Evolución de la Novela Hispanoamericana: De la Nueva Novela al Postboom

Novela años 40/50: La Nueva Novela

La literatura hispanoamericana da las primeras muestras de superación de los modelos narrativos anteriores. El regionalismo de los años 20/30, más preocupado por la utilidad del mensaje literario que por cuestiones estéticas, comenzaba a agotarse. Así mismo, las transformaciones en la vida social y la influencia que ejercerán los renovadores de la literatura europea y norteamericana favorecerán el nacimiento de la llamada nueva novela.

Novela año 60:

Esta novela supondrá la aparición del nuevo mundo urbano y la atención a los nuevos problemas humanos. Del modo, lo local irá dejando paso poco a poco a los temas y símbolos de alcance universal. Aunque la característica que se ha señalado como más definitoria de la nueva tendencia es la incorporación de elementos fantásticos, lo mítico irrumpirá en las historias a través de la poetización de la realidad y la naturalización narrativa.

Temática:

La temática de esta novela es muy variada, pero destacan dos tendencias: el ser humano y sus problemas o la historia del continente americano. Del primero destacan las novelas existenciales y del segundo las novelas sociales como El otoño del patriarca de García Márquez. Otros autores reflexionan sobre la historia del continente como sucede en El siglo de las luces de Carpentier o La guerra del fin del mundo de Vargas Llosa. Se da la metaficción, una reflexión sobre el proceso de la obra. Otras obras como Rayuela de Cortázar es un ejemplo paradigmático al incluir los capítulos prescindibles, las teorías de Cortázar sobre la creación literaria.

Innovaciones en el discurso/técnicas narrativas:

Las innovaciones afectarán al discurso y a las técnicas narrativas.

La más evidente es la ruptura de la estructura tradicional de la novela. La ruptura de la linealidad, la introducción de un tiempo subjetivo y la combinación de voces narrativas y puntos de vista diferentes. Otra constante es la preocupación por el lenguaje. Los autores experimentan con el idioma y en ocasiones desembocan en el barroquismo descriptivo.

Autores de esta nueva novela:

Es difícil hacer una cronología exacta de esta novela, pero suele señalarse a tres autores de esta nueva narrativa: Miguel Ángel Asturias, cuya obra El señor presidente, Alejo Carpentier, cuya obra Los pasos perdidos y Jorge Luis Borges, cuyas obras Ficciones entre otras… También hay que destacar antes del boom de los 60 a Onetti, cuyas obras Ernesto Sábato y El túnel entre otras… Pero una de sus mejores novelas es Pedro Páramo. La obra de estos autores revelaba la existencia de dos tendencias en la novela: el realismo mágico de Asturias, Carpentier o Rulfo y el realismo fantástico de Borges o Cortázar. Lo que distingue ambas corrientes es el modo en que se integran los elementos fantásticos y reales.

El boom de la novela hispanoamericana años 60:

En los años 60 se produce el boom de la novela hispanoamericana. Se trata del periodo de máximo esplendor de esta narrativa y supone la integración definitiva de lo fantástico y lo real. Algunos autores han señalado como factor determinante del boom la coincidencia de muchas novelas magistrales (La ciudad y los perros de Vargas Llosa, El astillero de Onetti, El siglo de las luces Carpentier, Rayuela Cortázar, o Cien años de soledad de García Márquez). Son estas novelas las que llamarán la atención en Europa y del mundo en general hacia la narrativa hispanoamericana.

De todas ellas, Cien años de soledad es quizás la que ha alcanzado mayor atención internacional. En la novela, García Márquez nos cuenta la saga de los Buendía a través de siete generaciones y la historia del pueblo Macondo que estaba condenado a desaparecer. La obra, considerada la cima del realismo mágico, ha recibido varias interpretaciones. Algunos críticos la entienden como metáfora de la condición humana y otros en virtud del paralelismo de la historia de Macondo con la hispanoamericana. Con el paso de los años se han realizado numerosos estudios de este fenómeno, el boom. Algunos de estos estudios señalan que el boom fue un movimiento literario y centrado en el género de la novela. Otros géneros como la lírica, el teatro o la literatura escrita por mujeres sufrieron una discriminación.

Novela hispanoamericana a mediados de los 70/80: El Postboom

Se observa un cambio de rumbo que predominará durante los 80. A esta nueva tendencia se le ha llamado postboom, aunque los autores que la representan prefieren llamarlo novísima narrativa. Si la nueva novela nacía vinculada a las esperanzas revolucionarias, esta se vincula a la época de los fracasos democratizadores. Sus protagonistas son los llamados autores novísimos, aunque hay que señalar de este cambio en la narrativa que participarán los autores del boom como Vargas Llosa o García Márquez. En líneas generales, se observa mayor confianza en la capacidad del ser humano para percibir la realidad y el lenguaje para contarla, la presencia de vivencias cotidianas, la recuperación del realismo y el auge de la literatura testimonial y de la narrativa femenina.

Temática:

En cuanto a la temática destaca la denuncia social y política. En este sentido cabe señalar el auge de la literatura testimonial.

El exilio fue también motivo inspirador de muchos autores como Mario Benedetti en su obra Primavera con una esquina rota o Geografías. Destaca así el aumento de las novelas con tema histórico, Gringo viejo de Carlos Fuentes. Otra característica temática novedosa se presenta incorporando en la novela la cultura popular, las drogas y el sexo. En cuanto al tema del amor y el erotismo es representativo en autores nuevos como Isabel Allende o Zoé Valdés. En cuanto a la temática ecologista la aborda el chileno Luis Sepúlveda en su obra Un viejo que leía novelas de amor. Por último, hay que señalar la presencia del humor en autores como Severo Sarduy o Echenique.

Tendencias narrativas:

En cuanto a la temática narrativa cabe señalar la convivencia en la narrativa novísima de dos tendencias: la primera de ellas está representada por novelas realistas y la segunda se caracteriza por la ausencia de trama argumental, lo que la convierte en una literatura para minorías. De esta tendencia destaca Sarduy y Elizondo.

La situación actual:

El mapa actual es muy difícil de sintetizar por la cantidad de países, autores y tendencias. Hay que señalar que numerosos autores del boom siguen escribiendo y que los del postboom también. Pero a este panorama literario en el que la obra de autores consagrados sigue siendo premiada y reconocida como por ejemplo Vargas Llosa fue premiado con el Nobel de Literatura, también comienzan a destacar nuevos autores como Andrés Neuman, Jorge Volpi o Karla Suárez.

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