Aunque un matrimonio, una relación termina, si existen menores en la relación, lo más lógico es que se intente mantener el contacto con los hijos, aunque sea mínimo. El amor de pareja se puede terminar, pero entre padres e hijos no debería ser así, o por lo menos no es lo deseado.
El divorcio de Tom Cruise (60) y Katie Holmes (44) fue de los más sonados y misteriosos hasta el momento, de los que los detalles y acuerdos no se tiene ni una sola pista, tan solo el compromiso financiero del actor para con su hija (400.000$ al mes más gastos de escolarización, médicos, dentistas, extraescolares...) hasta su mayoría de edad. Se conocieron en 2005 y un año después se casaron en Italia, pero tras seis años el divorcio llegó.
Suri, la hija de ambos, de 16 años se encuentra a punto de cumplir un año más y ya está en la búsqueda de la universidad perfecta para estudiar moda, según una fuente cercana a Katie ha informado al medio británico The Daily Mail. La pasión por el diseño irrumpe en el hogar de la actriz en Nueva York y se suma junto a su hija, a la gran búsqueda, con la gran ausencia del padre quien "no forma parte de su vida".
El por qué de la separación y distanciamiento con su hija, sigue siendo un misterio, aunque todo apunta a que el responsable es Cruise y su creencia ciega en la cienciología. Esta misma religión fue la causa de su divorcio con Nicole Kidman en 2001 tras once años de relación y dos hijos, Isabella (30) y Connor (28), con los que sí parece tener relación.
10 años son los que lleva Suri sin ver a su padre, 10 años en los que según la autora Samantha Domingo en el Us Weekly, "Tom no está autorizado a tener una relación con Suri por ella no sigue la Cienciología" "la creencia de la iglesia en la reencarnación hace que no vean a Suri como la hija de Tom".
En una ocasión, el actor de Misión Imposible negó durante un juicio en el que demandaba a In Touch Magazine por difundir que había abandonado a su hija, que su creencia fue la separación de su hija, que lo que realmente pasaba era que su trabajo no se lo permitía y que "lejos de abandonar a mu hija, la llamo por teléfono todos los días".