Un dúplex en Barcelona con distribuciones abiertas y una decoración cálida y funcional

La reforma integral de este dúplex, cuyo interiorismo es obra del estudio de arquitectura interior Ingrid Matheu, refleja el estilo de vida contemporáneo de la familia que lo habita. “Nuestra intención es reflejar el alma de nuestros clientes a través del proyecto de interiorismo, creando un espacio donde un recorrido de nuestro trabajo, pueda viajar a través de sus recuerdos”, argumenta la interiorista. A través de una cuidada selección de materiales y de un perfecto aprovechamiento de los metros cuadrados, el mobiliario a medida ofrece respuestas tanto a las necesidades de los moradores como al espacio disponible.

Planta de día y de noche

Ubicada en Barcelona, cada una de las plantas de la vivienda se ha destinado a un uso. Así, la inferior es la de día, con un espacio único que alberga salón, comedor, cocina y lavadero, mientras que la superior alberga los dormitorios. Una distribución cómoda y actual, que se amolda a la forma de vida de los propietarios.

Salón con salida a la terraza

Decorado en tonos claros, el salón cuenta con una salida a la terraza, lo que le otorga, además de bonitas vistas de la ciudad de Barcelona, abundante luz natural y más metros visuales. Para permitir el paso del sol, y dado que se trata de un último piso que le mantiene a salvo de las miradas indiscretas, las puertas acristaladas no tienen cortinas. Como el salón forma parte de un espacio común y comparte estilo y gama cromática con los ambientes contiguos, una alfombra es la encargada de delimitar su ‘territorio’, a la vez que proporciona un plus de calidez.

Estar con mueble a medida

El carácter práctico y moderno de este dúplex está presente en cada una de las estancias. Así, la zona de estar cuenta con muebles diseñados a medida por el propio estudio y de carpintería de autor, como este del salón con hueco para la tele, que saca partido al espacio disponible y se integra en la decoración, jugando con el blanco y la madera. Un binomio muy acertado en interiores contemporáneos.

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Zona de comedor

Nada más abrir la puerta de entrada de la vivienda, se accede a un espacio único, que alberga salón, cocina y comedor. El suelo de madera de roble domina toda la estancia, contribuyendo a potenciar este efecto integrador, al igual que las pinceladas en azul turquesa “un color que genera alegría y templanza y que está presente desde la cocina hasta los baños”, cuenta Ingrid Matheu. La mesa de comedor, que mantiene el mismo binomio de madera y blanco, posee un carácter informal y familiar, gracias al uso de sillas de diferentes tonalidades. Dos lámparas de techo completan la iluminación.

Cocina abierta

La cocina se ha distribuido en ‘U’, usando la zona de comedor como parte la estancia, lo que favorece cierta autonomía visual. Esta planta establece una zona central que permite moverse cómodamente y favorece los recorridos entre las áreas de fuegos, fregadero y almacenaje. Su decoración conecta directamente con el salón, ya que el mobiliario juega, al igual que en el ambiente contiguo, con muebles blancos y armarios de madera. Un dúo decorativo exitoso, de carácter contemporáneo.

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Armarios en la península

Cada detalle de este proyecto de interiorismo se ha diseñado según las necesidades y la vida de los propietarios. Por eso, la península de la cocina además de ser una práctica barra de desayunos, alberga una zona inferior de armarios, que multiplica la capacidad de almacenaje del espacio y que puede usarse para guardar las cosas que menos se usan a diario o, incluso, como despensa.

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Subida a la segunda planta

Mientras que la primera planta alberga la zona de día, la segunda está dedicada al descanso de la familia. Con escalones amplios, la escalera que une ambos pisos se ha realizado en la misma madera que el parqué, lo que favorece la continuidad visual. De la misma manera, se ha prescindido de barandilla, logrando una integración total con el ambiente, reproduciendo también el zócalo del recibidor.

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Dormitorio principal

El dormitorio de matrimonio, 'tipo 'suite', es un oasis en blanco, donde la luz natural se cuela por las ventanas vestidas con dos ligeros estores blancos. El espíritu funcional de la vivienda aparece de nuevo con un cabecero realizado a medida en roble, que cuenta con dos hornacinas que hacen las veces de mesita de noche. Además, la parte superior es una práctica balda para libros y adornos.

La pared de la zona de escritorio se ha revestido con un papel pintado alegre y floral en azul turquesa de la colección Van Gogh de BN Wallcoverings que, además de decorar, ayuda a delimitar el área. Completan el conjunto una mesa y una silla, ideales para las horas de teletrabajo.

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Habitación infantil para dos

La habitación infantil es un gran refugio que propone momentos para jugar, descansar y, por supuesto, para organizar una fiesta de pijama. El techo abuhardillado se ha vestido con láminas azules, creando diferentes pendientes, lo que otorga mayor sensación de amplitud y profundidad.

Con cuatro zonas, una para el descanso, una de juegos, delimitada visualmente por una alfombra, una de almacenaje con armario y cómoda y, finalmente, un rincón de lectura, su versatilidad permite que evolucione con ellos, cambiando, por ejemplo, las áreas hoy destinadas a juegos por otras para el estudio. La litera ‘tipo tren’ es todo un acierto en habitaciones infantiles, ya que además de decorativa, ocupa menos visualmente y permite dejar libre el centro de la estancia.

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Rincón de lectura

Este rincón, inicialmente perdido, se convierte en uno de los lugares preferidos de los niños, gracias a una decoración informal y muy cómoda. Así, a Ingrid Matheu le bastan dos baldas y un cojín de suelo extragrande, con vocación de cama o de sofá, según el momento, para diseñar un espacio ‘multitasking’, que actúa como rincón de lectura, zona de juegos o lugar de relax, en el que leer un libro o echarse una siesta después de comer. Volvemos a ver el azul, como nexo de unión de toda la vivienda.

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Baño principal

El baño de la 'suite' tiene un estilo y expresión propia, denotando diferencia. La forma de las baldosas biseladas en un brillante azul turquesa, que revisten también las paredes de la ducha, es un tributo a las estaciones de metro de Londres. Además, su espíritu práctico se refleja también en la hornacina de la pared del lavamanos, que ofrece un espacio extra para dejar los productos diarios de higiene, al mismo tiempo que despeja la encimera de botes y accesorios, favoreciendo la sensación de orden.

La iluminación con halógenos empotrados se refuerza con dos lámparas de techo, en la zona del espejo, ideales para maquillarse o afeitarse sin sombras.

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Con bañera

En una casa con niños, la bañera es un básico, especialmente cuando son pequeños. Esta se ha revestido con azulejos azules, haciendo un guiño a la paleta cromática del resto de la vivienda. En este baño llama la atención la capacidad de almacenaje, gracias al mueble bajolavabo alto con tres cajones XL y al auxiliar de hierro negro y cestas de mimbre. Dos piezas con mucho sitio para guardar, que ayudan a mantener el orden y la limpieza visual de la estancia.

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