El ridículo hito de largo alcance de Lothar Matthaus

"No teníamos mucha confianza en nosotros de cara a ese Mundial", afirmó Lothar Matthaus. "Habíamos perdido a muchos jugadores importantes después de 1986. Seguían diciendo que si no podíamos ganar partidos en nuestro país, no teníamos ninguna posibilidad en el extranjero".

Lee todo sobre la Copa Mundial 2026 Alemania Occidental, que acababa de perder dos finales consecutivas de la Copa Mundial de la FIFA™, se encontraba realmente en un estado de confusión al llegar a Italia 90. Habían sido eliminados por Suecia en Berlín Occidental en las semifinales del Torneo de las Cuatro Naciones en 1988. Habían perdido ante Holanda en Hamburgo en las semifinales de la UEFA EURO ese mismo año. Entre campañas de la Copa del Mundo, fueron derrotados por Austria 4-1 y no pudieron vencer a equipos como Hungría, República de Irlanda y Gales, mientras que terminaron detrás de los holandeses en la clasificación para la fase final mundial.

Italia y Holanda eran los favoritos al trofeo. La Nazionale contaba con la ventaja de jugar en casa, con una plantilla excepcional con Franco Baresi, Paolo Maldini, Giuseppe Giannini, Roberto Baggio y Gianluca Vialli, y un portero Walter Zenga en un estado de forma inexpugnable. La Oranje había conquistado su primera gran corona en la UEFA EURO 1988 y contaba con jugadores como Ronald Koeman, Frank Rijkaard, Ruud Gullit y Marco van Basten. Luego estaban Argentina, Brasil y la emergente Inglaterra. Las conversaciones sobre el equipo de Franz Beckenbauer incluso se centraron en si lograrían salir del Grupo D, especialmente teniendo en cuenta que su primer partido fue contra un equipo que infundía miedo a sus adversarios. Sólo un soberbio empate de Matthaus había impedido que Alemania Occidental perdiera ante una Yugoslavia de segunda categoría en Bremen dos años antes. Ahora el equipo de Ivica Osim estaba compuesto por Robert Jarni, Robert Prosinecki, Safet Susic, Dragan Stojkovic, Dejan Savicevic, Alen Boksic, Darko Pancev y Davor Suker, muchos de los cuales ayudaron a Yugoslavia a superar a Alemania Occidental en la final del Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA Chile 1987™. Matthaus necesitó 33 partidos para anotar su primer gol internacional y marcó a Diego Maradona en el partido decisivo de 1986, pero desde entonces se había convertido en un mediocampista más aventurero. Marcó, desde el centro del campo, 17 en 26 apariciones en la temporada de la Bundesliga 1987-88, y 11 en 25 en la Serie A en 1989-90. Giovanni Trapattoni, el entrenador del bávaro en el Inter, fue uno de los pocos que creía que Alemania Federal tenía una gran oportunidad. “Cualquier equipo con Matthaus tiene posibilidades”, subrayó. "[Diego] Maradona es un genio, pero si tengo que ganar un partido y puedo elegir a cualquier futbolista del mundo, elegiría a Matthaus".

En su despacho de San Siro, 'Der Panzer' reivindicó al 'Trap' poco antes de la media hora en su primer partido de Italia 90'. Stefan Reuter hizo un pase alto a Matthaus, que estaba de espaldas a la portería. Este último controló impecablemente, hizo girar a Davor Jozic al instante y, desde fuera del área, disparó el balón al ángulo inferior con el pie izquierdo. Si eso fue brillante, su segundo fue impresionante. Matthaus recuperó la posesión dentro de su propio campo y, con fines militares, se dirigió hacia Yugoslavia, superó a Jozic y, desde 25 metros, impulsó un disparo con la derecha hacia la esquina inferior.

Lo convirtió en el primer jugador en marcar goles desde fuera del área con ambos pies en un partido de la Copa del Mundo, una hazaña asombrosa que nunca se ha repetido. La campaña de Alemania Occidental había comenzado adornada por la ambidestreza, y también terminaría adornada por la ambidestreza. Cuando les concedieron un penalti, a cinco minutos del final de la final, Matthaus, que jugaba con botas prestadas después de que las suyas se hubieran partido, no se sintió cómodo ejecutándolo. Andreas Brehme, que había marcado un penal con la zurda en México 1986, envió otro con la derecha para hundir a Argentina. Beckenbauer citó la victoria sobre Yugoslavia como “fundamental” para que Die Mannschaft levantara el trofeo. “Su actuación ese día fue casi perfecta”, afirmó 'Der Kaiser'.

“Yugoslavia era un equipo realmente duro”, recuerda Matthaus. “Llegaron a cuartos de final y sólo perdieron ante Argentina en los penales. Estábamos bajo mucha presión antes de ese partido. Ganar fue crucial, pero la forma en que lo hicimos nos dio mucha confianza. “Jugué 150 partidos con Alemania, ese fue el número 75, y creo que fue mi mejor actuación. Cuando miro hacia atrás, es algo de lo que estoy orgulloso”.