Isaac

Isaac


Bendici�n y herencia de Isaac a sus hijos, punto cr�tico en la historia hebrea

Murcia, 1 mayo 2024
Equipo de Biblia de Mercab�

        Los incidentes de su vida est�n contenidos en el libro del G�nesis (cap. 15-35), a trav�s de una serie de estudiosos (yahvista, elo�sta y sacerdotal) que fueron componiendo y explicando el libro de G�nesis. El NT contiene pocas referencias a Isaac (Mt 8,11; Lc 12,28; Lc 20,37; Rm 9,7; G�l 4,28; Hb 11,17; St 2,21), casi siempre significativas. Y en cuanto a los datos del Talmud sobre el patriarca, �stos no pasan de meras leyendas y detalles rab�nicos, en torno a su interpretaci�n.

a) Nacimiento

        Isaac fue el 2� de los patriarcas de Israel, y ya su nombre encierra peripecias curiosas de su nacimiento: Yishuq, de sahaq (lit. re�r). Risa de su padre ante el anuncio de que en su ancianidad le ver�a nacer (Gn 17, 17), risa de su madre por ser �sta est�ril (Gn 18, 12), risa de la misma al recibir el hijo (Gn 21, 6) y risa de su medio-hermano Ismael, que juega con �l (Gn 21, 9).

        Ese fue el juego etimol�gico con el nombre de Isaac, en el que todo alude a la imposibilidad natural que rodea su nacimiento, y a sus matices de incredulidad, sorpresa, gratitud y alegr�a. S�lo el re�r de Ismael tiene matiz de burla, y es el �nico que no r�e impunemente. De hecho, el nombre de Yishaq-el (lit. Dios sonr�e) fue concebido en la onom�stica como un nombre teof�rico, en sentido de favor.

b) Hijo de Abraham

        Isaac fue objeto de la promesa que hicieron unos misteriosos peregrinos teof�nicos a Abraham, cuando visitaron a �ste en Mambr� (Gn 18, 9). Seg�n la versi�n sacerdotal (Gn 17, 15), Isaac fue prometido como bendici�n a Sara, en signo de lo cual le fue cambiado a �sta el nombre (Gn 17, 15). Los relatos yahvista y sacerdotal se unen para referir el nacimiento de Isaac y su circuncisi�n, dos factores de la Alianza (Gn 21, 1).

        Con el nacimiento de Isaac se agudiz� el conflicto entre su madre (Sara) y la esclava de �sta (Agar), hasta exigir el desenlace, dando a entender que su alumbramiento pertenece m�s a la historia de su padre (Abraham) que a la de Isaac.

        De conformidad con el G�nesis, Isaac fue circuncidado al 8� d�a despu�s de su nacimiento, como 1� circuncidado legal del ancestro del pueblo escogido (Gn 21, 1-12). Sus a�os de infancia los pas� en Bersab�, y all� fue donde su padre lo tom� y llev� al Monte Moria para ofrecerlo en sacrificio, y salv� milagrosamente su vida (Gn 21,33; 22,19). Su madre muri� cuando �l ten�a 36 a�os de edad (Gn 17,17; 23,1).

c) Hermano de Ismael

        La figura de Isaac es p�lida en sus tradiciones, se ve ofuscada por la grandeza de Abraham y no pasa del paradigma ante el dinamismo de su descendiente Jacob. Es, pues, la figura puente entre ambos, y sus mayores t�tulos est�n en ser hijo del 1� y padre del 2�. Las tradiciones de Isaac se reparten entre esos dos catalizadores, y a Isaac se refiere directamente s�lo, sin envolvimiento de otros (Gn 26), con duplicados en las tradiciones de Abraham (Gn 12,10-20; 20; 21,25-31).

        Una vez crecido e independizado, Isaac tiene su centro de residencia al sur de Cana�n, en la zona de Berseba (Gn 26, 23.33) y Lahay Roj (Gn 24, 62). Por aqu� se mueve tambi�n el clan de Ismael (su medio-hermano), y ambas tradiciones se tocan, como hijos ambos de Abraham (Gn 21). Esas conexiones familiares son las que ensombrecen la figura de Isaac. En cuanto a los duplicados abraham�ticos de Gn 26, �stos son secundarios, pues el centro vital de Abraham no es Berseba sino Hebr�n.

d) Matrimonio con Rebeca

        Unos pocos a�os m�s tarde, Isaac se cas� con Rebeca, la hija de Batuel (el hijo de Nahor; Gn 25,20; 28,2.5), a quien uno de los sirvientes de su padre hab�a traido de Mesopotamia de acuerdo con indicaciones de Abraham (Gn 24). La uni�n tuvo lugar al sur del pa�s, donde Isaac viv�a y donde continu� viviendo una vez que tanto �l como Ismael sepultaron el cuerpo de Abraham en una cueva de Machpelah (Gn 24,62-67; 25,7-11). Muchos a�os pasaron antes de que el deseo de Isaac, de tener hijos, fuera escuchado por Dios.

        El tema del casamiento de Isaac (Gn 24) fue, as� mismo, otra historia abrah�mica m�s, como cometido del padre de buscar esposa para su hijo entre la parentela aramea (al norte de Mesopotamia, de donde era �l originario). De este modo, Rebeca entr� a formar parte en las tradiciones patriarcales. El relator hace notar que Dios actu� "en gracia a Abraham", y s�lo al final del cap�tulo aparece Isaac como sujeto de la acci�n, recibiendo a Rebeca por mujer, introduci�ndola en su tienda, am�ndola y consol�ndose con ella a la muerte de su madre (Gn 24, 62).

        Los hijos que le nacen a Isaac son un regalo divino a la esterilidad de Rebeca, en respuesta a la oraci�n de Isaac. El motivo de la esterilidad de las mujeres acent�a el car�cter providencial de todo lo que se refiere a las promesas, y en este caso el or�culo anuncia la suerte y el car�cter de los hijos (Gn 25, 21).

        Lo que el historiador sacerdotal llama "historia de Isaac" comienza en Gn 25,19, y es propiamente la historia de su familia (es decir, de Esa� y Jacob). Constante en sus temas y sus l�neas, el relato sacerdotal dise�a el �rbol geneal�gico (ascendencia, descendencia, conexiones familiares) para hacer ver c�mo con Isaac se trasmite la vida y la bendici�n de Dios.

e) Territorios y dominios

        La sequ�a y el hambre hicieron que Isaac decidiese tomar el camino de Egipto, aunque a indicaci�n de Dios detuvo sus pasos en Guerar, donde tuvo lugar un incidente similar a la falta de votos de Abraham con Sara (Gn 26, 1-11). En concreto se nos indica que, como producto de la envidia hacia la prosperidad de Isaac, los filisteos empezaron a efectuar persecuciones contra sus posesiones, las cuales fueron soportadas por el patriarca de manera paciente. Finalmente, Isaac decidi� detener sus pasos y volver a Berseba, donde Dios le favoreci� con una visi�n, e Isaac estableci� una alianza con Abimelec, rey de Guerar (Gn 26, 12-33).

        El cap. 26 del G�nesis, �nico en lo que se refiere directamente a Isaac, es un complejo de episodios ensamblados, con intento no del todo logrado de relato org�nico. Aqu� Isaac es el t�pico pastor semin�mada, que conoce sus caminos y se mueve con sus reba�os en la regi�n de Berseba. Aunque pre-sedentario, eventualmente Isaac siembra y cultiva la tierra, lo que le pone en conflicto con otros semin�madas m�s avanzados en el proceso de sedentarizaci�n, como el clan de Abimelec, rey de los filisteos.

        La alusi�n a los filisteos es aqu� anacr�nica, pues �stos no entran en la regi�n hasta el a�o 1200 a.C. En definitiva, en este cap. 26 tenemos los siguientes episodios: establecimiento de Isaac en Guerar, a ra�z de una teofan�a (vv.1-6); presentaci�n de Rebeca a Abimelec como hermana de Isaac (vv.7-11); enriquecimiento y salida de Guerar (vv.12-17); conflicto sobre la posesi�n de unos pozos (vv.18-22); pacto con Abilemec en Berseba (vv.23-33).

        El incidente con Rebeca en Filistea es paralelo al de Abraham con Sara en Egipto (Gn 12,10-20). En cuanto al tema del enriquecimiento, �ste se repetir� a la salida de Israel de Egipto, a expensas de los enemigos (Ex 3,21; 11,2; 12,35). El conflicto sobre los pozos y el pacto de Berseba entran tambi�n en las tradiciones de Abraham (Gn 21, 22-33), y en las dos versiones se da la etimolog�a de Berseba como "pozo del juramento" o "pozo de los siete".

        El rito del pacto, en el caso de Abraham, consisti� en la presentaci�n de 7 corderos, como testimonio del pacto concluido. En el caso de Isaac el pacto se llama juramento, tiene por objeto la paz y se sella con un banquete. El relato explica con etimolog�as populares los nombres de los pozos de Eseq, Sitna y Rehobot. Las diversas tradiciones visualizan la conexi�n del clan de Isaac con el de Abraham, y con las gentes de Guerar.

f) Padre de Jacob

        De los mellizos que procre� Isaac, Esa� fue el amado de Isaac, mientras que Jacob era el favorito de Rebeca (Gn 25, 21-28).

        En cuanto padre de Esa� y de Jacob, Isaac aparece abiertamente como figura funcional, y por �l conectan en su origen 2 pueblos parientes y rivales: los edomitas (de Esa�) y los israelitas (de Jacob). En este contexto es importante Gn 27, con el tema de la bendici�n del Isaac anciano a su heredero.

        El relato yahvista celebra la astucia de Jacob y de su madre para conseguir de Isaac no la bendici�n del primog�nito Esa� (el heredero natural y el preferido de Isaac; Gn 25, 18), sino del menor. La bendici�n del padre es eficaz e irreversible, y cauce de la bendici�n de Dios. A Esa�, cuando se descubre el enga�o, le queda s�lo una peque�a bendici�n.

        La estratagema de Rebeca para cambiar al receptor de la promesa tiene eco, con Jacob por sujeto, en la historia de Jos� (Gn 48, 8). La bendici�n implicaba prosperidad, superioridad, signo de bendici�n y herencia de las promesas de Dios a Abraham.

        Todo esto ocurri� durante los �ltimos a�os de Isaac, y ante el enga�o de Rebeca el patriarca trat� de proteger a Jacob del resentimiento de su hermano Esa�, y de asegurarle una esposa del linaje de su madre (en la regi�n de Media; Gn 28, 1-5).

        Tras el retorno de Jacob con su novia, Isaac muri� a la edad de 180 a�os, y fue enterrado por sus hijos en la cueva de Machpelah (Gn 35,27-29; 49,31). El historiador sacerdotal refiere tambi�n la muerte de Isaac y su sepultura en Hebr�n, al lado de Abraham (Gn 35, 27-29).

g) Misi�n y legado

        Tal y como es delineado en G�nesis, la figura de Isaac es mucho menos impactante que la de Abraham, su padre. A�n as�, el silencioso Isaac fue siempre gentil, fiel a la gu�a de Dios y valeroso en la transmisi�n de las promesas hechas a Abraham. Fue fundamentalmente un hombre de paz, y alguien que siempre se ajust� a la justicia.

        Su p�lida figura desempe�� una funci�n sociol�gica importante en la prehistoria de Israel. En 1� lugar, porque explica las relaciones de los clanes y pueblos hebreos. En 2� lugar, porque encuadra todas las tradiciones de nombres de lugares, y en 3� lugar porque enlaza al Israel Arcaico (Abraham) con el Israel Cl�sico (Jacob), con fuerte personalidad.

        Isaac fue puente y trasmisor de las promesas, y sus tradiciones hacen sentir la presencia activa de Dios tras los sucesos. �l fue el elegido, frente al preferido por la naturaleza (su medio-hermano Ismael), y como jefe de familia transmite la promesa a Jacob y une a los clanes del Neguev, como verdadero "padre de Israel".

        El Dios de los patriarcas recibe con Isaac el apelativo de "terror de Isaac" (Gn 31, 42.53) y "pariente de Isaac" (pahad, en �rabe). Para Isaac es el "Dios de Abraham" (Gn 26, 23), y desde �l ser� el "Dios de Isaac" (Gn 46, 1). En sus tradiciones se relatan dos teofan�as caracterizadoras, en las que se le repiten las promesas de Dios a Abraham: tierra, descendencia y bendici�n.

        El Santuario de Berseba se legitima como centro espiritual del clan de Isaac (Gn 26,25; 1Rey 19,3; Am 7,9.16; Am 8,14), y la figura de Isaac e Ismael simbolizan las dos alianzas de Dios (G�l 4, 22-31).

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