Los contribuyentes italianos defraudaron al fisco 160.000 millones de pesetas en 1974, según el "libro rojo" del Ministerio de Finanzas | Economía | EL PAÍS
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Los contribuyentes italianos defraudaron al fisco 160.000 millones de pesetas en 1974, según el "libro rojo" del Ministerio de Finanzas

El famoso libro rojo publicado por el ministro de Finanzas italiano, el socialista Franco Reviglio, ha levantado una gran polvareda en todo el país. Entre los pecadores, es decir, los contribuyentes que según el Ministerio o no han presentado la declaración de rentas o han engañado al fisco, figuran una buena parte de los nombres de primera plana de todos los sectores del país, desde industriales como Agnelli. Pirelli y Monti, hasta banqueros como Sindona o constructores como Caltagirone. O artistas, como Sofía Loren y Alberto Sordi. Figura también la familia Rizzoli y hasta un cuñado del ministro Reviglio, autor del libro rojo.El caso más clamoroso es el de la condesa Giulia Maria Crespi, que en 1974 vendió a Rizzoli nada menos que el primer diario del país, Corriere della Sera, por la cifra de 2.500 millones de pesetas. Esta famosa dama de la gran aristocracia milanesa ha declarado como ganancias en 1974 1.200.000 pesetas, mientras, según los guardias de finanzas, sus ganancias habían sido de 1.500 millones.

La famosa actriz de cine Sofía Loren ni siquiera hizo declaración de rentas, y, según el Ministerio, ganó en 1974, año al que se refiere el libro rojo, 950 millones de pesetas. Según el ministro Revigalio, haciendo el cálculo sobre el muestrario preparado por su Ministerio, -200.000 contribuyentes, entre Particulares y empresas-, entre el 1974 y el 1975 fueron robados al fisco nada menos que 160.000 millones de pesetas. Entre los 20.000 que ni siquiera hicieron declaración de rentas han resultado más de veinte que ganaban al año más de cien millones de pesetas.

Presentando el libro rojo a la Prensa, el ministro dijo que, lógicamente, ninguna de estas personas cuyos pecados han sido publicados puede considerarse oficialmente en culpa hasta que no sea juzgada y condenada por los tribunales. Por ahora se trata de una especie de careo entre lo que han declarado y lo que resulta de las investigaciones hechas.

Según Revigolio, el problema más grave es la falta de una legislación eficiente contra los evasores fiscales, ya que la ley actual supone antes de llegar a una sentencia de contencioso administrativo de cinco años, que normalmente se prolonga hasta diez o quince años. La nueva ley pendiente de aprobación por el Parlamento permite que se pueda abrir el proceso penal en los casos de grave evasión fiscal, antes del juicio de la Administración.

Para quienes acepten voluntariamente que en los últimos cinco años han engañado con la declaración de rentas y estén dispuestos a pagar inmediatamente lo que han sustraído, presentando una nueva declaración, habrá una especie de indulto que podrá ahorrarles, en el caso en que se descubra la verdad del engaño, todas las penas financieras y, sobre todo, la cárcel.

Del libro rojo de Reviglio se deduce que los mayores pecadores se encuentran en orden de gravedad en las siguientes categorías: industriales del petróleo, comerciantes, profesionales, industria de la alimentación, industria de artesanía e intermediarios.

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