Los dragones de la Bolsa de Copenhague fallaron: historia y leyenda del edificio que ha ardido

Los dragones de la Bolsa de Copenhague fallaron: historia y leyenda del edificio que ha ardido

La construcción estaba a punto de cumplir 400 años; el fuego comenzaba a las 08.00 horas de la mañana y solo treinta minutos después su histórico chapitel se derrumbaba

Arde el histórico edificio de la Bolsa de Copenhague de más de 400 años de antigüedad

La antigua sede de la Bolsa de Copenhague arde. EFE/vídeo: afp
Aurora Santos Olmo

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Este martes Copenhague despertaba con la triste noticia de un incendio sobre el antiguo edificio de la Bolsa, una histórica construcción situada en pleno centro de la capital danesa. El fuego comenzó a las 08.00 horas de la mañana y tan solo treinta minutos después su histórico chapitel se derrumbaba. La estructura, de 54 metros, era característica precisamente por las cuatro colas de dragón que tenía entrelazadas y que se decía que protegían al edificio de las llamas.

De estilo renacentista holandés, el edificio Borsen está situado junto al Castillo de Rosenborg, en pleno corazón de Copenhague, y este otoño iba a cumplir 400 años. Fue la sede de la Bolsa hasta la década de 1970. Actualmente, alberga la Cámara de Comercio danesa y, aunque no está abierta al público, se utiliza para cenas de gala y otros eventos.

Sus orígenes se remontan a 1618. En ese entonces, el Rey Cristián IV quiso hacer de la capital danesa el centro del comercio internacional, por lo que ordenó al arquitecto y escultor Lorenz van Steenwinckel su construcción. Sin embargo, el hijo del constructor Hans van Steenwinckel no pudo llevar a término el encargo, al morir un año después, por lo que fue su hermano el que lo hizo.

Las obras que culminaron en el prestigioso edificio comenzaron en 1619. Sin embargo, en 1623, Cristián IV expresó su descontento con el resultado, por lo que decidió pedir cambios, entre los que se encontraba rehacer el tejado o colocar frontones en los portales que daban al Castillo y al puerto. También pidió una aguja que estuviese formada por las colas de cuatro dragones entrelazadas entre sí. Un año después, en 1624, Borsen ya pudo entrar en funcionamiento.

Cuando se inauguró, el edificio tenía operativo el primer piso. Este constaba de una habitación grande que lo recorría entero y que tenía tiendas a lo largo del pasillo. Según la web de Dansk Erhverv, la Cámara de Comercio danesa, cada día se celebraba en esta sede una feria de productos traídos de otros países.

Además, la construcción albergó la primera oficina de correos de Dinamarca.

Borsen era propiedad del Rey Cristián VI. Sin embargo, sus problemas económicos le llevaron a alquilarlo a comerciantes durante los años de 1639 a 1642.

Cinco años después, en 1647, tuvo que acabar vendiéndolo al comerciante, constructor y armador Jacob Madsen, que tenía diversos vínculos con la corona.

En 1658, cuando ya había muerto Madsen, el Rey Federico III lo volvió a recuperar. No obstante, en 1857, Federico VII, también por problemas económicos, lo vendió la Grosserer-Societetet, la sociedad de mayoristas de la capital danesa, ahora Dansk Erhverv, fundada en 1742. En esas escrituras se estableció la obligación de mantener el exterior del edificio.

Parte de su techo, utilizado para fabricar balas

Desde que se terminase su construcción, en 1624, el edificio Borsen ha sufrido diferentes modificaciones. Las más importantes fueron entre 1658 y 1659, durante el asedio de Copenhague, en los que se retiró parte de su techo, que originalmente era de plomo, para fabricar balas.

Posteriormente, ya en el siglo XIX, volvió a cambiarse el tejado, al colocarse uno fabricado en cobre 100%, en 1883.

También ese mismo año se sustituyeron los viejos ladrillos del edificio por piedras, lo que le hizo perder su aspecto original. Eso hizo que volviese a restaurarse con nuevos ladrillos para mantener así su estilo renacentista.

Una aguja de 54 metros y cuatro colas entrelazadas

'Dragon-spire' era la aguja o chapitel que coronaba el edificio tenía una altura de 54 metros y estaba compuesta por cuatro colas de dragón entrelazadas, rematadas con tres coronas. Con ella se quería simbolizar el imperio escandinavo, formado por Dinamarca, Suecia y Noruega.

Se dice que estas colas de dragón protegían al edificio de incendios. Y así ha sido hasta este martes. De hecho, en varias ocasiones la antigua sede de la Bolsa de Copenhague se ha salvado de ser alcanzada por las llamas de edificios vecinos que estaban ardiendo, como el actual Parlamento, que ha sufrido varios incendios, o el fuego que afectó en 1990 a Proviantgaarden en Slotsholmsgade, una construcción que sirvió inicialmente como depósito de provisiones.

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