Las fotos más bonitas de la historia de amor de Grace Kelly y Rainiero de Mónaco
Se cumplen 18 años de la muerte de Rainiero de Mónaco, el príncipe que se casó con la actriz más bella de Hollywood y protagonizó una de las historias de amor de la realeza más recordadas. Repasamos las fotos más bonitas del romance de Grace Kelly y Rainiero de Mónaco.
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Que una de las actrices más admiradas de Hollywood se convirtiera en la princesa de un pequeño país europeo podría haber sido un argumento de película del cine clásico, pero fue la historia real de Grace Kelly y Rainiero de Mónaco. La actriz nacida en Filadelfia en 1929 encarnaba como nadie esa belleza clásica de rasgos perfectos, ojos azules y pelo rubio. Kelly protagonizó algunos de los títulos más sonados de la década de los 50, como Mogambo, y ganó un Oscar por su papel en La angustia de vivir. Estaba destinada a disfrutar de una larga carrera en la meca del cine pero el amor se cruzó en su camino.
En 1955, mientras rodaba la película El cisne, le presentaron a Rainiero de Mónaco. Él la invitó a palacio y comenzaron una relación amorosa que no tardó en hacerse oficial. Mientras ella trabajaba en su siguiente proyecto, Rainiero viajó a Filadelfia para pedir su mano: el compromiso fue anunciado en enero de 1956 y supuso la retirada del cine de la entonces musa de Alfred Hitchcock, que no perdió la ocasión de dedicarle unas ácidas palabras.
En abril del 56, Grace Kelly embarcó junto a su familia, sus amigas y sus perros en un transatlántico con destino a la Riviera francesa. No era solo un viaje, era el comienzo de su nueva vida como princesa. La pareja se casó en una doble ceremonia y ella se convirtió en una de las novias más admiradas, con su vestido de encaje de Helen Rose, un diseño icónico que llegó a inspirar a Kate Middleton.
Una historia de amor idílica con un final trágico
Grace no solo se convirtió en la esposa de Rainiero, también fue durante años la mejor embajadora del Principado. Era la mujer más elegante, y la más solicitada en cualquier evento. Recuperó el glamour para Mónaco, atrajo a grandes fortunas, y se encargó de dar un heredero al trono, poniendo fin a las secretas intenciones de Maria Antonieta, hermana de Rainiero, que quería hacer valer los derechos dinásticos de su hijo ante la ausencia de herederos por parte de su hermano.
La pareja disfrutó de su amor navegando por el Mediterráneo (su luna de miel hizo varias paradas en Baleares), en su casa de Suiza, en sus escapadas a Roma, Atenas o Miami, y formaron una familia feliz junto a sus hijos. Aunque estos les dieran más de un disgusto (la boda de Carolina con el playboy Philip Junot no era lo que ellos esperaban para su primogénita), siempre se mantuvieron unidos. Grace Kelly y Rainiero dejaban ver en público su complicidad, con sus frecuentes miradas y sus gestos de amor. Pero esa eterna luna de miel se truncó el 13 de septiembre de 1982, cuando ella insistió en conducir su coche desde su casa de campo en la Costa Azul.
El coche, en el que también viajaba la princesa Estefanía, se salió de la carretera. Grace fallecería al día siguiente, a los 52 años. La imagen de Rainiero, completamente abatido y del brazo de su hija Carolina durante el funeral, dio la vuelta al mundo. Era la viva imagen de la desesperación y la tristeza. Su historia de amor de película tenía un giro de guión inesperado. El príncipe falleció 23 años después, el 6 de abril de 2005.