Resumen de «El escarabajo de oro» (Edgar Allan Poe)

El escarabajo de oro (Edgar Allan Poe)

Un tesoro oculto en un enigma.

El escarabajo de oro es un relato corto escrito por Edgar Allan Poe, es una de las Narraciones Extraordinarias escritas por el autor. Fue publicado en el Philadelphia Dollar Newspaper en 1843, ganando el concurso de relatos cortos del periódico. El tema principal de El escarabajo de oro para mí es la perseverancia, la constancia del protagonista hasta que consigue descifrar el enigma. Respecto al género al que pertenece, yo considero que entraría en el de aventuras, hacen una expedición para descubrir un tesoro.

Resumen de El escarabajo de oro

La historia comienza con un narrador que cuenta en primera persona que desde hace muchos años tiene una gran amistad con William Legrand. Su amigo pertenece a una antigua familia de hugonotes (protestantes franceses que existieron en los siglos XVI-XVII). En otros tiempos fue rico, pero ahora estaba en la ruina. Vivía en Nueva Orleans, pero como no se sentía cómodo decidió mudarse a la Isla de Sullivan (Carolina del Sur). Nuestro narrador describe la Isla de Sullivan, se caracteriza sobre todo porque está compuesta de arena del mar, es pequeña, tiene pocos árboles… Su clima es muy agradable.

William Legrand se ha construido él mismo una cabaña pequeña en el extremo oriental de la isla. Lo que más le gusta es dar largos paseos en busca de conchas, así como cazar y pescar. Siempre va acompañado de su servicial sirviente Júpiter. A mediados de octubre de mil ochocientos algo (el libro no especifica el año) el narrador va a visitar a su gran amigo. Cuando llega a la cabaña, como nadie le abre, coge la llave que había escondida y entra a esperarlos. Su amigo cuando llega le cuenta que ha encontrado un escarabajo de una especie nueva y que quiere enseñárselo a la mañana siguiente que ahora no puede mostrárselo porque se lo ha dejado al teniente G.

El escarabajo de oro
El escarabajo de oro. Imagen generada por Microsoft Bing.

Le cuenta que el escarabajo es del tamaño de una nuez, de color dorado con tres manchas. Le hace un dibujo y el narrador cae en la cuenta de que el caparazón tiene forma de calavera y que no tiene antenas. Legrand le dice que sí ha dibujado las antenas un poco malhumorado, empieza a darle vueltas al papel mirando el dibujo y luego lo guarda. Nuestro narrador piensa quedarse a pasar la noche como hace en otras ocasiones, pero como no ve muy dispuesto a su anfitrión decide marcharse a su casa.

Un mes después Júpiter muy apenado visita al narrador en Charleston (que es donde vive). Le cuenta que William Legrand está muy enfermo, aunque nunca se queja, permanece todo el día cabizbajo escribiendo en una pizarra números con figuras muy extrañas. Está muy preocupado por él, cree que le ha picado el escarabajo de oro y que por eso tiene ese comportamiento tan raro. Le cuenta que William sueña con el oro ya que le escucha hablar de este tema mientras duerme. Le entrega una carta al narrador, en ella Legrand le dice que lo echa de menos y le pide que vaya a verlo esa misma noche que tiene que contarle algo muy importante.

El narrador y Júpiter se embarcan en el bote que los llevará hasta William Legrand. Se queda muy extrañado cuando observa que hay una guadaña y tres picos. Le pregunta a Júpiter qué hace eso ahí y el sirviente le responde que William le ha encargado que lo compre y que le han costado muy caros. A las tres de la tarde llegan a la cabaña donde le espera Legrand. Su aspecto es enfermizo. Le cuenta a su amigo que el escarabajo es de oro puro y que le hará rico. Le pide que vaya con ellos a una expedición que van a hacer a las colinas.

El narrador en un principio se niega a ir con ellos cuando se entera que el motivo de esa expedición es el escarabajo de oro, pero finalmente accede a ir con la condición de que Legrand descanse y se recupere después. A las cuatro de la tarde salieron los tres acompañados del perro a la expedición. Cuando llevan dos horas caminando alcanzan una pendiente con mucha vegetación. Júpiter fue abriendo paso con una hoz. Llegan a un enorme árbol, a un tulípero. Legrand le pide a Júpiter que trepe por él con el escarabajo de oro, pero este de primeras no quiere hacerlo, aunque al final accede.

Cuando el servicial criado llega a la séptima rama del árbol observa que hay clavada un cráneo en ella. Legrand le ordena que meta el escarabajo de oro por el ojo izquierdo de la calavera. Después cogió la guadaña y cortó la hierba que había alrededor del árbol. Seguidamente le indicó a Júpiter que soltara el escarabajo y bajara del árbol. Una vez que cae el escarabajo de oro al suelo, Legrand se comienza a hacer mediciones, cuando acaba se ponen a cavar. Después de estar haciendo ese gran esfuerzo durante dos horas no encontraron nada. Deciden irse a casa.

Solo han dado unos pocos pasos cuando Legrand maldiciendo a Júpiter le pregunta cuál es su ojo izquierdo. Confirmadas todas sus sospechas, el sirviente se había equivocado de ojo. Vuelven otra vez al árbol. Le pregunta a Júpiter si el cráneo estaba mirando hacia el tronco o hacia afuera. Este le dice que está mirando hacia afuera. Vuelve a hacer nuevamente las mediciones y se ponen a excavar otra vez. Cuando llevan un rato el perro salta al hoyo y comienza a escarbar también, descubre huesos humanos, un viejo cuchillo español y tres o cuatro monedas de oro. Legrand insiste en que sigan cavando hasta que descubren un baúl de madera.

Como es muy pesado para llevarlo entre los tres, lo abren y encuentran un sustancioso tesoro de oro y joyas. Como no pueden con todo deciden llevarse el baúl, pero antes dejan una parte escondida entre los matorrales, dejan al perro como guardián del tesoro. Llegan a la cabaña a las una de la madrugada y a las dos vuelven con tres sacos para llevarse el resto. Las monedas que contiene el cofre eran todas de oro de diferente origen, monedas francesas, españolas, alemanas… Su equivalencia supera los cuatrocientos mil dólares.

Pergamino donde se encontraba el mapa con el tesoro
Pergamino – Imagen generada por Microsoft Bing.

A parte la diversidad de joyas que hay y cuyo valor era incalculable: 110 diamantes, 18 rubíes, 310 esmeraldas, 21 zafiros y un ópalo, entre otras joyas. El cofre alcanza un valor aproximado de un millón y medio de dólares. Legrand le cuenta cómo llegó a la conclusión de que había un tesoro enterrado. Cuando encontraron el escarabajo de oro también encontraron un pergamino semienterrado en la arena, pergamino en el cual le hizo el primer día el dibujo del insecto y se lo entregó a él para que lo viera.

Como estaba sentado cerca de la chimenea, el contenido de lo que había escrito en el pergamino se hizo visible y apareció dentro del dibujo la calavera y un galimatías de números y símbolos. Posteriormente descubrió que ese pergamino pertenecía al pirata el capitán Kidd y contenía un tesoro. Resolvió el enigma y localizó dónde se encontraba enterrado. Nos acercamos al final de El escarabajo de oro, los esqueletos que encontraron lo más seguro es que se debían a que el capitán Kidd se encargó de ellos para que no revelaran dónde estaba escondido el baúl cuando terminaron de ayudarlo a esconderlo.

Personajes principales y secundarios de El escarabajo de oro

Los personajes del escarabajo de oro son escasos, considero que tres serían los personajes principales y tres los secundarios.

Narrador: Cuenta en primera persona el relato. No sabemos su nombre, no aparece en el cuento. Es muy amigo de William Legrand, se preocupa mucho por él. Al principio se muestra un poco escéptico con el escarabajo de oro, cree que su amigo no esta bien de la cabeza cuando le pide que vaya con él a la aventura a buscar un tesoro, pero claro cómo tiene una gran amistad lo sigue. El resultado de la aventura es bastante fructífero y ahí hace que admire más el ingenio que tiene Legrand por resolver enigmas.

William Legrand: Se encuentra el escarabajo de oro y el pergamino. Este último por casualidad, ya que al ser mordido por el escarabajo recurren al pergamino para envolverlo y metérselo en el bolsillo. Se lleva una gran sorpresa cuando descubre que el pergamino al darle calor revela un gran enigma que con sus habilidades podrá resolverlo. Al principio tiene un comportamiento muy extraño y su fiel amigo y Júpiter están muy preocupados por él ya que piensan que está muy enfermo y más bien lo que tenía es que estaba tan obsesionado con descifrar el mensaje del pergamino que se olvidaba de cuidarse.

Este personaje puede mostrar similitudes con Auguste Dupin que aparece en el relato de «Los crímenes de la calle Morgue». Ambos son muy inteligentes y con su ingenio resuelven enigmas que nadie puede aclarar. Dupin analizando crímenes y Legrand descifrando mensajes ocultos que le dirigen hacia un sustancioso tesoro.

Júpiter: Es el criado negro de William Legrand, al que suele llamar como Massa Will. Nunca se separa de él. Es un poco bruto. Es disléxico, no sabe diferenciar cuál es la izquierda y la derecha. Esto hace que las mediciones en un principio fallen y no sitúen bien el tesoro. Se lleva una gran alegría cuando abren el baúl y se da cuenta de lo desconfiado que había sido.

Estos tres personajes son los principales de El escarabajo de oro y como secundarios se pueden considerar al Teniente G. al que William al principio de la historia le deja el escarabajo para que lo examine. También se puede reconocer al Capitán Kidd, qué es el pirata malvado que en el pasado enterró ese magnífico baúl con joyas y monedas, sin él no habría tesoro y por tanto esta historia no habría tenido sentido. Y por último tendría en cuenta al perro que también da su toque de humor en la historia.

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Susana

Siempre me ha gustado leer. Los libros están llenos de historias que te hacen aprender cosas nuevas. Mi objetivo con este blog es ayudarte a comprender mejor los clásicos de la literatura que perduran en el tiempo.

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