La fama de un rey

Ni borracho ni ludópata, pero sí ladrón: la leyenda gris de José Bonaparte

Pepe Botella 3 (Bodleian Library)

Pepe Botella 3 (Bodleian Library)

Bodleian Library

José Bonaparte, hermano del emperador Napoleón, es recordado también con el mote de Pepe Botella por su presunta adicción a la bebida. Durante su breve reinado en España, entre 1808 y 1813, fue objeto de incontables rumores y caricaturas burlescas que lo retrataban como un hombre borracho, ludópata y lleno de vicios.

Nada más lejos de la realidad, puesto que Bonaparte era de hecho muy moderado con el alcohol y no le apasionaba el juego, como tampoco tenía la mayoría de vicios que se le atribuían. Este rey, de hecho, siempre se preocupó de cuidar mucho su imagen pública, sabedor de que era un intruso colocado en el trono, pero todo fue inútil frente a una opinión que permaneció hostil.

Pepe Botella 7 (Bodleian Library)

Pepe Botella 7 (Bodleian Library)

La prensa presentó a José Bonaparte como un adicto a la bebida, al juego y a las mujeres.

Bodleian Library

¿Por qué se le llamaba Pepe Botella?

El origen de este mote despectivo se debió a un viaje que José Bonaparte realizó por España, durante el cual se alojó en la finca de un noble cerca de Logroño, famoso por los excelentes vinos que producían sus viñas. A la mañana siguiente, al partir con su ejército, se llevó todos los vinos. De ahí que, cuando se supo, las publicaciones satíricas empezaron a retratarlo como un borracho.

Pero en realidad, según los escritos de quienes le conocieron, José Bonaparte no era especialmente amante del vino, que bebía en contadas ocasiones y que, además, solía rebajar con agua. Así, es bastante probable que los vinos que se llevó no fueran tanto para él como para sus hombres.

Hubo otro factor que contribuyó a su fama de borracho y que, irónicamente, fue un intento de ganarse al pueblo español. Al poco de subir al trono, eliminó el impuesto sobre las bebidas alcohólicas y liberalizó el horario de apertura de las tiendas donde se vendía. Sus detractores ironizaban sobre que lo había hecho por su propio interés, cuando en realidad intentaba ganar popularidad ante sus súbditos, tratándose de un rey impuesto por Francia.

Pepe Botella 4 (Metropolitan Museum of Art)

Pepe Botella 4 (Metropolitan Museum of Art)

La prensa británica también hizo muchas burlas sobre "King Joe", como así llamaban a José Bonaparte.

Metropolitan Museum of Art

Un rey que quería ser amado

Y es que, durante su breve reinado, la mayor preocupación de José Bonaparte fue ganarse el afecto del pueblo. Con este fin intentó potenciar su imagen y dejarse ver en espacios públicos, como la iglesia y el teatro. Incluso estableció la gratuidad de las corridas de toros, a pesar de que personalmente las detestaba.

Igual que había hecho con las bebidas alcohólicas, liberalizó la venta de naipes, que eran un pasatiempo muy popular en la España de la época. Lo hizo para ganarse al pueblo, pero le salió el tiro por la culata y la llamada “prensa patriótica” lo utilizó para tacharlo de borracho y ludópata, y satirizarlo duramente en las viñetas cómicas.

Todos sus esfuerzos por obtener la aprobación del pueblo no tuvieron ningún éxito, a pesar de que patrocinó las artes y las ciencias e intentó acomodarse a las costumbres del país que su hermano le habían confiado gobernar, llegando incluso a oponerse a algunas de sus decisiones, la prensa y la resistencia armada no le dieron tregua y finalmente tuvo que marcharse del país.

Su fuga, de hecho, dio el último golpe a su reputación, y esta vez con razón: Napoleón expolió numerosas obras de arte de España y el propio José vació su palacio al marcharse; de forma que a toda la mala fama que arrastraba hubo que sumarle la de ladrón de arte, aunque la responsabilidad fuese también del emperador.

Pepe Botella 6 (Bodleian Library)

Pepe Botella 6 (Bodleian Library)

Viñeta que representa a Bonaparte y sus soldados saqueando el palacio antes de huir de Madrid.

Bodleian Library

La prensa, el peor enemigo de José Bonaparte

Uno de los mayores enemigos de Bonaparte fue la prensa, que se ensañaba con él y sus supuestos vicios a cada ocasión que podía con atrevidas viñetas cómicas. Lo retrataba como un hombre incapaz, déspota y lleno de vicios, atribuyéndole incluso defectos físicos que no tenía.

Tanto se ensañaban con él que incluso sus puntos fuertes eran transformados en algo negativo: por ejemplo, su éxito entre las mujeres fue tergiversado presentándolo como un enfermo sexual que acudía compulsivamente a los burdeles; o su elegancia era exagerada para presentarlo como un hombre presumido.

En realidad, los estudiosos de la figura de José Bonaparte consideran que fue un monarca que, cuanto menos, se esforzó para ser un buen rey y llevo a cabo numerosas reformas con la intención de mejorar y modernizar el país. En muchos aspectos era distinto de su hermano Napoleón, militar de carrera: José era instruido, culto, un buen diplomático y un mecenas de las artes y las ciencias.

Pepe Botella 2 (Brown University)

Pepe Botella 2 (Brown University)

Viñeta que representa a un aristócrata español expulsando a José Bonaparte de una patada.

Brown University

Sin embargo el pueblo (especialmente el de Madrid) nunca le tuvo aprecio puesto que, al fin y al cabo, había sido impuesto por la fuerza y las tropas francesas habían cometido no pocas tropelías durante la ocupación. En ese sentido José Bonaparte pagó por su hermano, mucho más inclinado a resolver los asuntos mediante el ejército.

Su último gesto de llevarse consigo numerosas obras de arte al abandonar España dio el golpe de gracia a una fama ya hundida y, ciertamente, no motivó a nadie para desmentir la mala imagen que se había dado de él durante todo su reinado. Así, José Bonaparte quedó en el imaginario colectivo – e incluso en los libros académicos, durante mucho tiempo – como el borracho de Pepe Botella.