Queen+Paul Rodgers - The Cosmos Rocks

Queen...Ese nombre que representa a un magnánimo y sobrehumano cuarteto de músicos que, sea cual sea el tiempo que transcurra, siempre será un sinónimo de Leyendas del Rock 'N' Roll porque es así como habría que calificarlos; grandes músicos, pioneros, inventivos, creativos, de espectaculares conciertos; todas esas cualidades servirían para describir a Queen, y aún así nos quedaríamos cortos de términos.

Si recordamos el bello logo de la banda, podremos hacernos una buena idea del perfecto equilibrio musical que reinaba en el seno de la banda: Los dos leones de Deacon y Taylor (Leo), el cangrejo por parte de May (Cáncer) y las dos hadas que representan al incombustible Mercury (Virgo). Cuatro figuras escudadas por un esplendoroso ave fénix que siempre renacerá de sus cenizas, símbolo de la inmortalidad de la banda por mucho que el sucesivo paso del tiempo trate de sepultarlos. Enorme banda que, desgraciadamente, quedó herida de muerte tras la triste partida de Freddie Mercury que dejó a todo el mundo huérfano de una de las mejores voces de toda la historia, quien, a pesar de su enfermedad, siguió trabajando hasta el último momento con sus compañeros para darlo todo y facturar un impresionante disco que supuso un bello canto de cisne para Queen. Con su muerte, John Deacon renunció también a perpetuar el legado musical de la banda, retirándose de la industria con su postura de que Queen no podía llamarse como tal sin la presencia del añorado Mercury. Lo que dejó a Brian May y a Roger Taylor como únicos portadores del nombre de Queen...

A partir de este momento, han devenido una serie de conciertos, reuniones puntuales y experimentos varios con numerosos cantantes que no han llegado a ningún lugar y que son mejor olvidar. Pero, ¡oh sorpresa! en el año 2004 los "Queenies" anunciaban una nueva gira con el carismático Paul Rodgers metiéndose en la piel de Freddie (sobra decir que John Deacon no quiso colaborar tampoco en este re-encuentro)...La polémica no tardó en llegar, ¿por qué narices volver a la carretera con el estúpido nombre de "Queen+Paul Rodgers" si de Queen no quedan más que dos miembros?¿Oportunismo, mera publicidad o nueva faceta de Queen? Juzguen ustedes mismos pero, vamos al grano, lo que les presento aquí es el fruto de un deseo por parte de este trío de ases de crear nuevas canciones y presentarlas al público. ¿Es un buen trabajo?

Una intro de voces distorsionadas al más puro estilo a la legendaria "One Vision" nos introduce a Cosmos Rockin', corte inicial del trabajo. Palmadas acompasadas y un sencillo riff nos introducen a este disco, con un Rodgers pletórico que se mueve a través de este himno rockero que bien parece heredero de legendarias canciones como "Rock Around The Clock" de Bill Haley, pues su estribillo sencillo junto con los punteos descendientes de May me recuerdan mucho a este clásico de los 50. El tema va creciendo en intensidad y poder hasta llegar al solo de rigor de Brian que es ciertamente impresionante, un hacha en toda regla. Sólo nos queda rendirnos ante este tema, pues este tipo de canciones festivas estándar hechas para los estadios siempre han sido mi debilidad. ¡Todos a saltar con este Rock del Cosmos, pues estos astros se han superado!

Si lo anterior no les ha convencido, esperen a oír la siguiente. Time To Shine abre con teclados y con Brian May escupiendo riffs que se pierden en la lejanía con efectos de eco, Taylor entra de forma sencilla y Rodgers canta de forma melódica a través de los versos...Hasta que llega el momento del estribillo, que explota en un épico momento de tintes atmosféricos gracias a la versatilidad del rango de Rodgers que baja y sube el tono de su voz a su antojo, otorgándole un punto soul nada despreciable y que nos permite señalarlo como uno de los grandes. El tema avanza entre ecos de guitarra, voz y sitares que le otorgan un toque ciertamente místico y especial a la canción, Rock pero también algo de Pop camuflado. Aunque eso no impide que podemos disfrutar de los grandiosos momentos que nos ofrece esta canción, no dejen pasar ese magnífico estribillo pues contiene una magnífica actuación vocal y un despliegue musical impresionante, quizás no técnicamente pero sí en el sentido de lo homogéneo y compacto de su sonido. Un gran tema, no me cabe duda.

Seguimos con Still Burnin' y sus toques "bluesies" por parte de Brian, pero no tarda en aparecer la clásica atmósfera Queen, esos coros son marca de la casa Tarradellas de Queen. Curiosamente, lo más destacado de la canción es la gran labor de Brian en el solo de rigor y un "sampler" descarado de We Will Rock You tras dicha labor solista. No es mala canción, pero tampoco es la repera. Con Small entramos en una bonita balada acústica magníficamente dirigida por la voz de Rodgers, que le aporta ese toque de belleza a la canción para que no pase desapercibida acompañado en los coros por sus compañeros, donde nuevamente me es imposible pasar por alto el despliegue de Brian May en su guitarra. Sin duda, si hay un músico por el que no pasa el tiempo, es él. Bello interludio calmado y que logrará satisfacer a más de uno...Warboys es puro Bad Company, con sus amenzantes riffs de guitarra, Paul Rodgers luciéndose en las voces y con Roger Taylor demostrando su dominio en las baquetas por vez primera en este disco. Aquí todos tienen hueco, desde los chillidos de Paul hasta los efectos de sonido de Brian, logrando crear un tema realmente efectivo y dinámico que queda como uno de los mejores de todo el disco.

Con We Believe llegamos al tema clásico por antonomasia de todo disco, una balada épica acompañada de unos sintetizadores y unos teclados armoniosos, muy fáciles de seguir y adivinar. Una canción de esas nacidas para corear, que por el contenido de su letra me recuerda a esas colaboraciones entre rockeros para recaudar fondos que se destinarán a compensar Dios sabe que tragedia. Una balada al uso y disfrutable pero que no llega a ser ni la mera sombra de lo que fueron canciones como Who Wants To Live Forever, aunque la comparación es una herejía en este caso. Y es que si de algo adolece este disco es la excesiva cantidad de baladas. Call Me es un estándar rockabilly en la onda de Crazy Little Thing Called Love, bastante decente y muy facilona con esas palmadas y esos suaves punteos guitarreros de May, ante todo podemos sentir que los músicos disfrutan de lo que hacen.

Voodoo es un medio tiempo bastante sobrante y que no tiene nada de especial, donde nuevamente solo podemos rescatar la suave voz de Rodgers. Some Things That Glitter es otra vuelta de tuerca en este sentido, mucha emoción y sentimiento conjunto reflejados en una balada más de este disco que poco tiene que aportar después de las más dignas We Believe y Small. Afortunadamente, volvemos a degustar un poco de Rock con C-lebrity, que por su nombre nos permite deducir su temática: el deseo de un "fulanito" cualquiera de convertirse en estrella del rock y ver su nombre en luces de neón. Es un tema extraño, por sus coros cargantes y melódicos donde hace acto de aparición Taylor Hawkins de los ex-grungers Foo Fighters, pero ante todo estamos ante otro despliegue rockero de buen sabor de la talla de Cosmos Rockin'.

Through The Night y Say It's Not True vuelven a bajar el nivel de forma pasmosa...¿Adivinan el motivo? Más baladas y llevamos ya seis con esta última, y esto no sería tan malo de no ser porque estan cortadas por el mismo patrón todas y cada una de ellas. Habría agradecido un poco más de riesgo compositivo, dicho sea de paso, cualquiera de los cortes del denostado Hot Space tiene una mejor solera que las baladas de este The Cosmos Rocks. No obstante, en estas baladas siempre podemos destacar algún punteo o línea vocal de Rodgers que nos alegra la existencia. Menos da una piedra, ¿no creen? Y es que Say It's Not True no convence a nadie a pesar de la emotividad de Roger al interpretarla, que además de ser un gran batería es un magnífico cantante (véase I'm In Love With My Car), un trabajo de acústicas bastante soso y una depresión de caballo es lo que nos agarra al estresarnos con tanta balada.

El disco es largo y pesado, algo que podría achacársele al Black Ice de AC/DC de no ser porque este último todavía mostraba trazos de imaginería compositiva y de contener canciones francamente buenas. Y es que si te vas a arriesgar a meter catorce canciones en un plástico, almenos asegúrate de que las canciones sean de la fórmula "all killer, no filler". Desgraciadamente, este no es el caso.

Surf's Up...School's Out! es el tema que cierra el disco de forma rockera y contundente, de ciertos toques disco, pero ante todo es una muestra de la herencia de Queen en todo caso. Donde volvemos a rescatar el trabajo del conjunto de May, Rodgers y Taylor, sin embargo, el tema trabaja en distintos ritmos y compases. Con fragmentos profundamente rockeros y atmosféricos que se intercalan con pasajes de sintetizadores y voces suaves, pero no se le puede achacar mucho a un tema que se deja querer, puesto que es de los pocos momentos de Rock de este disco. Un tema que bien podría haber cerrado el disco de no haberse empeñado en meter un pequeño y breve reprise de Small que resulta anecdótico, no hay duda de que es curioso y que posee una atmósfera "prog" bastante decente, pero tampoco es que se merezca el papel testimonial de cierre de este disco.

The Cosmos Rocks ha sido un buen disco, no cabe duda, pero da la sensación de que lo mejor se ha quedado en el principio del disco y que hemos perdido fuelle a medida que pasaban los minutos. La colaboración con un astro como Paul Rodgers pudo, y debió, haber dado mucho más de sí. Pese a mis críticas, aplaudo el interés de los músicos por tratar de crear nuevas canciones y mantenerse en la cresta de la ola de la actualidad musical. Rodgers nunca será Freddie, pero hizo un digno trabajo a las voces, tanto en este disco como en sus respectivas giras con Queen.

"Quien mucho abarca, poco aprieta" Y así podría definirse este disco.