hondonada


También se encuentra en: Sinónimos.

hondonada

s. f. Parte del terreno que está más honda que la que le rodea. hondón, hoyada
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

hondonada

 
f. Espacio de terreno hondo.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

hondonada

(ondo'naða)
sustantivo femenino
porción del terreno que está más profunda que el resto que lo rodea El avión se salió de la pista y cayó en una hondonada.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

hondonada

nombre femenino
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

hondonada

hollow, dip

hondonada

concavo

hondonada

creux

hondonada

кухи

hondonada

空心

hondonada

空心

hondonada

hule

hondonada

овраг

hondonada

SF
1. (= valle) → hollow, dip
2. (= barranco) → gully, ravine
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Los tiradores se arrojaron al suelo a espaldas de la hondonada cubierta de malezas, mordiendo el cartucho; el resto de la extraña tropa distribuyose en el interior de las ruinas que ofrecían buen número de troneras por donde asestar las armas de fuego; y las mujeres, en vez de hacer compañía a las transidas cabalgaduras, pusiéronse a desatar los sacos de munición o pañuelos llenos de cartuchos deshechos, que los dragones llevaban atados a la cintura en defecto de cananas.
Y mientras tanto, el Guacho, por una hora, encontraba la vida buena y digna de ser vivida; su caballo escondido en la hondonada de un médano, estaba él en acecho, con su fiel compañero, Baraja, un perro sin abolengo conocido, lo mismo que él, mirando ambos, sin moverse y sin respirar, la boca redonda de una cueva misteriosa, tratando de percibir cualquier ruido que de ella saliera.
Jinetes y cabalgaduras entre charcos de sangre, terceloras, sables y morriones caídos acá y acullá, tacos todavía humeantes, lanzones mal encajados en el suelo blando de la hondonada con sus banderolas hechas flecos, algunos heridos revolviéndose en las hierbas, lívidos, exangües, sin alientos para alzar la voz: tal era el cuadro en el campo que ocupó el enemigo.
Cómo explicarte el llanto que no inunda la hondonada seca donde calló su ruido tras la bofetada bestia de un presente ausente y un futuro alerta por una manzana.
Había, además, algunas hazas sembradas de trigo, garbanzos y judías; y, por último, allá en la hondonada un frondoso sotillo, poblado de álamos negros y de mimbreras, hacia cuyo centro iba precipitándose el arroyo y formando, ya espumantes cascadas, ya serenos remansos.
A una cierta distancia de allí cruzaba el camino un arroyuelo que iba a dar a una hondonada fangosa muy poblada de árboles, conocida por el pantano de Wiley.
El trabajo de excavación ha abierto en ella una cava, que ya ofrece sombra cuando el calor arrecia, en aquella hondonada que limitan dos taludes y que no refresca el abanicar del aire de la ría.
El campo de concentración propiamente dicho, no tenía, al crearse, ni una tienda de campaña, ni una barraca, ni un cobertizo, ni un muro, ni una hondonada, ni una colina; ni tampoco árboles, arbustos ni piedras.
Un día me desafió en voz alta al pasar por su lado, a consecuencia de lo cual decidí que nos pegásemos. En una noche de verano, en una verde hondonada, en el rincón de una tapia, nos encontramos.
En esa posición, sin lanzar un grito, empezó a arrastrarse en medio de las malezas hacia lo intrincado del matorral, sobre el que apoyaba su ala Heitor. Una hondonada cubierta de breñas favorecía sus movimientos.
Henchía los pulmones un airecillo con aromas de espliegos y de tomillo; flotaban las neblinas en la hondonada, bramaban los becerros en la majada, las alondras corrían por los caminos, las urracas chillaban en los espinos, silbaban los vaqueros, cantaba el cuco y graznaba el imbécil abejaruco.
En una pequeña elevación del terreno alzábanse la cabría, las chimeneas y los ahumados galpones de la mina. El caserío de los mineros estaba situado a la derecha en una pequeña hondonada.