Richard Hawkins, marino inglés de familia de piratas, fue apresado por Beltrán Castro de la Cueva, en la bahía de Atacames (Ecuador), y tuvo que ser rescatado por 3.000 libras
Richard Hawkins fue el tercer inglés en navegar por el Océano Pacífico después de cruzar el Estrecho de Magallanes en 1594. Como sus antecesores, Drake y Cavendish, navegó rumbo norte por la costa oeste de América, pero no tuvo la misma suerte que sus antecesores, fue capturado y vivió prisionero, en las cárceles del Virreinato del Perú y en España, durante ocho años hasta que su familia pagó un fuerte rescate por su persona.
Richard nació en 1562, fue hijo del almirante sir John Hawkins y de su primera mujer Katharine Gonson.
John Hawkins fue el compañero de Francis Drake en la derrotada de San Juan de Ulúa y en el último viaje al Caribe en el que los dos perecieron por enfermedad, Francis en las costas de Portobelo y John frente a la isla de Puerto Rico.
Familiarizado con la navegación desde niño, conocido por sus contemporáneos como the compleat seaman (el marino cabal), fue un hombre que recibió una buena formación humanista.
Desde muy joven estuvo en el mar, primero con su tío William Hawkins en la incursión que, en 1582, llevó a cabo en Brasil en apoyo al pretendiente a la Corona portuguesa D. Antonio, el prior de Crato.
Tres años más tarde, formó parte de la incursión de Francis Drake al Caribe al mando de un pequeño barco y en 1588, durante la batalla del Canal contra la Gran Armada, mandó el navío Swallow.
Un par de años más tarde participó con su padre en una expedición a las costas portugueses para capturar la Flota de Indias, expedición inútil pues no llegaron a localizar la flota y tuvieron que regresar a Inglaterra de vacío.
Richard construyó un navío mediano de entre 300 y 400 toneladas con el propósito de realizar un viaje a la América española y repetir los viajes de sus predecesores por el Océano Pacifico. Lo bautizó su madre con el nombre de Repentance (Arrepentimiento) con la idea de influir en los planes de su hijo.
Inicialmente, se cumplió el deseo de su madre y Richard desistió del viaje. Su padre continuó con la construcción del navío.
Posteriormente, cambió de opinión, compró a su padre el navío y lo rebautizó con el nombre de Dainty (La linda).
En junio de 1593, Richard zarpó de Plymouth con el Dainty acompañado de otros dos navíos más pequeños, una pinaza de 100 toneladas armada con ocho cañones llamada Fancy y el Hawk, un patache de 60 toneladas que fue usado como buque de transporte de vituallas y pertrechos. La tripulación de los tres buques ascendía a unos 200 hombres.
Puso rumbo al sur, pasando cerca de las Islas Canarias, pero los vientos le impidieron acercarse a las islas. Siguió rumbo a Brasil pasando por Cabo Verde y continuó rumbo sur camino del Estrecho de Magallanes.
Frente a Brasil, con muchos enfermos por escorbuto y gran numero de bajas entre las tripulaciones, se vio obligado a prescindir del Hawk por falta de personal suficiente para manejarlo. Después de trasbordar todos los pertrechos que trasportaba fue incendiado.
La Fancy, aprovechando una tormenta desertó y volvió a Inglaterra.
Richard afrontó el Estrecho de Magallanes con una sola nave, la Dainty, y una tripulación de sesenta y cinco hombres.
Entró en el estrecho a mediados de febrero de 1584 y, después de múltiples incidencias, salió al Pacífico a mediados de marzo.
Siguiendo el rumbo de sus predecesores, alcanzó a mediados de abril la Isla Mocha (situada en la provincia actual de Arauco, en la Región de Biobío, en el sur de Chile) donde dio descanso a su tripulación y entró en contacto con los aborígenes.
Continuó rumbo norte y, a finales de abril, asaltó Valparaíso donde capturó algunos buques pequeños, pero no llegó a desembarcar por temor a una posible emboscada que preparaban las autoridades españolas.
Algunos de los barcos capturados fueron rescatados por sus dueños previo el pago de un rescate. Hawkins se quedó con uno de ellos, además de llevarse consigo al piloto Alonso Pérez Bueno.
Devolver los barcos capturados constituyó un grave error, pues uno de ellos pudo comunicar su presencia al Virrey de Perú, García Hurtado de Mendoza, adelantándose a la llegada del inglés y dando tiempo para preparar la defensa española.
Los españoles consideraban piratas a todos aquellos extranjeros que interrumpieran en el Pacífico a través del Estrecho de Magallanes y como tal eran tratados. Se consideraban tan seguros de la ausencia de enemigos en el océano que en El Callao solo había cuatro galeones en no buenas condiciones y un par de galeras desarmadas y sin remeros. En el puerto había unos cien soldados de guarnición.
En su navegación rumbo norte, a la altura de Arica (al norte de Chile) capturó otro pequeño buque que trasportaba pescado y que sustituyó por el que traía desde Valparaíso que estaba en mal estado.
Entretanto, el virrey alertó a todas las poblaciones costeras hasta Panamá y, en pocos días, dispuso que tres de los galeones, los que estaban en mejor estado, zarpasen en busca del inglés.
Puso al mando de la pequeña flota al joven Beltrán Castro de la Cueva, cuñado del virrey y con experiencia militar en Italia.
Hawkins no se había atrevido a desembarcar en ningún lugar viendo el estado de alerta con los que los encontraba. Fue descubierto por la flotilla española a la altura de Chincha (en la costa sur de Perú), pero un fuerte viento produjo tan serias averías en los navíos perseguidores que estos se vieron obligados a regresar al Callao, mientras tanto, el inglés seguía su rumbo norte.
Reparados los daños producidos por el temporal, volvió a zarpar en persecución de los enemigos un galeón y una galizabra (un buque pequeño, pero fuerte, apto para reconocer las zonas de bajo fondo).
En la tarde del 29 de junio, descubrieron en la bahía de Atacames (en el norte del actual Ecuador) al navío de Richard Hawkins junto con el pequeño barco capturado.
Al verse descubiertos, los ingleses intentaron escapar, pero la falta de viento se lo impidió y se vieron forzados a aceptar el combate.
La relación de fuerzas era manifiestamente contraria a los ingleses, la artillería de los españoles era el doble que la de los ingleses e, incluso, era superior la relación a favor de los españoles respecto al personal a bordo.
Pero los ingleses eran duros de pelar y el combate duró hasta el día 2 de julio cuando estos se rindieron sin condiciones, aceptando la oferta española de respetar la vida de los supervivientes.
Para entonces, Hawkins estaba herido grave, la nave pequeña había sido hundida y la Dainty estaba desarbolada y, con tres metros de agua en la sentina, a punto de hundirse.
Los españoles tuvieron 28 muertos y 22 heridos por 27 muertos, 17 heridos y 93 prisioneros de los ingleses.
La Dainty fue remolcada a Panamá donde se reparó y rebautizó con el nombre de Visitación por haber sido capturada el día de la festividad de la Visitación de la Virgen, aunque siempre fue conocida como la inglesa.
Richard Hawkins, dos oficiales y 12 hombres fueron enviados a Perú con el navío capturado, al resto de prisioneros se le respetó la vida según las condiciones aceptadas en la rendición, pero fueron puestos al remo en las galeras de Cartagena de Indias.
Hawkins estuvo preso en Lima y en la Península hasta 1602 cuando recobró la libertad después de que su familia pagara un rescate de 3.000 libras.
De vuelta a Inglaterra (su padre había muerto en 1595) el rey Jacobo I le nombró almirante encargado de defender la costa de los piratas y ataques extranjeros, caballero y miembro del Parlamento.
Murió en 1622.
Joaquín de la Santa Cinta, autor de «50 héroes españoles olvidados» y «135 Presidentes del Ejecutivo español en la Decadencia española (1788 -1905)»
Para saber más:
- Diccionario Biográfico. Real Academia de la Historia.
- Barros Franco, José Miguel. La incursión de Richard Hawkins en Hispano américa y su epílogo. Revista de Historia Naval n.º 65, año XVII.
- Hurtado Larraín, Homero. Navegantes y corsarios por los mares chilenos. Revista de Marina.
- Fernández Duro, Cesáreo. Historia de la Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. VII, Expediciones a Ultramar. Instituto de Historia y Cultura Naval.
- Cesar Santoyo, Julio. Carta de Richard Hawkins, en traducción anónima (1594). La primera traducción inglés-español impresa en América.