No sólo es una de las actrices más talentosas de su generación, sino también una de las más polifacéticas. Después de todo, Natalie Portman ha demostrado una enorme destreza para toda clase de proyectos, que pueden ir de dramas independientes a divertidas comedias, pasando por anticipados blockbusters .
A esto sumemos el enorme compromiso que siente con muchos de sus personajes, a los que suele aprovechar para reflejar su propia ideología en asuntos de índole política y social.
Estas son las mejores películas en la carrera de Natalie Portman.
Regreso a Cold Mountain (Dir. Anthony Minghella, 2003)
Natalie Portman logró posicionarse entre las grandes actrices de su generación con su enorme talento histriónico, pero también con su humildad que le llevó a aceptar roles menores con la única intención de trabajar con algunos de los grandes directores. Fuego contra fuego (1995), Marcianos al ataque (1996), Viaje a Darjeeling (2007) y Noches púrpura (2007) son claros ejemplos de ello, mientras que Regreso a Cold Mountain se ubica como el punto más alto de estos esfuerzos. Su participación es mínima, pero es trascendental para comprender los horrores de la Guerra Civil, al encarnar a una joven aislada, temerosa por el futuro de su hijo y en continua espera de su esposo reclutado para el conflicto. Esta misma soledad le lleva a pasar la noche con Inman (Jude Law), pero no en un plan sentimental o sexual, sino por la simple necesidad de sentirse acompañada por lo menos una noche. Una secuencia desgarradora que bien puede considerarse entre lo mejor de todo el filme.
Garden State (Dir. Zach Braff, 2004)
Unos años antes de posicionarse entre las grandes estrellas histriónicas de su generación, Natalie Portman abordó historias más sencillas, pero también más íntimas que lograron una enorme conexión con la audiencia. La más querida de todas es Garden State, donde interpreta a una joven epiléptica y mentirosa compulsiva cuya forma de ser revoluciona la turbulenta vida de un joven que ha regresado a casa para el funeral de su madre y con los deseos de acercarse a su distanciado padre. Aunque dista de ser el papel más desafiante de su trayectoria, fue determinante para mostrar su enorme talento y carisma, al inspirar toda clase de elogios de la crítica y posicionarse entre sus trabajos más queridos por el público.
Precuelas Star Wars (Dir. George Lucas)
Natalie Portman siempre ha externado su pasión por las propuestas independientes, pero esto no le ha privado de participar en algunas de las mayores franquicias de su época, siendo Star Wars la más importante de todas. Después de todo, la actriz forma parte esencial de la mitología galáctica con su encarnación de Padmé Amidala, pareja sentimental de Anakin Skywalker y madre de los gemelos Luke y Leia. La trascendencia del personaje va más allá de su rol familiar, al ser una de las mujeres más fuertes en la historia del cine y cuyo peso puede apreciarse en su carrera militar así como en su osadía en el campo de batalla. Aunque la actriz ha dicho que en su momento le resultó difícil afrontar las duras críticas contra las precuelas, hoy en día considera que su viaje a la galaxia lejana fue una de las experiencias más enriquecedoras de toda su carrera.
Vox Lux: El precio de la fama (Dir. Brady Corbet, 2018)
No es la cinta de mayor impacto en la carrera de Natalie Portman, pero esto no le impide ser una de sus mejores actuaciones, al grado que muchos la han comparado con El cisne negro. Las similitudes son evidentes, con una estrella de pop que hace un repaso de su turbulenta vida y trayectoria sólo unos instantes antes de ofrecer un gran concierto. Quizá la mayor excepción sea que el peso de su personaje no cae exclusivamente en ella, pues cuenta con el apoyo de la joven Raffey Cassidy (El sacrificio del ciervo sagrado) que no sólo funge como un complemento importante, sino como una acompañante para algunas secuencias de gran profundidad.
Annihilation (Dir. Alex Garland, 2018)
El guion de Nunca me abandones (2010) y la dirección de Ex Machina convirtieron a Alex Garland en uno de los mayores exponentes del sci-fi contemporáneo, un legado que creció todavía más con Annihilation, la adaptación del libro homónimo de Jeff VanderMeer. El filme fue protagonizado por Natalie Portman en el papel de Lena, una especialista en biología celular y que es encomendada a la misión de explorar un área que rompe con todas las leyes conocidas de la naturaleza. No sólo es una de las películas más ovacionadas en la carrera de la actriz, sino también una de las más ambiciosas, pues además de su espectacularidad visual, cuenta con una altísima carga simbólica que ha resultado en toda clase de debates e interpretaciones sobre la vida, la muerte y la propia existencia humana.
V de venganza (Dir. James McTeigue, 2005)
Aunque suele ser relacionada con el MCU, el debut de Natalie Portman en el mundo de las adaptaciones de comics y novelas gráficas sucedió varios años antes con V de venganza, inspirado en la obra homónima de Alan Moore que nos lleva a un Reino Unido sumido en el fascismo tras un mundo aquejado por la guerra y la pandemia. Aunque la historia suele ser identificada con la máscara del anárquico V, la actriz ofreció una actuación inolvidable en el papel de Evey Hammond, una empleada de la televisión británica cuyos ideales terminan involucrándole en la lucha del antihéroe. Una de las cintas más arriesgadas en la carrera de la israelí, pues sus esfuerzos por criticar los métodos empleados por las grandes potencias durante la Guerra contra el terror fueron incomprendidos por muchos e incluso hubo quienes la acusaron de propiciar la anarquía y el terrorismo. Hoy en día, goza del estatus de culto y el privilegio de ser una de las mejores adaptaciones de novelas gráficas de todos los tiempos.
El perfecto asesino (Dir. Luc Besson, 1994)
Pocos actores pueden presumir el haber debutado bajo las órdenes de un cineasta como Luc Besson. Natalie Portman es uno de ellos, ya que su talento e inocencia, aunados a su gran personalidad, resultaron ideales para la encarnación de Mathilda, una niña de doce años cuya familia es brutalmente asesinada, lo que la lleva a ser cobijada por un asesino profesional y entrenada para cobrar venganza. Un personaje tan exquisito, que el propio cineasta intentó ahondar en su historia con una potencial secuela que sería desarrollada cuando la actriz fuera mayor. Lamentablemente el proyecto nunca se concretó y sólo sirvió como inspiración al no tan memorable Colombiana de Zoe Saldana.
Jackie (Dir. Pablo Larraín, 2016)
Luego de ganarlo todo con El cisne negro (2010), Natalie Portman exploró la comedia (Amigos con derechos), los superhéroes (Thor) e incluso el western (Jane Got a Gun). Tuvieron que pasar seis años para que la actriz regresara a lo más alto con Jackie, que explora el accionar de la Primera Dama norteamericana tras el asesinato de John F. Kennedy, así como su famosa entrevista con Theodore H. White de la revista Life. La propia actriz ha admitido que fue uno de los papeles más desafiantes en toda su carrera, pues aunque todos conocían el lado más superficial de la fémina, su preparación le permitió comprender las adversidades que enfrentó tras la muerte de su esposo, así como su gran fortaleza. La Academia reconoció este gran esfuerzo con una nominación al Oscar y aunque no ganó, fue suficiente para afianzarla entre las cintas más memorables de su filmografía.
Closer: Llevados por el deseo (Dir. Mike Nichols, 2004)
El cine ha sido señalado en varias ocasiones por sus finales felices que ofrecen una visión demasiado ilusoria del amor, pero esto no impide que de vez en cuando surjan proyectos que buscan capturar la otra cara de la moneda. Tal es el caso de Closer, adaptación de la obra teatral homónima de Patrick Marber, sobre dos parejas cuyas respectivas relaciones terminan entrelazándose con resultados sumamente dolorosos para todas las partes. A pesar de contar con un elenco sumamente talentoso, integrado por Julia Roberts, Jude Law y Clive Owen, fue Natalie Portman quien terminó robándose el espectáculo como una chica cuya juventud no le impide ver la crudeza de un mundo que se inclina más por el deseo que por los propios sentimientos. No sólo le valió su primera nominación al Premio de la Academia, sino que la refrendó entre las actrices más talentosas de su generación.
El cisne negro (Dir. Darren Aronofsky, 2010)
Natalie Portman había demostrado su talento en cintas como El perfecto asesino (1994) y Closer (2004), pero todavía estaba en busca de ese proyecto que la consolidara de lleno en la élite histriónica. La oportunidad llegó con El cisne negro, que tomó los deseos de superación de una joven bailarina de ballet y los retorció hasta convertirlos en una pesadilla psicológica, así como en una de las películas más memorables de los últimos tiempos. Aunque hay quienes han alegado que la actriz no pudo haber hecho sus escenas de baile, casi todos coinciden en que es la mejor interpretación de toda su carrera. La Academia estuvo de acuerdo con esto último y así lo demostró al reconocerla con el primer y único Oscar de su obra, que dicho sea de paso, también representó la primera estatuilla en toda la filmografía de Darren Aronofsky.
Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.
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