Ataque a los titanes. Parte 1 y parte 2 (2015), de Shinji Higuchi

El joven Eren y sus amigos, Armin y Mikasa, tratan de sobrevivir en su ciudad rodeada de un enorme muro. Éste tiene como objetivo proteger a sus habitantes del ataque de unos gigantescos humanoides conocidos como titanes. Durante un ataque los monstruos logran atravesar las barreras, por lo que los chicos se hacen miembros de un ejército que tratará de parar los pies a las amenazadoras criaturas.

Adaptación del manga Hajime Isayama, que ya había dado lugar a la serie animada Ataque a los titanes. Se convirtió en todo un fenómeno en Japón, donde la primera parte ya se coronó el primer fin de semana como el mejor estreno de 2015 en aquel país, al recaudar la friolera de 600 millones de yenes.

El prolífico realizador Shinji Higuchi muestra cierta habilidad al convertir los dibujos en imágenes reales, por lo que posiblemente convencerá a los apasionados de todo lo que venga del país del sol naciente. Y todo ello a pesar de sus truculentos excesos sangrientos, unos efectos especiales de saldo (los titanes son unos actores desnudos agrandados digitalmente, que resultan más grotescos que otra cosa), decorados de cartón piedra y una música estruendosa. Además, el guión –que cambia bastantes elementos del original– resulta tan pueril como ilógico en ocasiones, pues no se entiende qué hace una escena de sexo en medio de un ataque de monstruos gigantes. Pero el punto más débil son los exageradísimos actores, algunos de ellos parecen sufrir alguna patología del sistema nervioso.