Críticas de Olive Kitteridge (Miniserie de TV) (2014) - FilmAffinity
arrow
Haz click aquí para copiar la URL

Olive Kitteridge (Miniserie de TV)

Serie de TV. Drama Miniserie de TV (2014). 4 episodios. La protagonista es Olive Kitteridge (Frances McDormand), una profesora de matemáticas de mediana edad que trabaja en un pequeño pueblo de Maine (Nueva Inglaterra) y que está casada con Henry (Richard Jenkins), un farmacéutico de buen corazón. Basada en la novela de Elisabeth Strout, galardonada con el premio Pulitzer. (FILMAFFINITY)
Críticas ordenadas por:
<< 1 2 3 4 5 6 >>
21 de septiembre de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El canal HBO sigue dándonos alegrías. En 2014 estrenó la primera temporada de la celebrada True detective, creada por Nic Pizzolatto, protagonizada por Matthew McConaughey y Woody Harrelson y con una absorbente banda sonora de T-Bone Burnett. La segunda tanda de episodios llegará a lo largo de 2015 con una nueva trama y Colin Farrell, Vince Vaughn y Rachel McAdams como principales intérpretes. Nic Pizzolatto, cuya novela Galveston se publicó hace unos meses en nuestro país, vuelve a escribir el guión, aunque a la hora de dirigir los distintos capítulos el trabajo se repartirá entre varios nombres –Justin Lin y Janus Metz Pedersen son dos de ellos-.

Por otro lado, se emitió la miniserie Olive Kitteridge, dirigida por Lisa Cholodenko (La calle de las tentaciones, Los chicos están bien). A lo largo de sus cuatro episodios narra la vida de Olive Kitteridge (Frances McDormand), una profesora de matemáticas de una pequeña población estadounidense de Maine casada con Henry (Richard Jenkins), un farmacéutico cuyo carácter dista considerablemente del de su mujer. Mientras ella se muestra seca y ácida con todo lo que le rodea -y hasta perversa en algunos aspectos-, él se nos presenta como alguien dispuesto siempre a ayudar, paciente y bondadoso. A lo largo de los 25 años en los que se desarrolla la historia asistiremos a situaciones y momentos propios de una familia más o menos convencional, dentro de una cotidianidad que termina resultando apasionante. En ese sentido podríamos compararla sin tapujos con Boyhood (Richard Linklater, 2014), otra de las destacadas experiencias cinematográficas que nos dejó el pasado a­ño.


Frances McDormand y Richard Jenkins, aquí magníficos desde cualquier ángulo, salieron con las manos vacías en la última edición de los Globos de Oro. Jenkins ni siquiera fue nominado. Sí lo estuvo Bill Murray como actor secundario, pero el premio fue para Matt Bomer y su papel en The normal heart. Basada en un premio Pulitzer de Elisabeth Strout, Olive Kitteridge viene a engrosar la deliciosa lista de miniseries creadas por HBO. A Hermanos de sangre, John Adams o Mildred Pierce se les une ahora esta fascinante obra que trata el paso del tiempo, la enfermedad, la familia, la educación. La vida misma.
Kiko
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de agosto de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace unos días cayó en mis manos esta cinta dividida en cuatro partes pero unida por un hecho incuestionable, la grandeza de su actriz principal, que en la historia porta el nombre que da título al conjunto... Muchos años antes había visto a McDormand en la archiconocida "Fargo" pensando que aquella interpretación fue fabulosa. Pero lo cierto es que fue ver la encarnación de la irrepetible Olive Kitteridge y ver palidecer como la espesa nieve del film de los Cohen aquella interpretación precedente. McDormand se sale aquí de los márgenes de la pantalla hasta penetrar en los márgenes del espectador. Ante este hecho, resulta difícil valorar el resto del film, en el que se cuenta la cotidianeidad de un matrimonio a la antigua usanza y el acontecer característico de esa excesiva usanza, marcada por la rutina, la incomprensión, el hastío y un hijo traumatizado, todo ello aderezado, eso sí, con una hermosa casa y un hermoso jardín. La historia redunda en la perturbación psicológica de un 99% de los personajes, de modo que el que no se ha quitado de en medio, lo está planeando o lo posterga para cuando tenga un rato libre, algo que puede resultar algo exagerado a efectos guionísticos (sin olvidar que el film está basado en una novela), y que transmite una cierta banalización del suicidio. Estos tintes truculentos siguen, en cierto modo, la línea de las películas de los Cohen. McDormand encarna a una mujer árida, desconcertante, a ratos lúcida, a ratos irracional, incomprensible, incomprendida, incomprendedora, que surca la vida en una inmutable postura respecto a los que la rodean, anclada en una imperturbable hosquedad, que dificulta su adaptación social y fomenta el alejamiento y la pérdida de lo que supuestamente ama... Qué decir si todo ello centra un film titulado Olive Kitteridge, y que Olive Kitteridge no puede ser otra que la McDormand. Es que está todo dicho ya...
Rebecca
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de junio de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La productora de esta serie es la protagonista y, todo, el guión, el ambiente, el ritmo y el tono apuntan al mismo personaje y a la misma actriz que hace un excelente trabajo dentro de un papel confeccionado a su medida.

Olive Kitteridge es el retrato de una mujer extraña, tal vez con un ramalazo considerable de "asperger", una mujer dura, intransigente e inaccesible que quizá ni a sí misma se quiere. Un carácter muy sólido y con momentos muy complejos que un grandísima McDormand interpreta con solvencia y brillantez. Un personaje, éste, que recuerda bastante a su posterior trabajo en Tres anuncios en las afueras.

Pero hay mucho más en esta estimable serie. El antagonista interpretado por Richard Jenkins (soberbio) da una replica de personalidades contrarias y contradictorias muy acertada y muy chocante que le otorga mucha fuerza a un guión sobresaliente.

Historias cruzadas, subtramas, personajes secundarios, todo a mucha altura. Pero, por poner algún pero, la premiosidad del tiempo narrativo, a menudo excesivamente lento. No obstante, una obra muy literaria, muy meritoria y muy recomendable.
Eulate
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de junio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En solo cuatro episodios de una hora cada uno, asistimos a dos décadas en la vida de Olive. Un personaje que le va como anillo al dedo a McDormand. Amargada, en algunos casos cruel y en otros irónica, siempre incisiva y con un carácter difícil, sin importarle lo que los demás piensen de ella. Le acompaña el siempre notable Richard Jenkins. Al igual que su partenaire, Jenkins ha nacido para papeles amables, bondadosos. Su papel, que destila ternura y generosidad, choca constantemente con el de su mujer en la ficción, provocando roces y situaciones límite, en muchos momentos.

Junto a ambos intérpretes, una nutrida galería de secundarios, que con sus apariciones, no hacen sino aportar valor, tanto a la trama como al contenido interpretativo, uno de los puntos fuertes de la miniserie. De esta forma nos encontramos con los siempre sólidos Peter Mullan, Jesse Plemons, Zoe Kazan, el sorprendente Cory Michael Smith o el mismísimo Bill Murray. Personajes que aparecen y desaparecen en la vida del matrimonio Kitteridge dejando su impronta, un poso que erosiona en algunos de los casos la psique de la protagonista.

Esta miniserie es una radiografía de emociones y sentimientos. Realiza un estudio sobre los trastornos mentales que pueden derivar en depresiones y por desgracia, en muchos casos, en suicidios. Y cómo esos trastornos afectan a las vidas de quienes los padecen y sus seres queridos.

Un drama emocional y emocionante, que te atrapa desde la intro, con esa música de Carter Burwell que, con una mezcla de sencillez e intensidad, supone un adelanto fidedigno a lo que te vas a encontrar después. Altamente recomendable.

Más datos sobre esta y otras series en argoderse.com
Y en Facebook en la página argodersecine
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de octubre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy mucho de series yo. Creo haberlo dejado escrito antes aquí o en alguna otra parte. Será que me estoy haciendo viejo, pero ya no tengo la paciencia suficiente para dedicar mis energías a seguir una historia durante semanas o meses (ese es el tiempo que calculo yo tardaría ahora en consumir las ocho o diez temporadas que de media suelen tener ese tipo de producciones). En cualquier caso, acepto como animal de compañía las miniseries o “películas largas” como suelo llamarlas, que como mucho se van a las ocho o diez episodios, o sea a las ocho o diez horas, sin riesgo además de que la cosa se alargue de forma innecesaria a base de temporadas y temporadas.

“Olive Kitteridge” cumple sobradamente con los requisitos citados; consta de cuatro capítulos y su duración no excede de las cuatro horas, poco más de la de cualquier película que conforma la trilogía jacksoninana de “El señor de los anillos”, pongamos por caso. La HBO acertó de pleno en 2014 cuando encomendó a la directora Lisa Cholodenko hacerse cargo de la adaptación de un Premio Pulitzer de la novelista Elisabeth Strout. Sí, es televisión, pero también es puro cine, rodado por cierto en un ambiente muy coeniano; no sólo tenemos a McDormand como protagonista y productora ejecutiva, sino que también anda por ahí Carter Burwell, otro habitual en los films de los hermanos de Minesota, firmando la banda sonora.

La serie recorre un cuarto de siglo en la vida de su protagonista, una profesora de matemáticas jubilada que vive en un pequeño pueblo de Maine, en Nueva Inglaterra. Olive se autodefine como una “bestia”, es antipática, y maleducada, en definitiva una amargada, pero es que vive en un pequeño pueblo de Maine, en Nueva Inglaterra, y para todo tiene la buena mujer. Su cabreo permanente con el mundo es en realidad una forma de canalizar y volcar en los demás su propia frustración y los deseos reprimidos en el pasado. Olive cobra vida gracias al magistral trabajo de Frances McDormand en un registro que guarda mucho en común con la Mildred Hayes que la actriz incorporará años más tarde en “Tres anuncios en las afueras”, en definitiva un papel a la medida.

Y como reza el dicho, detrás de toda gran mujer hay un gran hombre, así que aquí tenemos en el rol de su sufrido esposo al magnífico Richard Jenkins para corroborarlo. Al lado de McDormand y de Jenkins, una galería impagable de secundarios entre quien no podemos dejar de destacar a Zoe Kazan, Peter Mullan o por supuestísimo, Bill Murray.

Y es que en “Olive Kitteridge” destaca sobre todo el magistral dibujo de personajes que traza Chodolenko con ayuda de un perfecto y sutil guión. Personajes que se mueven entre la amargura y el desencanto, pero también entre la bondad y la esperanza. En la serie no pasa nada más, solo la vida, que ya es, veinticinco años que se pasan en un soplo, siempre con sus bien matizadas elipsis hasta llegar a un desenlace tan anticlimático como genial.

A pesar de estar encantado con la serie, un amigo mío dice que le ha sido imposible empatizar con su protagonista. No sé si se pretendía eso. Es más, yo creo que la grandeza del cine, de la televisión en este caso, reside en que nos acerca a personas o situaciones que en otro contexto, en la vida real por ejemplo, nos resultarían lejanísimas; en otras palabras nos obliga a entenderlas. Yo creo que sí he empatizado con Olive, o al menos he logrado entenderla. “Este mundo me desconcierta” llega a decir ella en un momento de la función. Quieras que no, frases como esa unen mucho.
Juan Solo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 6 >>
Preguntas más frecuentes | Política de privacidad / condiciones de uso | Configuración de privacidad | Ir a Versión MÓVIL
© 2002-2023 Filmaffinity - Movieaffinity | Filmaffinity es una página de recomendación de películas y series, y es un medio totalmente independiente cuya principal prioridad es la privacidad y seguridad de los datos de sus usuarios.
All Rights Reserved - Todos los derechos reservados