Los secretos de Vilma Ibarra, la funcionaria en la que más confía el Presidente - Infobae

Los secretos de Vilma Ibarra, la funcionaria en la que más confía el Presidente

Quiere mantener un perfil bajo, pero es clave en todas las decisiones que toma Alberto Fernández. Habla en forma permanente con él y por su escritorio pasan las designaciones, los decretos, los vetos, los proyectos de ley y las reglamentaciones de decretos del Gobierno

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El momento en que Vilma Ibarra asume su cargo ante Alberto Fernández (Gustavo Gavotti)
El momento en que Vilma Ibarra asume su cargo ante Alberto Fernández (Gustavo Gavotti)

Un segundo después de que Cristina Kirchner le ofreció la candidatura presidencial, Alberto Fernández pensó en una persona: Vilma Ibarra. Y se lo dijo a la ex presidenta. A Vilma la llamó mucho después, cuando el entonces candidato le ganó las PASO a Mauricio Macri. “Vilma, tenés que trabajar conmigo. La Secretaría Legal y Técnica es para vos”, le dijo por teléfono. Y ella no dudó, pese a se había alejado de la política.

Hoy es la mujer en la que más confía Alberto Fernández, y valora sus consejos. Todo lo que firma el Presidente antes pasa por las manos de ella.

Apenas asumió su cargo, la secretaria Legal y Técnica tomó la decisión de tener un perfil bajo. “Esto nada ni nadie lo va a cambiar. No voy a levantar el perfil, nunca. Me dedico a mi trabajo”, dijo Vilma Ibarra a uno de sus colaboradores cuando le llevó la lista de periodistas que la quieren entrevistar. Para muchos, la funcionaria es un enigma. Infobae reconstruyó con las fuentes que mejor la conocen el perfil de la mujer a la que muchos consideran como uno de los ¨cerebros¨ del Gobierno.

En los últimos años, Vilma Ibarra, que además de política es abogada, se dedicó a la actividad privada. Había dejado la política cuando terminó su mandato como senadora. Estaba desencantada y cuando recuerda en privado la última etapa de la politica asegura: “No la pasé bien. Fueron años muy difíciles”. Decidió recontruirse en la actividad privada hasta que las cosas cambiaron después de la PASO, que dejaron a Alberto Fernández al borde de la Presidencia.

Sólo su admiración por Alberto Fernández, de quien fue pareja hace años, y la convicción de que hará un buen gobierno, la hicieron volver a la política.

Quienes la escuchan hablar del Presidente aseguran que lo admira por su inteligencia, lo considera el indicado para esta etapa y un hombre que reflexiona, pero que no duda cuando tiene que tomar decisiones. “Alberto brilla”, es la frase según una fuente de la Casa Rosada usa la funcionaria cuando habla del Presidente.

La función que ocupa Vilma Ibarra es clave porque por su escritorio pasa todo: designaciones, decretos, vetos, proyectos de ley y reglamentaciones de decretos. Todo.

Habla con todos los ministros. Y tiene contacto permanente con el Presidente. Sube todos los días al despacho presidencial con varias carpetas. Va por la escalera al primer piso, una vez que ya revisó todo y está listo para que Alberto Fernández firme.

El Presidente confía en ella como en nadie, pero una fuente que conoce cómo funcionan contó a Infobae que igual él lee todo antes de poner su firma. Además, como se conocen mucho, Vilma Ibarra sabe cuáles pueden llegar ser las objeciones que le puede plantear el Presidente y ya tiene las respuestas preparadas. “Ojo, a veces me sorprende”, ha dicho en la privacidad de su despacho, en la planta baja de la Casa Rosada.

Es la misma oficina que ocupó Carlos Zannini durante la gestión kirchnerista. Ahora, según cuentan los empleados, todas las cortinas están abiertas, entra mucha luz y no hay música clásica, como solía sonar antes en el despacho del ahora Procurador del Tesoro.

Vilma Ibarra es una de las mujeres que integran el Gobierno y que se reúnen para discutir sobre políticas públicas, gestión y feminismo (Jose Nicolini)
Vilma Ibarra es una de las mujeres que integran el Gobierno y que se reúnen para discutir sobre políticas públicas, gestión y feminismo (Jose Nicolini)

Una de las cosas que están reparando es la oficina donde funcionaba la biblioteca de la Secretaría Legal y Técnica, que Mauricio Macri desalojó para hacer unos baños. Empleados de la Casa Rosada cuentan la anécdota de que el bibliotecario lloraba cuando lo desalojaron para mandarlo al primer piso, amargado porque veía dañados sus libros, apilados de la mala gana en una carretilla. ¨Faltan baños¨, le dijeron. Y ahora todo está en reparación y a veces el ruido del taladro invade la oficinas de la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia.

Mucho se habló de que la designación de Vilma Ibarra era además un mensaje en sí mismo porque la ex diputada y senadora fue una crítica de Cristina Kirchner y era una manera de mostrar con su designación una fortaleza frente al kirchnersmo. La ex senadora es autora del libro “Cristina vs. Cristina, el ocaso del relato”, que publicó en 2015. En su libro, Ibarra mostraba todas las contradicciones de la actual vicepresidenta durante sus discursos a lo largo de los años. Según pudo saber Infobae, la funcionaria no considera que Alberto Fernández haya querido mandar un mensaje con su designación. “Para eso estaba Massa¨, afirmaron en su entorno. La evaluación que hacen cerca de Vilma Ibarra es que la incorporación de Sergio Massa fue el mensaje más contudente de Alberto Fernández al kirchnerismo, no la designación de la secretaria Legal y Técnica.

La funcionaria más cercana al Presidente sigue pensando lo mismo de Cristina Kirchner, pero la respeta y no hay hoy fricciones en el Gobierno por esto. “Siempre admiré a Cristina”, ha dicho en conversaciones con algunos funcionarios. Cuando en 2015 hizo la presentación de su libro, Vilma Ibarra lo llamó a Alberto Fernández y le pidió que lo presentara él, que en ese momento era uno de los más duros críticos del gobierno de Cristina Kirchner. Antes le avisó que cómo iba a ser el acto y Alberto Fernández aceptó.

La influencia de Vilma Ibarra en el Presidente es grande, según cuentan los funcionarios que están cerca del despacho presidencial. “Alberto escucha mucho a Vilma porque le tiene un enorme respeto . Hablan de igual a igual y más allá de las cuestiones de la gestión, hablan de varios temas y él tiene muy en cuenta lo que le dice Vilma”, contó un ministro a Infobae que prefiere no decir su nombre.

Uno de los temas en los que primero hubo un compromiso personal del Presidente con Ibarra es la ley de aborto legal, seguro y gratuito. La funcionaria es una militante de los derechos de las mujeres. Fue la primera que presentó un proyecto de ley de aborto en 2006, además de ser la autora de la ley de matrimonio igualitario. Según contó en privado, el Presidente se deconstruyó con los años y tiene un “verdadero” compromiso con los derechos de las mujeres. Y en las sesiones ordinarias, según afirman allegados a Ibarra, el Presidente cumplirá su promesa de impulsar la ley del aborto.

En una de las primeras reuniones del Presidente con empresarios, sindicalistas, organizaciones sociales, en diciembre, Ibarra lanzó una crítica pública porque no había ninguna mujer en la foto oficial que se difundió sobre la importante cumbre: ¨Para poner a la Argentina de pie somos imprescindibles las mujeres¨ dijo en un tuit con el hashtag ¨EsConTodas¨. Ahora se formó un colectivo de funcionarias del Gobierno llamado ¨Mujeres gobernando¨, para potenciar la perspectiva de género en el Gobierno. Vilma Ibarra fue un rato al encuentro y entiende que hay que resaltar públicamente cada reunión o evento del Gobierno en el que no haya mujeres.

El Presidente escucha seguido la demanda de género de parte de Ibarra y comparte su visión, que lo llevó a participar del encuentro de mujeres que encabezó Dora Barrancos para hacer cumplir la ¨Ley Micaela¨ y que todos los funcionarios se capaciten en perspectiva de género para ejercer su función.

Vilma Ibarra fue diputada y senadora de la Nación
Vilma Ibarra fue diputada y senadora de la Nación

De los funcionarios que más considera en el Gobierno, Ibarra asegura en privado que la incorporación de Gustavo Béliz, secretario de Asuntos Estratégicos, es clave y siempre elogia al ex ministro de Justicia de Néstor Kirchner que abandonó el país hace más de 10 años y volvió a la política por Alberto Fernández.

En estricta reserva, Béliz arma la reforma judicial, en la que también participa la ministra Marcela Losardo, quien es otra mujer de máxima confianza del Presidente.

La otra reforma en la que trabaja Béliz es la del sistema de Inteligencia y de lo que será la nueva AFI. Vilma Ibarra también está al tanto del tema, pero jamás dirá nada de éso ni de nada de lo que esté analizando el Gobierno.

Además de Béliz, Vilma Ibarra consolida cada vez su relación con la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elisabeth Gómez Alcorta, con quien comparte todas las política en defensa del género. ¨Nos complementamos¨, suele decir la funcionaria sobre su relación con la ministra Gómez Alcorta.

Varias veces, Vilma Ibarra le dijo al Presidente, a quien siempre llama Alberto, que ¨las reuniones sin mujeres son incompletas¨ y le advirtió que siempre va a marcar eso por lo considera importante. Allegados a Ibarra contaron a Infobae que al Presidente no sólo no le molesta que le señalen eso sino que le gusta porque la perspectiva de género en su gobierno es muy importante.

La rutina de la secretaria Legal y Técnica es llegar temprano a su oficina e irse tarde. Hasta ahora nunca fue a Olivos, salvo para alguna reunión con varios ministros. El Presidente no suele usar tanto la quinta presidencial para trabajar, como sí lo hacía Macri. La comunicación entre Alberto Fernández y Vilma Ibarra es permanente vía whatsup y después en forma personal cuando la funcionaria va a la oficina en la Rosada. Es raro que el Presidente baje a los despachos de la planta baja de la Casa Rosada.

Varias veces sucedió que Vilma Ibarra es la última en irse de la Casa Rosada. ¨Decime que no soy la última que se va¨, le dijo hace unas semanas a los policías que están en la salida. ¨Sí, señora, está cerrando la Casa¨, fue la respuesta.

Ibarra es minuciosa con su trabajo y es mucho lo que se tiene que revisar antes de publicar en el Boletín Oficial.

Además de la confianza, el respeto intelectual y la valoración técnica que tiene el Presidente sobre Vilma Ibarra es que está abocada a su función y no a una construcción política personal. Eso en política también se valora. Y mucho.

Así también la prudencia, el perfil bajo. Algo que Vilma Ibarra está decidida a mantener el tiempo que ocupe su lugar al lado del Presidente. Le cuida la firma.

La responsabilidad es enorme.

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