaron.

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Pablo Vázquez

Perdedor con encanto que solo gana cuando se equivoca. Disidente por defecto. Ferris Bueller de Hacendado. Escritor de medio pelo, guionista mal y fan del Nestea. Hooligan de Adam Sandler. Suele vérsele por el Instagram @muypococool, donde expone sus orgullos y vergüenzas. Insiste en no responsabilizarse de lo que piensa y escribe.