Yahoo Noticias México, el escenario de los momentos más surrealistas del mundo; y el 'timbre de pollo' en el micro lo prueba
México suele ser el escenario de sucesos bastante extraños y peculiares. Por ello, muchas personas suelen citar una frase, adjudicada a Salvador Dalí, que reza: “de ninguna manera volveré a México; no soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas”.
¿Qué es el surrealismo? Quien es considerado padre de esta corriente artística, nacida en la década de 1920, es André Breton, quien lo definió así: “Se basa en la creencia de la realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos y a sustituirlos en la resolución de los principales problemas de la vida”.
“Las imágenes surrealistas, como las que produce el opio, no son evocadas voluntariamente por el hombre, sino que se le presentan de un modo espontáneo y despótico. No puede alejarlas porque la voluntad ya no tiene poder ni gobierna las facultades mentales”, aseguraba Bretón, quien, por cierto, también visitó México e igualmente lo calificó como: “el país más surrealista del mundo”.
Y parece que esas palabras siguen vigentes, pues en redes sociales varias personas han compartido videos en donde parece que el surrealismo está siempre presente. Por ejemplo, el usuario @danteramses compartió un video en donde se observa que un autobús de transporte público lleva un pollo de plástico en lugar de timbre.
Otro momento extraño que ocurrió en un autobús fue el compartido por @dylanvillafranco5, en donde se observa como los pasajeros se comparten una bolsa de frituras que va pasando de mano en mano.
Las famosas botargas del Doctor Simi también han dejado momentos memorables, pues se les ve bailando canciones tocadas por músicos callejeros, empujando autos descompuestos y hasta sacando los pasos prohibidos muy cerca de la escena de un accidente vial.
En ocasiones se juntan elementos que no tienen mucha relación entre ellos en las calles de México, como un hombre participando en una carrera mientras carga un cilindro de gas.
También es posible observar el rescate de un gato por el Heroico Cuerpo de Bomberos de un árbol, mientras que metros más adelante se lleva a cabo una sesión fotográfica de una quinceañera.
La variedad de situaciones que podrían calificarse de surrealistas es enorme, ya que un vendedor de algodón de azúcar puede decorar una vialidad de ‘dulces nubes’ de color rosa que son perseguidas por los transeúntes; o el conductor de un triciclo puede aparentar llegar del futuro gracias a su iluminación neón; o hacer que un personaje de terror viaje con los pasajeros del Metro.
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