Rally Road Racers

Rally Road Racers: Autos locos

· Crítica de Rally Road Racers | Estreno 28 de julio de 2023.
· Sin inventar casi nada, conviene decir que la animación es buena, la paleta de colores es atractiva, el ritmo e interés de la carrera no cesa y la banda sonora está lograda.

Zhi, un lori perezoso, vive en un pacífico pueblo chino, donde todos los habitantes practican el Tai Chi. Zhi se ha criado bajo la atenta mirada de su abuela que desaprueba la extraña afición -para un perezoso- de correr y competir en carreras automovilísticas. Un día aparece una constructora con la intención de arrasar la aldea de los perezosos y construir allí un complejo hotelero. Zhi puede salvar su hogar si compite y gana el gran rally de la Ruta de la Seda. En su aventura contará con la ayuda de Gnash, veterano campeón que ahora se dedica a dar consejos (en forma de pegatinas), y de Shelby, antigua amiga de la infancia, que dejó la aldea hace muchos años.

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Hay que reconocer que las carreras de coches han tenido éxito desde que existe el cine, también en el de animación, antigua y reciente. Basta recordar en los últimos años Cars -1, 2 y 3– o Turbo, o la clásica serie de Hanna-Barbera Los autos locos que, por cierto, se inspiró en La carrera del siglo (1965). La animación reproduce la velocidad que necesita este subgénero y no tiene problema a la hora de incorporar los elementos fantasiosos y alocados de estas carreras.

Rally Road Racers es una película escrita y dirigida por Ross Venokur, productor independiente que emula a las grandes productoras de animación a sabiendas de que no compite con ellos. Venokur realizó hace pocos años El príncipe encantador, simpática, resultona y poco original película en la linea de Shrek y de Enredados. Ahora se inspira directamente en Cars y en Los autos locos, con unos detalles chinos -sin duda quiere que la película llegue a aquel mercado-, para contar la clásica historia de maduración de un joven que quiere seguir su sueño y que, en este caso, también tiene en cuenta la sabiduría de los mayores. Es una pena que Venokur no quiera arriesgar porque los detalles personales del guion son los mejores y más graciosos de la película: el tratamiento que da a esa escuadra de minions que se saca de la manga, los consejos-pegatinas de Gnash, o la colección de secundarios que despliega -más interesantes todos ellos que el propio Zhi-héroe-de-manual- son realmente interesantes.

Conviene decir que la animación es buena, la paleta de colores es atractiva, el ritmo e interés de la carrera no cesa y la banda sonora -especialmente la secuencia con el tema de A-ha Take on me– está lograda. Venokur no inventa casi nada, la película está destinada a un público muy joven. Los mayores la encontrarán simplemente tópica y entretenida.