María de las Nieves de Braganza, una noble guerrillera

María de las Nieves de Braganza y Borbón: Una noble entre guerrilleros carlistas

María de las Nieves de Braganza y Borbón fue una noble que cogió las armas para defender el tradicionalismo durante la tercera guerra carlista. Todas sus vivencias quedaron recogidas en las memorias que escribió una vez terminada la guerra.

Durante el siglo XIX se produjeron, en el reino de España, tres guerras civiles. Estas guerras son conocidas como las Guerras Carlistas. La primera guerra carlista se llevó a cabo entre 1833 y 1840. La segunda guerra carlista, conocida como Guerra de los Matiners, y que sólo se produjo en Cataluña, tuvo lugar entre 1846 y 1849. La tercera, y última guerra carlista, tuvo lugar entre los años 1872 y 1876.

¿Por qué se originaron las Guerras Carlistas?

A principios del siglo XIX el rey de la Corona Española era Fernando VII. Este rey sólo tenía una hija, Isabel II. El problema era que, cuando un monarca se moría, su sucesor debía ser un varón. La sucesión en la corona estaba regulada por la Ley Sálica.

Fernando VII tenía una enfermedad mortal y, teóricamente, al no tener ningún hijo, su sucesor debía ser su hermano, Carlos María Isidro. Pero contra todo pronóstico, en 1830, Fernando VII decidió suprimir la Ley Sálica a través de la Pragmática Sanción. Esto suponía que, cuando el monarca muriera, su hija heredaría el trono español, y no su hermano.

Esta decisión de Fernando VII fue fuertemente rechazada por su hermano, Carlos María Isidro, puesto que éste aspiraba a convertirse en rey.

Cuando Fernando VII murió, en 1833, su hija, Isabel II, heredó el trono español. En ese momento, Isabel II tenía dos años. Como no podía reinar, mientras Isabel II fuese una niña, su madre, María Cristina de Borbón, se convirtió en reina regente.

En este sentido, cuando Fernando VII murió en 1833 se produjeron, en el reino español, las Guerras Carlistas.

¿Las Guerras Carlistas fueron, sólo, unas guerras de sucesión en la corona española?

La respuesta es no. Se suele generalizar diciendo que las Guerras Carlistas fueron unas guerras por la sucesión en la corona española. Pero lo cierto es que estas guerras tuvieron un trasfondo mucho más complejo.

La Revolución Industrial y la Revolución Francesa introdujeron una serie de ideas que, poco a poco, se fueron difundiendo por todo el mundo. Estas ideas confrontaron con el sistema político que había funcionado hasta el momento, el Antiguo Régimen. Esta confrontación visualizó dos bandos, uno que defendía la tradición mientras que el otro vislumbraba cambios en el sistema político.

Así pues, las Guerras Carlistas, aparte de ser unas guerras sucesorias, también fueron unas guerras entre los defensores de la tradición (carlistas), y los defensores de reformar el sistema (liberales).

¿Quiénes eran los Carlistas?

Los Carlistas eran el bando que defendía la tradición. Su lema era: Dios, Patria, Fueros y Rey. Este bando luchó por defender los valores tradicionales que habían imperado hasta ese momento como, por ejemplo, la defensa de la Ley Sálica. De hecho, los carlistas creían que la doctrina liberal era una nefasta modernidad.

Este bando estuvo formado, sobre todo, por la clase noble, distintos estamentos de la iglesia católica y gran parte de los terratenientes agrarios.

Los carlistas tuvieron, durante las tres Guerras Carlistas, tres pretendientes diferentes:

Durante la primera guerra, el pretendiente de este bando fue Carlos María Isidro, conocido como Carlos V. Este pretendiente era el hermano de Fernando VII, rey de la corona española. Carlos V habría sido el sucesor de Fernando VII si éste no hubiera suprimido la Ley Sálica.

Durante la segunda guerra, se intentó casar a Isabel II con el hijo de Carlos V, Carlos Luis de Borbón y Braganza, conocido como Carlos VI. Esta boda fracasó y se inició la Segunda Guerra Carlista. En este caso, el pretendiente carlista fue Carlos VI.

El pretendiente carlista de la tercera guerra fue Carlos María de los Dolores de Borbón y de Austria, popularmente conocido como Carlos VII. Éste era hijo de Carlos VI.

Francesc Savalls, en el centro de la imagen, con otros comandantes carlistas

¿Quiénes eran los Isabelinos?

Los Isabelinos, también conocidos como bando liberal, fue el bando que defendió a Isabel II durante las Guerras Carlistas.

Isabel II no contaba con el apoyo de la nobleza, de la iglesia, ni de los terratenientes agrarios, y tuvo que buscar apoyo en los sectores más liberales. En este caso, quien defendió a Isabel II fue, sobre todo, la burguesía industrial y la clase obrera.

Tanto la burguesía industrial como la clase obrera vieron una oportunidad, con este apoyo, de introducir cambios políticos para tener un gobierno más liberal. Además, también consiguieron romper el derecho divino como preservación de los derechos. Esto significaba que se podrían conseguir nuevos derechos que, hasta ese momento, les había sido imposible poder conseguir.

La Tercera Guerra Carlista (1872-76)

Ésta es, seguramente, la guerra más compleja a nivel político. En 1872 el pretendiente carlista, Carlos VII, aprovechó la debilidad del gobierno español para declarar la Guerra a la reina Isabel II.

Cuando aún no había transcurrido un año del inicio de la guerra, se proclamó la Primera República Española el día 11 de febrero de 1873. Esta proclamación hizo que el bando carlista ganara adeptos en contra de las reformas liberales que se producían en el gobierno.

Los apoyos ganados por el bando carlista, con la proclamación de la primera república, se fueron perdiendo con la restauración de los Borbones en la figura de Alfonso, hijo de Isabel II. Con la llegada de este nuevo rey, junto a la aprobación de una nueva constitución, propició una victoria del bando liberal.

Maria de les Neus de Bragança i de Borbó i Alfons Carles de Borbó

María de las Nieves de Braganza y de Borbón junto a su marido, el infante Alfonso Carlos de Borbón

María de las Nieves de Braganza y Borbón

María de las Nieves de Braganza y Borbón (Kleinheubach 1852 – Viena 1841) era hija del rey Miguel I de Portugal y de la princesa Adelaida de Löwenstein-Wertheim-Rosenberg.

Cuando María de las Nieves de Braganza y Borbón tenía 19 años, el 26 de abril de 1871, se casó con el infante Alfonso Carlos de Borbón, hermano del pretendiente carlista Carlos VII.

María de las Nieves de Braganza y Borbón durante la Tercera Guerra Carlista

Con el estallido de la Tercera Guerra Carlista, en 1872, María de las Nieves de Braganza y Borbón decidió acompañar a su marido, Alfonso Carlos de Borbón, a comandar la guerra. De hecho, Alfonso Carlos de Borbón fue nombrado jefe de las fuerzas carlistas de Cataluña.

La decisión de que una joven de la alta nobleza europea participara en una campaña militar fue una auténtica proeza de la época. Debemos recordar que, en aquella época, la guerra era un fenómeno mayoritariamente masculino.

Además, en Cataluña, el ejército carlista estaba formado, en su mayoría, por partidas guerrilleras, donde cada partida tenía su líder. En este sentido, la guerra se desarrollaba en emboscadas y asaltos a poblaciones, habiendo muy pocas batallas a campo abierto.

Maria de les Neus de Bragança i de Borbó en la Batalla Alpens (1)

Representación de la Batalla de Alpens. En el centro del cuadro se puede ver a María de las Nieves de Braganza y de Borbón

Las tareas de María de las Nieves de Braganza y Borbón durante la Guerra

María de las Nieves de Braganza y Borbón era conocida, por las tropas carlistas, como “Doña Blanca”. Durante la Guerra, Doña Blanca participó, de forma indirecta, en un gran número de acciones bélicas, como la batalla de Caldes de Montbui o la Batalla de Alpens. Rara vez estuvo en primera línea de frente. Podemos destacar su participación en el rescate de la artillería carlista durante la retirada hacia Sant Feliu de Codines, después de la Batalla de Caldes de Montbui.

Según testigos de la época, María de las Nieves de Braganza y Borbón se desplaza a caballo con las tropas carlistas, y estaba protegida por la guardia de los Zuaus carlistas. Junto a su marido, María de las Nieves de Braganza y Borbón ayudó en las tareas de organización de la intendencia, los correos y los despachos de los oficiales carlistas. Además, también era la encargada de atender a los corresponsales de guerra que enviaban distintos diarios europeos.

A pesar de tener un papel en la retaguardia, Doña Blanca sufrió diferentes ataques del ejército liberal. En marzo de 1873, por ejemplo, sobrevivió a un atentado en el aserrado del Grao, mientras las tropas carlistas se retiraban de Berga.

María de las Nieves de Braganza y Borbón después de la Guerra

Una vez terminada la guerra, María de las Nieves de Braganza y Borbón escribió sus memorias de la Guerra. Estas memorias, tituladas “Mis memorias sobre nuestra campaña en Cataluña y en el Centro (1872-1874)”, las escribió desde la población de Graz, en Austria.

En estas memorias, María de las Nieves de Braganza y Borbón explica, entre otras cosas, algunas de sus desavenencias con algunos caudillos carlistas. Un ejemplo es la crítica que hace a Francesc Savalls, a quien acusa de hacer fracasar las operaciones militares en Cataluña para un beneficio propio.

Durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), María de las Nieves de Braganza y Borbón, junto a su marido, regresaron temporalmente a España. Sin embargo, tuvieron que volver a abandonar el reino con la proclamación de la Segunda República Española.

En 1941 María de las Nieves de Braganza y Borbón murió, viuda y sin hijos, en Viena.