La shoa judía

El Holocausto: historia del genocidio más famoso de la historia

El Holocausto o Shoah fue la consecuencia de la política de exterminio sistemático llevada a cabo por el Tercer Reich que acabó con el asesinato de seis millones de judíos en los campos de exterminio.

judios gueto

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Judíos con insignias de la Estrella de David en el gueto de Lodz, Polonia, durante la Segunda Guerra Mundial.

Jewish Chronicle Archive / Cordon Press

Los ataques indiscriminados de Hamás sobre Israel, la aplastante respuesta del ejército israelí sobre la franja de Gaza, el asesinato de población civil o los registros de casas mientras familias enteras se escondían en habitaciones secretas para escapar de sus perseguidores han devuelto a los titulares un término que los israelíes no se toman a la ligera: el Holocausto.

El asesinato sistemático de seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial se ha convertido en el genocidio más famoso de la historia y aún hoy pervive en la idiosincrasia del pueblo israelí, cuyo mayor temor es que alguien pueda volver a intentar exterminarlo de la faz de la Tierra.

No hace tanto, cualquier comparación con el Holocausto habría sido denunciada por degradar su memoria y disminuir el horror de los crímenes nazis, pero tras la incursión de Hamás, son cada vez más las voces dentro de Israel que se atreven a usar este término.

El primer ministro, Benjamin Netanyahu comparó la matanza del festival de música perpetrada en 2023 con la masacre de Babi Yar, en septiembre de 1941, en la que fueron asesinados más de 33.000 judíos, y el comentarista político Ben Caspit escribía en el diario Maariv: "Cuando los niños judíos se esconden en una habitación protegida y sus padres angustiados rezan para que no lloren, para que los merodeadores no entren y prendan fuego a la casa, es una Shoah [término con el que los israelíes se refieren al Holocausto]", tal como recogía una nota de prensa de la agencia Associated Press. 

qué es el Holocausto

El Holocausto fue la culminación de una despiadada política de Estado antisemita iniciada poco después de que Adolf Hitler se convirtiera en el canciller de Alemania, en 1933. Entre 1941 y 1945, los jerarcas nazis organizaron el traslado y el asesinato de seis millones de judíos en campos de exterminio como parte de un proyecto que pretendía erradicarlos de Alemania y de todos los territorios sometidos al Tercer Reich.

La palabra holocausto –del griego holos, completamente, y kaustos, quemado– es la traducción del ritual hebreo ʿolah, el sacrificio e incineración completa de un animal que los antiguos israelitas realizaban a Yahvé. Esta expresión se adoptó pocos años después de finalizar la Segunda Guerra Mundial por el hecho de que los nazis calcinaban los cuerpos de las víctimas en hogueras, al principio, y crematorios industriales que funcionaban a pleno rendimiento al final de la guerra.

Por su parte, los judíos se refieren al Holocausto como la Shoah, literalmente "la Catástrofe", término que se popularizó internacionalmente a partir del ambicioso documental homónimo de nueve horas de duración dirigido en 1985 por el escritor y cineasta judío francés Claude Lanzmann. En la actualidad, Shoah es el término preferido por los hablantes de hebreo y por todo aquel que quiera referirse específicamente al genocidio judío y no de otros grupos perseguidos por los nazis, como gitanos, armenios, homosexuales o discapacitados.

Del gueto al Holocausto

Desde que el partido nazi se hizo con el poder absoluto en Alemania comenzó a legislar contra las comunidades judías del país. Reducidos, según la ideología nazi a Untermenschen, "subhumanos", los judíos quedaron desprovistos de derechos civiles y políticos en 1935 por las Leyes de Núremberg

A medida que el Tercer Reich se expandía, los judíos comenzaron a ser recluidos en guetos para facilitar su control. Allí se hacinaban en condiciones insalubres e inhumanas. El gueto de Varsovia, una ciudad donde los judíos representaban el 30 por ciento, tenía una densidad de de 77.000 habitantes por kilómetro cuadrado en 1940.

En 1940, el gueto de Varsovia reunía a los judíos, que representaban el 30% de su población, en un espacio que equivalía al 2,5% de la superficie de la ciudad: se calcula que había 9,5 personas por habitación disponible.

A medida que avanzaba la guerra, la "cuestión judía" se convirtió en un verdadero problema para el régimen nazi y para resolverlo se decidió llevar a cabo la "Solución Final de la Cuestión Judía" (Endlösung der Judenfrage), la deportación en ferrocarril de millones de judíos desde los guetos o los campos de trabajos forzados a campos de exterminio como Auschwitz, donde, si sobrevivían a un viaje inhumano, eran aniquilados con gas venenoso y sus cadáveres incinerados en hornos crematorios industriales en el mismo complejo.

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Una persona cose la estrella amarilla que identifica a un judío en una chaqueta en la Alemania nazi.

Art Media/Heritage Images / Cordon Press

la "Solución Final"

El debate sobre quién, cuándo y cómo se decidió poner en marcha la Solución Final todavía está abierto. A pesar de que no hay ningún informe u orden firmada por Adolf Hitler decretando el exterminio judío, sí parece imposible que un plan de esta envergadura no contara con su beneplácito o incluso su entusiasta participación. Pero sí puede atribuirse con seguridad a Reinhard Heydrich, jefe de la Reichssicherheitshauptamt (Oficina Central de Seguridad del Reich), ser el ideólogo del Holocausto. 

Reinhard Heydrich, uno de los dirigentes más siniestros de las SS, la poderosa organización paramilitar al servicio del partido Nazi, organizó en enero de 1942 la Conferencia de Wannsee, donde una quincena de altos dirigentes nacionalsocialistas y del gobierno alemán planificaron con total frialdad el asesinato en masa de todos los judíos de Europa.

En una mansión a orillas del lago Wannsee, cerca de Berlín, Heydrich expuso a los presentes la necesidad de exterminar a todos los judíos de Europa y las líneas maestras para llevar a cabo ese plan, que serían la utilización de las cámaras de gas combinada con fusilamientos masivos.

Los campos de exterminio

Heydrich, fallecido en junio de 1942, no pudo implementar su idea, cuya organización y arquitectura se debe a su más inmediato superior en el escalafón de las SS, Heinrich Himmler. Este nazi fanático acabó convertido en el máximo artífice del Holocausto organizando una red de campos de exterminio y las infraestructuras para trasladar allí a millones de personas.

El Tercer Reich contaba con siete campos de exterminio, cuya finalidad principal era el genocidio de la población judía, a diferencia de los campos de concentración, en los que a pesar de que también murieron decenas de miles de personas la actividad principal era proveer de mano de obra esclava a la industria de guerra alemana.

Seis de ellos fueron levantados en la Polonia ocupada –Auschwitz-Birkenau, Belzec, Chelmno, Majdanek, Sobibor y Treblinka– y contaban con cámaras de gas y todo tipo de instalaciones para facilitar el asesinato sistemático de todos los prisioneros que cruzaban sus puertas.

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Entrada al campo de concentración de Auschwitz, donde murieron un millón de judíos.

Roger Viollet / Cordon Press

Una sexta parte de los seis millones de víctimas del Holocausto murieron en Auschwitz, tal vez el más famoso de todos los campos de exterminio y que constituía un verdadero complejo de la muerte formado por decenas de campos de concentración y exterminio donde fueron enviados un millón trescientos mil prisioneros, de los cuales murieron un millón cien mil, el 90% judíos.

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La mayoría de ellos fueron gaseados en el llamado campo Auschwitz II o Auschwitz-Birkenau, donde se encontraban las mujeres. Auschwitz-Birkenau contaba con 300 barracones, cuatro grandes Badeanstalten ("casas de baños"), en las que se gaseaba a los prisioneros y diversos Leichenkeller ("sótanos para cadáveres") y Einäscherungsöfen ("hornos crematorios"). También fue el escenario de los espantosos experimentos del médico Josef Mengele.

¿Por qué los judíos?

Adolf Hitler defendía en Mein Kampf la idea de los judíos como una raza malvada que luchaba por la dominación mundial, pero el antisemisimo contaba ya mucho antes con un gran predicamiento en toda Europa. Esta ideología racista estaba detrás de la persecución y las expulsiones de los judíos de la península ibérica al final de la Edad Media y de los pogromos –las masacres de judíos aceptadas e incluso promovidas por el poder– que asolaron el norte y el este de Europa.

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Cuerpos sin vida en un campo de concentración nazi liberado por los aliados.

Roger Viollet / Cordon Press

Durante el siglo XIX, el colonialismo europeo revistió a la ideología racista de una pátina científica, promulgando la supuesta superioridad del hombre europeo respecto a las razas "inferiores" africanas y asiáticas. En Alemania, el desastre de la Primera Guerra Mundial fue achacado a un enemigo interior que pretendía la destrucción del "pueblo alemán".

El antisemitismo nazi dibujó a los judíos como una raza y no como un grupo religioso, una lógica que llevada a su extremo solo podía conducir a su aniquilación si quería preservarse la "esencia" aria alemana.

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La ideología de la pureza de la raza no solo fue utilizada contra los judíos en Alemania. Otros grupos étnicos, sociales y políticos también fueron perseguidos y exterminados: gitanos, homosexuales, discapacitados físicos e intelectuales y personas de ideología comunista. Las cifras de estos otros holocaustos varían.

El Museo Memorial del Holocausto de Estados Unidos establece en medio millón las víctimas gitanas o 250.000 muertos con algún tipo de discapacidad. Alrededor de 1,8 millones de civiles polacos no judíos fueron asesinados también durante la guerra, así como siete millones de soviéticos, de los cuales 1,3 millones, judíos.

Por su parte, las víctimas homosexuales son difíciles de contar, pero en todo caso fueron decenas de miles entre los millones de civiles y más concretamente entre las 70.000 víctimas etiquetadas como delincuentes comunes reincidentes y elementos asociales.