Críticas de El amor ha muerto (1984) - FilmAffinity
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El amor ha muerto

Drama. Romance Elisabeth y Simón viven una romántica historia de amor, tan fuerte que Simon ha dejado a su mujer y a sus hijos. Una noche, Simon de repente se derrumba y el médico sólo puede ver que está muerto. Cuando el doctor sale de la casa, Simon vuelve a la vida y parece más dinámico que antes. Retoma su vida con un tono diferente, como si no hubiera regresado del todo del mundo del más allá. Sus amigos Judith y Jerome, que llevan diez años ... [+]
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
25 de junio de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta peli Alain Resnais habla del amor, de la muerte como elemento potenciador del amor, del suicidio como prueba de amor, de Dios y su silencio, de la necesidad de pruebas de su existencia que nunca llegan… con una dureza y una severidad (pero también belleza) que convierten en puro Bergman a este Resnais, religioso y humano a un tiempo.

Y escuchar esas disquisiciones sobre tan elevados temas en las francesas bocas de Sabine Azéma y Fanny Ardant, convierten para mí la película en una auténtica delicia.

Particularmente destaca una desgarrada Sabine Azéma que abandona su habitual gracejo cómico, que literalmente no puede soportar vivir cuando ha muerto su amor (Pierre Arditi), y que entonces toma una terrible resolución, sin que le sirvan de nada las razones que le dan para disuadirla sus amigos religiosos (el matrimonio encarnado por Fanny Ardant y André Dussollier).
Maravilloso personaje que antepone el amor a la muerte, que no se pliega ante palabras sagradas que fueron dictadas antes de que su pasión naciese, inédita y libre de normas, ajena a ellas…

Y qué decir de la gran Fanny Ardant como esposa del pastor encarnado por André Dussollier…
Viendo cómo oficia ese funeral por un suicida que su cuadriculado marido no quiere celebrar… vamos, todos los días iría a misa si ella la presidiese: qué comprensiva ("puede que la decisión de morir exija más coraje que la de vivir"), qué lúcida en sus reflexiones sobre lo humano ("no existe el amor único") y lo divino ("nunca poseeremos a Dios; lo buscaremos siempre"), y qué divertida ("no cocino mal por mortificación, sino por incompetencia").

Película de gran audacia (se busca una justificación al suicidio incluso dentro del propio Cristianismo, explicando la muerte de Jesús como un suicidio), y carente de dogmatismos tanto religiosos como laicos:
Hay la misma dificultad para enfrentarse a la muerte tanto desde el ateísmo más descreído como desde la creencia más tradicional y abuelística; pues todos nos acojonamos por igual ante lo desconocido, independientemente de nuestras armas previas. Y a veces, los que creen se amedrentan incluso más (ya que se aferran a cosas que realmente no conocen y que no dejan de ser endebles).

Dista mucho de ser una película palomitera para pasar el rato (avisados quedan), es de digestión lenta, pero es una obra de largo alcance y larga memoria, muy recomendable para los que, dentro de la desesperanza, "esperamos".
Sahar
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8 de noviembre de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es para público selecto que guste de la filosofía, de la escatología, de la metafísica, de la creencia en la resurrección después de la muerte. Se trata de un ensayo donde los protagonistas son dos parejas, una que cohabita sin estar casados y la otra que son ambos, marido y mujer, los dos teólogos y pastores luteranos. Entre los cuatro se habla de teología, de religión, de amor, de muerte, de suicidio y de resurrección, entre otros temas trascendentes.

En un momento dado en la pareja no matrimoniada él le propone a ella casarse, a lo cual la mujer responde: "¿Conoces a gente casada feliz?"

Pues sí, yo conozco a matrimonios felices, ahora bien, reconozco que son pocos.

Lo mejor del filme es su sentido tan enorme de la esperanza, hasta el punto que ante el suicidio de cualquiera y por el motivo que sea, al menos la teóloga-pastora no se presenta como jueza sino simplemente como testigo comprensivo; para esta mujer encantadora y amorosa, excelente representante de Dios en la Tierra, querer morir por amor o por lo que sea, incluso suicidarse, no es impedimento para que el ser humano resucite: "RESUCITAREMOS, RESUCITAREMOS."
Semeocurre
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31 de octubre de 2005
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si la forma es el misterio, el sentimiento y el contenido aquello cuyo discurso sigue las pautas de una lógica que se puede reproducir de manera mas o menos fiel, esta película, como casi todo el cine de Resnais juega a hacerlos indiferenciables. No sabes donde acaba la forma y donde empieza el contenido. Sus reflexiones sobre el amor, la vida y la muerte, aceptadas con la forma que se nos propone trascienden la mera exposición ideológica, o al menos trata que así sea, para brindarnos una experiencia que se aleja de lo convencional y que está más dentro de nosotros que en la pantalla. La música y las briznas que flotan en la oscuridad neutral ¿el azar? ¿el misterio? ¿la infinidad? ¿lo inexpresable? Quizá ahí haya impudor, pero las imágenes de por sí ya lo son. Que cada uno ame libremente, que cada uno haga su película.
roscao
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21 de marzo de 2009
9 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así. Sin mayores preámbulos. El amor ha muerto es una película aburrida. No quiere decir que sea mala. No. Tampoco que no sea una realidad como la muerte misma. Quiere decir solo lo que digo, que es aburrida, muy aburrida. Anestesia en porrón. ¡Ah! ¿Que a usted le gustan las trascendencias de Resnais? Mis respetos que no mis disculpas. Porque no estoy diciendo nada de lo que deba disculparme. Porque valoro como el primero las intenciones de hacer un cine inteligente y con sentidos profundos. Bergman también tuvo las mismas intenciones y las puso en práctica con calificación "cum laude" pero incluso a la propia muerte la retrató jugando. Es cierto que al ajedrez, porque a la gallinita ciega ya hubiese resultado demasiado, pero ese comportamiento lúdico ya supuso algo nuevo y algo distinto para los espectadores que asimilaban las profundidades de Bergman de forma mucho más fácil, como quien se toma unas píldoras con un vaso de agua en lugar de "a palo seco", digamos Resnais.

Ensalzo las argumentaciones intimas del film, la muerte y la resurrección, el amor y su dependencia, Dios y el suicidio, el miedo a la muerte especialmente por segunda vez. Creo que son temas que la sociedad elude y que Resnais se atreve a plantarnos junto a nuestras propias narices. Este Resnais es una mosca cojonera. Disculpen ustedes. Me venció lo gráfico a lo conveniente. Pero eso no lo convierte en divertido. La película es un somnífero de valerianas y otras hierbas. Gracias a la presencia de Fanny Ardant puedo escribir estas líneas con una base real en lugar de estar narrándoles una pesadilla y eso no presupone que el resto de actores lo hagan mal. Solo significa lo que ya les he dicho... y repetido.

Mis escarceos con el cine francés vienen, por lo general, resultando pequeños fracasos. Es cierto que no me aventuro demasiado en él y que cuando lo hago trato de encontrar joyas maravillosas, obras maestras de este arte que nos gusta. Pero mis índices de fracaso son preocupantes. Tropecé con El desprecio de Godard. Tropecé con La rodilla de Claire de Rohmer. Y ahora con esta El amor ha muerto de Resnais.

¿Debo hacérmelo mirar? ¿Qué me pasa, doctor?
FATHER CAPRIO
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20 de agosto de 2012
6 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno mete el DVD en el lector, aparecen el menú, los títulos de crédito, unas imágenes de una pareja en sus cosas... y de repente... constantes fundidos en negro cada pocos segundos, con una musica estridente que parece que estén degollando al violinista, mientras se ven unas pelusas que flotan en el agua (o en el aire, no lo sé). Y eso una vez, y otra vez, y otra; cada pocos segundos se corta la acción para conectar con el apasionante mundo pelusil y su arrebatadora banda sonora. A la media hora pasé de seguir torturándome los oidos con semejantes estridencias y saqué el DVD. ¿Desde cuando profundo es sinónimo de aburrido/bodrio/chirriante/epatante? ¿La película? Pues con tanta tontería no sé ni de qué iba, ni ganas tampoco, ¿para qué molestarse en ver algo saboteado desde el principio por su propio director? Los experimentos mejor con gaseosa.
Klara
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