Crítica: Rob Zombie - The Sinister Urge | El Portal del METAL

Rob Zombie - The Sinister Urge

Enviado por FarBeyondDriven el Dom, 19/10/2014 - 06:32
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La bestia estaba de regreso. Tomando prestado el título de una película policiaca de los 60 y recuperando esa característica atmósfera de cine de terror de serie B, Rob Zombie volvió a la carga en 2001 con su segundo trabajo en solitario ‘The Sinister Urge’, disco que poco tuvo que envidiar de su famoso antecesor ‘Hellbilly Deluxe’ pese a pasar algo más desapercibido, y aunque no se puede negar que aquella primera entrega tal vez impactara más en su día o que aun hoy siga siendo el disco más completo de Rob Zombie, ojo con subestimar ‘The Sinister Urge’...

Bajo prácticamente la misma formación y centrados nuevamente en su característico sonido Industrial, Zombie y compañía parecían querer mantenerse en la misma onda del ‘Hellbilly Deluxe’ con esos bestiales y potentes riffs envueltos en sonido electrónico, aunque esta vez mostraron un carácter algo más experimental en algunos temas, recuperando también ciertos elementos de su época en White Zombie.

Como viene siendo habitual en los discos de Zombie, nos vamos introduciendo poco a poco en su mundillo terrorífico gracias a una especie de interludio llamado ‘Sinners Inc.’, con una fantasmagórica y tétrica melodía de esas que erizan el vello, mientras oímos extrañas y amenazantes voces que probablemente han sido extraídas de algún clásico del cine de terror.

A continuación nos esperan dos pepinazos llamados ‘Demon Speeding’ y ‘Dead Girl Superstar’, que si caemos en comparaciones a lo fanboy del ‘Hellbilly Deluxe’, vendrían a ser como el ‘Dragula’ y el ‘Living Dead Girl’ de este disco, respectivamente.
‘Demon Speeding’ es el primero en abofetearnos, enérgico tema con imponentes guitarras que combinan contundentes riffs con sugerentes slides, mientras Rob saca todo su carácter y pone las cosas en orden... “Hey, do you love me? I'm a devil machine!”

La inercia nos acaba llevando a la veloz y frenética ‘Dead Girl Superstar’, un tema bien cañero y dinámico encarrilado bajo las riendas de un Rob que parece sentirse como pez en el agua y cuya interpretación se combina a la perfección con la base rítmica de sus compañeros. Atentos a al breve aunque genial solo de guitarra, que está tocado por el guitarrista de Slayer, Kerry King, a quien además su colega Rob le acabó haciendo un guiño años más tarde en su versión de ‘We're an American Band’, mencionándole en una parte de la canción: “Up all night, with Kerry King!”...

Con glamorosa y fiestera atmósfera así como sensuales coros femeninos nos sumergimos en ‘Never Gonna Stop (The Red, Red Kroovy)’, que aun siendo un tema potente y hard-rockero, absorbe influencias de la música Dance, con ritmo y melodía muy bailables e incluso palmas de fondo, disminuyendo esta vez la presencia de guitarras eléctricas a favor del bajo y la batería que adquieren casi todo el protagonismo.
Para esta canción se realizó un videoclip inspirado en la película ‘La Naranja Mecánica’, en el que Rob y compañía protagonizaban a su manera algunas de las escenas más emblemáticas de dicha película. Claro que esto fue antes de que vinieran Vaquerizo y Amenábar a copiarse de manera tan descarada...

‘Iron Head’ presenta un sonido más electrónico y modernote. Grata sorpresa me llevé cuando escuché el disco por vez primera y de repente me topé con esa voz tan extrañamente familiar... ¿era Rob Zombie cantando a lo “Prince of Darkness”? No coño, era el mismismo Ozzy haciéndonos una inesperada visita, y para colmo se canta casi todo el tema entero (aún recuerdo con cariño aquella aparición de milésimas de segundo que hizo para Alice Cooper en su disco del 91 xD).
Ozzy utiliza una voz muy del estilo a la que suele poner en sus últimos discos, mientras se complementa con Rob, quien por su parte suele cantar en plan “trabalenguas”, brillando un poco por su ausencia en esta ocasión.
Según Rob Zombie, decidió contar con Ozzy porque notaba que a la canción le faltaba algo, que no era tan redonda como debería y pensó que tal vez el Madman podría suplir ese hueco.

Le toca el turno a la hipnótica ‘(Go to) California’, cuya estrofa parece hecha para ir conduciendo medio fumao camino a California, montado en un descapotable rosa o tal vez en una caravana azulada con dibujitos de palmeras, periquitos, tiburones y tablas de surf, en plena puesta de sol... vamos, muy relajante con dulces y angelicales coros femeninos y Rob cantando en un tono muy suave con acento como “californiano”, acompañado tan solo por la batería, el bajo y algunos envolventes sonidos electrónicos, llegando a recordar a 'Blood, Milk and Sky' de White Zombie. En el estribillo se vuelve más intensa y oscura con un fondo musical algo fiestero.
La letra parece tratar de una mujer que viaja a California para cumplir un sueño y por el contrario acaba envuelta en la prostitución.

‘Feel So Numb’ es bien cañera y muy “Alice Cooper”, tanto en la interpretación de Rob como en el estilo de la canción, con un estribillo muy currado y pegadizo, buena melodía, interesante acompañamiento electrónico... de lo mejor del disco y de Rob Zombie en general. En el videoclip que se le hizo aparecen varios personajes de ‘La Casa de los 1000 Cadáveres’, entre los que se encuentra, por supuesto, la actriz Sheri Moon Zombie (esposa de Rob), que siempre hace aparición en todos sus metrajes.

Ahora viene otro interludio llamado ‘Transylvanian Transmissions, Pt. 1’, con oscura música ambiental de fondo y una extraña conversación que nuevamente parece sacada de una película de terror, dando paso a mi tema favorito del disco, ‘Bring Her Down (To Crippletown)’. Esta espectacular canción comienza con una elegante melodía llevada con violines y sintetizador que le dan un aire de máxima majestuosidad, dando paso a una rompedora batería, un genial riff groovy/thrasher y un Rob chungo que no puede dejar de intercalar “Yeahs” por doquier a lo largo de toda la estrofa hasta acabar luciéndose en un bestial y desolador estribillo, logrando un ambiente tan oscuro y callejero como mayestático; atentos también al solo de violines que aparece por mitad de la canción, toda una guindaza para el pastel.

En ‘Scum of the Earth’ seguimos a la máxima potencia sin un jodido respiro: buena atmósfera, guitarreos bestiales, ritmo frenético, un Tempesta aplastante a la batería, una vez más los famosos y característicos ‘Heys!’ animando de fondo a Rob así como fantasmagóricos coros femeninos por el final... gran canción.

Y el disco no puede finalizar de mejor manera que con ‘House of 1000 Corpses’, un carismático tema bastante lento pero lleno de tensión y agresividad, que mezcla el sonido de una ruda batería y un par de sutiles punteos de rock sureño, con espeluznantes teclados que nos sumergen en un insano ambiente lleno de locura y pura maldad, mientras Rob, con voz de psicópata, nos invita a adentrarnos en su infierno.
Para rematar, a lo largo del tema escucharemos constantes gritos de dolor y sufrimiento además de risas maléficas, y es que la temática de la canción así como su grotesca ambientación se deben a que fue compuesta como banda sonora para la película bajo el mismo título, que supuso el debut de Rob Zombie como guionista y director de cine. Dicha película, al estilo de ‘La Matanza de Texas’, trata de una familia de psicópatas de una zona rural de los Estados Unidos que se empeñan en secuestrar, torturar y básicamente hacer perrerías a aquellos que osen cruzarse en su camino.
Gran canción para una gran película de terror, también una las más salvajes que he visto, no apta para estómagos sensibles.
Cuando termina este último tema, hay una especie de pista oculta. Si esperamos un par de minutos en silencio, con un ligero sonido que aparece emular al de los tocadiscos, al final vuelve Rob a modo de “encore” acompañado de marchosas guitarras para dar un último coletazo con el mini-tema ‘Unholy Three’.

Aquí termina el que, por cierto, fue el último disco de Rob junto al guitarrista Mike Riggs y al baterista John Tempesta, que abandonaron la banda pora formar su propio grupo bajo el nombre de ‘Scum of the Earth’ (nombre extraído del título de una de las canciones de ‘The Sinister Urge’).

Estamos ante una obra tan oscura como estimulante y divertida, un disco contundente, frenético, algo complejo... y a su vez muy digerible, bien estructurado y directo al grano, desde sus cañeros riffs hasta los mil y un detalles electrónicos y orquestales tan sutilmente colocados, sin olvidarnos de la irremplazable voz callejera de Rob y de sus peculiares líricas.
5 cuernos justos es lo menos que, para mí, merece este imprescindible de Rob Zombie, que en mi opinión ya es todo un clásico, si acaso no fue un clásico instantáneo en su día.

Saludos /,,/_

Rob Zombie: Voz
Riggs: Guitarra
Blasko: Bajo
Tempesta: Batería
Evelyne Bennu y Emm Gryner: Voces femeninas
Ozzy Osbourne: Voces adicionales
Kerry King: Guitarra adicional
Tommy Lee: Batería adicional
(... entre muchos otros músicos adicionales, que vienen detallados en la Wikipedia.)

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