La princesa Leonor es idéntica a una de sus tatarabuelas

La princesa Leonor, heredera de trono español, tiene un gran parecido con su tatarabuela, la princesa Victoria Luisa de Prusia, quien fue la abuela de la reina emérita Sofía. Y es que la genética muchas veces delata quienes son nuestros parientes más cercanos y las raíces que tenemos. En la realeza siempre es importante el árbol genealógico. 

En el caso de los Borbones, la princesa de Asturias y su padre el rey Felipe son idénticos si se compara una foto de infantes de ambos, pero varios expertos reales han dado a conocer que Leonor es el vivo retrato de Victoria Luisa de Prusia, una de las mujeres más impactantes de su época y es considerada la abuela de la realeza europea. 

Uno de su legados son las tiaras, una prusiana, que doña Letizia lució el día de su enlace con el entonces príncipe de Asturias, que pertenece a la colección de joyas de la reina Sofía de Grecia. Y la tiara Brunswick y que, desde su muerte en 1980 permaneció guardada hasta que Carolina de Mónaco la lució en el enlace de Federico de Dinamarca. La diadema pertenece a la Casa de Hannover.

¿Quién fue Victoria Luisa de Prusia?

Victoria Luisa de Prusia fue la única niña de los siete hijos que tuvo el último emperador alemán, el káiser Guillermo II, que a su vez era nieto de la reina Victoria de Inglaterra -ya se sabe que la monarca está considerada como la abuela de Europa-. Victoria nació en 1892 en Postdam, cuatro años después de que su padre ascendiera al trono y su nacimiento fue toda una alegría para la familia. Tenía una gran afición por el deporte; le gustaba esquiar, caminar y era una gran amazona.

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En 1912 la vida de la Princesa daría un importante giro al conocer al que se convertiría en su marido, Ernesto de Hannover. El hijo mayor del duque de Cumberland, Jorge de Hannover, había fallecido como consecuencia de un accidente de automóvil. Las familias Hohenzollern y Hannover mantenían una enemistad desde que, como consecuencia de la unificación alemana, los Hannover perdieron gran parte de su patrimonio. Al enterarse del triste suceso, Guillermo II enviaría sus condolencias a los duques y éstos en un intento de limar asperezas enviarían a su hijo Ernesto Augusto a Berlín para expresar su agradecimiento.

Allí fue donde surgió el amor entre Victoria Luisa y Ernesto y se comprometieron. La boda se celebró un año después y Victoria Luisa recibiría como regalo de su padre la tiara prusiana, que lucirían la reina Sofía y también doña Letizia en sus respectivas bodas y que esperamos ver algún día en Leonor, según Marie Claire.

Tras casarse vivieron en Brunswick en el castillo de Blankenburg y tuvo cuatro hijos, entre ellos, la reina Federica, madre de Sofía de Grecia abuela de Leonor. Federica fue la primera de ellos en contraer matrimonio con Pablo de Grecia en 1938, lo que la convertiría en reina, aunque acabaría en el exilio.

En sus últimos años de vida no mantuvo una relación muy fluida con sus hijos y curiosamente no asistió a la boda de Juan Carlos y Sofía a pesar de que la madre de Felipe VI llevaba la tiara que ella recibió como regalo de su padre. Murió en1980 en el hospital Friederikenstift de Hannover.