La invasión a gran escala de Rusia a Ucrania tuvo profundas implicancias más allá de las fronteras entre estos dos países, logrando alterar el equilibrio del poder y desafiando los fundamentos del orden global. Desde su inicio, la guerra desencadenó una serie de eventos que socavan el sistema de seguridad internacional, la estabilidad geopolítica y ponen a prueba la capacidad de respuesta de las instituciones internacionales.

ARCHIVO – Soldados recién reclutados celebran el final de su instrucción en una base militar cerca de Kiev, Ucrania, el 25 de septiembre de 2023. Ucrania redujo el miércoles 3 de abril de 2024 la edad de reclutamiento de los 27 a los 25 años, en un intento de cubrir la falta de tropas para combatir a Rusia. (AP Foto/Efrem Lukatsky, Archivo)

La agresión rusa generó grandes consecuencias, tanto para los países involucrados como para el sistema internacional en su conjunto. Más de una década después del inicio del conflicto, la devastación en Ucrania es evidente, mientras que el Kremlin vio erosionada su imagen como potencia militar.

En este sentido, expertos de National Interest afirman que particularmente la guerra de 2022 se convirtió en una “vergüenza internacional” para los dirigentes, el Ejército y la industria armamentista rusos. La campaña de Moscú en Ucrania provocó la pérdida de socios, mercados e inversores occidentales. Estos y otros factores relacionados tendrán impactos regionales, geopolíticas, económicas y posiblemente incluso políticas internas de gran alcance para Rusia.

Las 5 grietas de Moscú en el orden internacional

La agresión rusa contra Ucrania represento una violación flagrante de las normas y convenciones del orden internacional. Analistas afirman que es posible identificar 5 grietas de Moscú en el orden internacional: La primera comienza desde su ataque inicial en 2014, bajo el argumento de “no nos dejaron otra opción”, Rusia atacó sin provocación a un país que hasta era considerado pacífico y militarmente impotente.

En segundo lugar, las invasiones rusas de 2014 y 2022 condujeron a la anexión final y completa – desde la perspectiva del Kremlin -, primero de Crimea ucraniana y posteriormente de cuatro regiones adicionales en el sureste de Ucrania continental. Asimismo, la invasión de 2022 no solo fue una campaña de expansión, sino también un intento de erradicar por completo el Estado ucraniano.

Por otra parte, está la cuestión sobre el abuso del poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Analistas sostienen que pese a que fue creado para proteger tanto el derecho internacional como las fronteras, la integridad y la soberanía de sus Estados miembros, el Consejo de Seguridad de la ONU se convirtió en un instrumento de violación de estos principios en manos de Rusia.

Finalmente, en quinto lugar se encuentra una de las características más preocupantes de la guerra en Ucrania: El aspecto nuclear. Rusia advirtió en reiteradas oportunidades con proceder al uso de armas nucleares si el país estuviera amenazado. Esta amenaza plantea un desafío único para la estabilidad global y pone de relieve las deficiencias al interior del régimen de no proliferación nuclear.

Medidas coordinadas

A pesar de las repercusiones negativas para Rusia, expertos afirman que la guerra en Ucrania también tuvo algunos resultados que debilitaron el orden mundial y a Occidente. La agresión rusa provocó una consolidación parcial de la alianza occidental, mientras que los actores revisionistas en todo el mundo se benefician de la subversión de Rusia de los fundamentos del orden internacional.

Lo cierto es que, como explican en National Interest, la guerra de Rusia en Ucrania no sólo desencadenó una crisis humanitaria y geopolítica, sino que también puso a prueba la capacidad de respuesta de la comunidad internacional. Para abordar esta crisis y mitigar sus impactos a largo plazo, es crucial que los actores globales adopten medidas coordinadas y efectivas para defender el orden mundial y proteger la integridad territorial y la soberanía de Ucrania.

Además, sostienen que es importante entender que la desestabilización del orden internacional por parte de Rusia afecta a países más allá de Europa y puede representar una amenaza incluso mayor para aquellos con menos recursos militares y menos arraigo en estructuras internacionales.

Es por ello que tanto los países occidentales como no occidentales deberían apoyar a Ucrania en sus esfuerzos por defender su integridad territorial y soberanía, así como responsabilizar a Rusia por sus acciones. Esto podría implicar reformas en organizaciones internacionales y la creación de nuevos mecanismos para contener comportamientos coloniales e imperialistas.

Fuente: The National Interest

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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