Par�s. Febrero de 1989. Constanza de Habsburgo, descendiente del �ltimo emperador de Austria, llora la tr�gica desaparici�n de Alfonso de Borb�n, muerto el 30 de enero en las pistas de Aspen, Colorado. Preside los funerales junto a Emmanuela Dampierre y don Gonzalo. La joven archiduquesa se presenta como la viuda del pr�ncipe maldito por prescripci�n de su 'suegra'. "Iba a casarse esta primavera con el duque de C�diz", reza el titular de la revista 'Hola' de la �poca.
Desde entonces, poco se ha sabido de la que podr�a haber sido la segunda esposa del nieto de Alfonso XIII y cuyo proyecto de enlace tambi�n feneci� en el lecho de nieve del duque, a quien cinco a�os antes el destino tambi�n le hab�a arrebatado a su hijo Francisco. Ahora, 25 a�os despu�s de su muerte, todav�a existe la sombra de que aquel amor de alta cuna fuera orquestado por los legitimistas franceses.
"Sin duda era la mejor esposa para �l que hab�a en el orbe. La madre, do�a Emmanuela, estaba encantada con ella: culta, educada, del gotha europeo... Pero yo creo que esa idea de boda era m�s un deseo no cumplido con el que Constanza se hab�a quedado que una realidad inminente. Le ven�a bien en todos los sentidos. Tambi�n econ�micamente. La verdadera pareja del duque en todo este tiempo fue Mirta Miller, pero nunca se exhibi� con ella p�blicamente. No gustaba que fuera actriz. Por esa raz�n, Constanza era m�s adecuada", declara la periodista Bego�a Aranguren.
Portada de la revista 'Hola' en 1989
"Fue un montaje del sector legitimista. Alfonso era muy educado y nunca me habr�a ocultado esa informaci�n. Ten�amos una relaci�n muy libre, pero sab�amos las cosas. Hasta d�as antes de partir a Estados Unidos habl� conmigo. Nos �bamos a encontrar antes en Madrid, pero no pude. Sobre Constanza me dijo que era la hija de un legitimista, pero nunca me confes� que tuvieran nada", desmonta Mirta Miller, la amante del duque hasta su muerte, que se refiere a �l como el gran amor de su vida.
Miller, actriz de exitosas pel�culas de la Transici�n, se sorprendi� de aquella portada de 'Hola' y el rol que Constanza adquiri� durante las exequias. "No eran novios. Se conoc�an, eso s�, pero de relaci�n nada de nada. Yo alguna vez le pregunt� por ella y me dec�a que s�lo era la hija de un legitimista y que nada m�s", prosigue.
Desde el triste �bito del que nunca lleg� a ser sustituto del sucesor nombrado por el Caudillo, la presencia de Constanza de Habsburgo en la vida familiar de los Borb�n-Mart�nez Bordi� ha sido activa. Se cas� en 1994 con el pr�ncipe Franz-Joseph Auersperg-Trautson y a los fastos acudieron miembros de la nobiliaria europea. Desde Espa�a, los marqueses de Mari�o. Y Luis Alfonso de Borb�n ejerciendo de padrino por parte de la novia.
M�s tarde, la archiduquesa ha estado presente en el bautizo de Eugenia, la hija primog�nita del propio Luis Alfonso y Margarita Vargas en Par�s, as� como en el entierro de Emmanuela Dampierre en mayo de 2012. Curiosamente se desped�a de la mujer que la imagin� como la perfecta esposa (y definitiva) de su hijo. Montajes legitimistas o no mediante, Constanza algo tuvo que ver en la vida del duque, aunque el tiempo no permiti� demostrarlo: la vida de do�a Emmanuela, la m�s ferviente de las legitimistas, se hab�a agotado.
