A principios de los 2000, cuando la veda de los superhéroes se abrió y las adaptaciones al cine de cómics ya no estuvieron tan mal vistas, Guillermo del Toro, un director que por aquel entonces apenas comenzaba a despuntar, tuvo la suerte de poder adaptar, por primera vez, Hellboy a la gran pantalla. El cómic de Mike Mignola tomó vida con un gran éxito de taquilla, y cuatro años después llegó su logradísima secuela: Hellboy 2: El Ejército Dorado.
Ahora, HBO Max (Max en Estados Unidos) acaba de añadir esta gran película a su catálogo, como una reafirmación de que, 16 años después, Hellboy 2 sigue siendo una película maravillosa que merece la pena ver una y otra vez. Como mínimo, mucho mejor de la olvidable Hellboy de 2019. Pero ¿qué tiene de especial este filme?
Hellboy está que arde
En primer lugar, la trama de Hellboy II” te atrapa de principio a fin. La historia sigue al demonio benevolente, Hellboy, mientras lucha contra un príncipe elfo decidido a despertar un ejército de criaturas mecánicas invencibles. La acción está asegurada, así como toques de comedia divertidísimos y elementos sobrenaturales que mantienen al espectador enganchado a la pantalla.
Además, los personajes están magníficamente desarrollados. Hellboy, interpretado brillantemente por Ron Perlman, es un protagonista carismático y complejo que lucha con su identidad demoníaca y su deseo de pertenecer al mundo humano. Pero los personajes secundarios, como Liz Sherman y Abe Sapien, también tienen profundidad y contribuyen significativamente a la historia.
Pero lo más destacado es, claro, la dirección artística de Guillermo del Toro. Es simplemente asombrosa. Cada escena está meticulosamente diseñada, desde los impresionantes escenarios de fantasía hasta los planos con los que decide contar la historia. Además, la combinación de efectos visuales prácticos y digitales crea un mundo visualmente deslumbrante. Una película, en definitiva, en la que hay que adentrarse alguna vez.