Carta a Teresa - Grupo Milenio
Sociedad

Carta a Teresa

  • Criando Consciencia
  • Carta a Teresa
  • Nadja Alicia Milena Ramírez Muñoz

Mamá.

No sé bien cómo empezar está carta, cuando todo lo que había que decirte ya te lo dije, y lo que no podía lo hice poema y te lo di a leer.

Y lloramos juntas entonces, mamá. Y nos abrazamos por primera vez desde el comienzo de los tiempos como dos mujeres que se conocen profundamente.

Mamá. No sé si me escuchas. A veces sonríes, mueves tus párpados. Pero fue hace diez días la última vez que me apretaste la mano y hace un mes que me dijiste te amo.

Mamá. Aquí nada sigue igual. Aquí la vida cambia a cada instante. 

Todo es un remolino, estoy segura que lo sabes. Criar a tres hijos lo es. Aquí tus nietos cumplieron años los tres, mientras tú estabas languideciendo, sin saber.

Mamá. Lamento que no hayas querido ser abuela. Pero mi hija te sigue haciendo dibujitos porque sabe que yo tengo una madre. 

Y la madre de su madre es una sirena, siempre, en cada pedazo de papel.

Mamá. Lamento que realmente no hubieras querido ser madre, pero al final, fuiste la madre que todos necesitábamos. 

Nos ayudaste a sobrevivir en medio de carencias, cucarachas y papeles humedecidos, en medio de soledades y violencias.

Mamá, nos liberaste. Cuando no nos sacaste de la cárcel, cuando nos fuimos y no nos detuviste, cuando nos gritaste la verdad cruda, cuando protegiste tu individualidad, cuando te elegiste a ti misma.

Mamá. Ojalá nos hubiera quedado más tiempo. Ojalá hubiéramos ido por más cafés, publicado más libros. Ojalá hubieras alcanzado a escribir mi prólogo.

De cierta forma dijimos todo lo que había que decir. Acariciamos todo lo que había que acariciar. Gritamos todo lo que había que gritar, resanamos todo lo que podía sostener el vínculo.

Mamá. Ojalá nos escuches. Ojalá sepas que voy cada que puedo al lado de tu cama. Que aún recuerdo con rabia tu cumpleaños el dos de marzo, cuando sentí tanta esperanza al verte sonreír rodeada de flores. Y se diluyó en nada ésa esperanza.

Mamá, ojalá sientas mis manos sobre tu pelo, ya empezó a crecer. ¿Lo sientes, mamá?

Mamá, voy a presentar mi libro en Torreón y no vas a estar tú leyéndolo, mamá.

Traté de postergarlo tanto. Traté de no hacerlo porque no vas a estar. Aún falta ver cómo me saboteo, pero finalmente adopté la postura de "sacar esto del camino" para seguir adelante.

Mamá, aquí la vida sigue y no debería.

Mamá, aquí el dinero sigue siendo un problema, la casa sucia sigue pesando y las medicinas me siguen salvando. Parece como si todo pudiera seguir igual pero no.

Mamá. No quiero ser huérfana.

Mamá. Dicen que no sientes dolor. Yo te siento esponjosita.

Mamá. Están leyendo tus libros. Los estoy vendiendo. Los están pidiendo. No quiero que tú legado muera. Pero a veces no encuentro energías para hablar sobre ti. Para leerte. Para compartirte.

Mamá, tus amigas me están escribiendo. Eres famosa, mamá. Eres amada, mamá.

Mamá. Todavía no puedo llorar.

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.